Narra Elaine
— Vaya, que buena amiga tengo —Alicia se giró y caminó hacia la playa.
— ¡Espera! Yo te acompañaré —chilló Grace que estaba a mi lado.
Me quedé sola junto a esos tres desconocidos que pedían que volviera junto a ellos para disfrutar de la bebida.
— ¿Y tus amigas? ¿Qué pasó? —preguntó Daniel.
— Nada, tuvieron un problema y se fueron.
Se miraron dubitativamente entre sí y, finalmente, sonrieron.
— Venga a esta ronda invito yo.
A pesar de que me animaran con sus historias y tonterías seguía en mi cabeza el hecho de que había escogido a un grupo de hombres antes que a Alicia y nuestro trato se había incumplido. Pero, me parecía injusto que tuviera que marcharse por el maldito periodo; te tomas una pastilla, te relajas y sigues con la vida. Ni que fuera tan difícil.
— Bueno, ¿cuánto tiempo estaréis aquí? —me preguntó Daniel sacándome de mis pensamientos. Y encima preguntando en plural, eso no me ayudaba si tenía que recordar que se habían marchado.
— Si todo va bien, hasta finales de agosto. O incluso septiembre, aún no lo sé.
— Y si no va bien, te quedas en mi casa —rió Jonah. Hice una sonrisa, o un intento de ella.
— Gracias —murmuré.
— Venga vamos a comer, que me muero de hambre —pidió Ian.
— Esperad a que termine mi turno, que son treinta minutos.
Los chicos aceptaron y durante la siguiente media hora me enteré que Daniel trabajaba para poder pagarse una tabla de surf de la cual se había enamorado locamente, que Jonah e Ian se conocían desde hacía más de diez años y que querían hacer una gran fiesta la semana que viene en la casa de el primo de Jonah y cuarto amigo del grupo, el chico del que hablaron ayer.
— Va a ser grandioso, de verdad.
— ¿El qué va a ser grandioso? —preguntó Daniel colocando los últimos platos de comida sobre la mesa.
— La fiesta de mi primo. Resulta que, mis tíos se irán de viaje y es el momento perfecto para celebrar que empieza el verano —dijo satisfecho—. Y es más, habrá cientos de invitados. Difundiremos la fiesta a todos nuestros contactos. Ya sea del móvil, de facebook o de twitter —dijo a la vez que remarcaba las palabras extendiendo sus tres dedos.
— A saber quién se podrá colar allí... —ccomenté.
— Bueno, mientras haya chicas que estén buenas, lo demás me da igual.
— Eres un cerdo —golpeé su brazo.
— No me importa, ¡será la fiesta de la que hablarán todos!
Tuve la suerte de que al terminar de comer no fui caminando desde la playa hasta casa, ya que Jonah fue amable y me acercó con su coche.
— Gracias por haberme traído, sonreí de lado.
— No hay de qué, vivo aquí al lado.
— Bueno, al lado no, que son veinte minutos —se rió a carcajadas y me uní a ellas.
— Te espero mañana en la playa.
— Por supuesto.
Me acerqué a él y besé delicadamente su mejilla. Al separarme vi que se habían puesto notablemente rojizas.
ESTÁS LEYENDO
The Surfers
RomanceGrace, Alicia y Elaine son tres amigas que deciden ir a pasar sus vacaciones de verano, a la casa de la playa de Elaine. Allí conocerán inesperadamente cómo es la vida en Gold Coast durante los tres meses de esa estación. Unos chicos impresionantes...