Capitulo 22: Sólo ganará la palabra de Grace

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Narra Alicia

Me desperté sobre las tres de la tarde. Daniel me abrazaba por la cintura y era casi imposible salir de la cama sin despertarlo.

Me aparté un poco y quité su brazo despacio. Lo dejé en la cama y una vez que me dispuse a salir de la habitación una voz habló:

- ¿Adónde crees que vas? -me volteé y lo vi sonreír.

- A la ducha... ¿Vienes? -sonreí de manera pícara. Él negó con la cabeza.

- Ve tú, luego iré yo -cambié mi sonrisa a una débil y cerré la puerta. ¿Hasta cuándo iba a estar así? Quiero decir, sé que se trata de algo personal pero ya tiene una edad para acostarse con alguien... Que siga evitando las situaciones diarias me cansa un poco. Lo de anoche, hacía tan sólo unas horas, fue la situación más incómoda de toda mi vida. ¿Qué tipo de hombre lo rechaza?

Abrí el grifo y dejé que el agua cayese. Me metí dentro de la ducha y me relajé todo lo que pude.

Cuando terminé, me coloque una toalla alrededor de mi cuerpo y otra en la cabeza agarrando todo mi cabello. Volví a la habitación y me vestí mientras Daniel se fue a la ducha. Bajé al piso de abajo para comer algo y me encontré con un panorama un poco extraño: Ian estaba fregando unos platos mientras que Grace hablaba animadamente con el chico de ayer, James.

- Oh, hola Alicia -sonrió Grace. Con su mano me pidió que me acercara a ella-. ¿Sabes qué? James ha sido tres veces consecutivas ganador de surf en Australia. ¡Es el primero de todos! Aunque... Es extraño que no nos hayan contado nada los chicos sobre ello... -me volteé para mirar a Ian pero él seguía a lo suyo.

- Enhorabuena -sonreí-, me voy a por algo de comer, no aguanto más.

Me acerqué a Ian y le di con mi cadera a la suya para animarlo.

- ¿Qué tal ayer?

- Bien -pude notar que mentira por el tono de su voz.

- Ya... Pues las pullitas que te estaba mandando Grace no dicen lo mismo.

- Supongo que no seré lo suficientemente bueno para ella -ese comentario me descolocó.

- Ian, puedes contarme cualquier cosa.

- Lo dudo, aquí el malo soy yo. Sólo ganará la palabra de Grace -se secó las manos con una toalla y lo tiró en la encimera de mala gana. Me miró directamente a los ojos y no supe qué decir ni qué hacer.

- Hola, cariño -Daniel me besó en la mejilla y sonreí instantáneamente, pues ya se me había pasado el enfado de esta mañana.

- Ugh, esto es insoportable -masculló Ian y se marchó dejándonos solos.

- ¿Qué ha pasado?

- Deberías hablar con él, pero primero tienes que echar a ese tío de esta casa.

Narra Jonah

Por fin, podía decir claramente que estaba muy feliz de estar al lado de Elaine. Sabía que aún no era oficial, pero... No andábamos por mal camino. Me coloqué un pantalón encima de los boxers y salí de la habitación, dejando a Elaine abrazada por las sábanas. A mitad de la escalera me encontré con un Ian malhumorado, lo saludé y recibí un "hola" que, la verdad, habría preferido no escuchar. Llegué a la cocina y vi cómo Daniel estaba echando educadamente a James de mi casa. Me hizo gracia la situación y me reí atrayendo la mirada de Grace.

- Jonah -se acercó a mí y me besó la mejilla. La miré extrañado y ella se rió-. ¿Qué pasa? Estoy feliz.

- ¿A qué se debe?

- Me he propuesto que no debo enfadarme por gilipolleces, aprovechar cada día como si fuese el último y...

- ¿A qué viene esto de repente? -la corté. Ella subió sus hombros inocentemente. Me dirigí a la nevera y no había nada de comida, literalmente nada. Fui a un cuenco y quedaban un par de naranjas. Recogí una y la puse en un plato junto con un cuchillo y una servilleta.

- ¿Le estás haciendo el desayuno a Elaine?

- Sí -me sonrojé.

- Vaya... Veo que lo vuestro va cuajando.

- Sí, eso parece.

- Me alegro mucho, pero ten cuidado, ¿vale? -alcé mis cejas sin comprender.

- ¿Cómo? ¿Por qué?

- Sólo te aviso, ya sabes cómo es Elaine... -asentí y subí las escaleras.

Narra Elaine

Una mano tapó mis ojos y me desperté de manera sobresaltada.

- Joder, ¡que susto! -noté como Jonah sonreía y se acercaba a mí, colocándose encima mío sobre mis caderas. Sus labios se posaron en los míos y me atacó colando su lengua en mi boca. Intenté hablar pero era casi imposible, aproveché y llevé mis manos a su mano, la cual seguía tapándome mi visión. Separó sus labios de los míos y con su otra mano me bajó la sábana, se coló por debajo de mis bragas y fue a mi punto débil. Solté un pequeño gemido y noté sus labios de nuevo en mi boca.

- ¿Te gusta? -escuché. Me sobresalté de inmediato. No era Jonah. No, no era él.

- ¡Quita imbécil! -llevé mis manos a su pecho y lo empujé. Con su peso echado hacia atrás hizo que quitara sus manos de mi cuerpo y se comenzase a reír.

- Bonitas tetas -sonrió de lado. Subí rápidamente la sábana y me tapé. Se acercó más a mí y colocó sus manos en mi cintura tapada.

- Eres asqueroso Ian, vete -lo volví a empujar. Me besó de nuevo y le golpeé en la mejilla. Se acercó a mí vacilante con una mueca.

- ¡Ian, márchate! -chillé.

- Ya me pedirás luego... -se giró de inmediato y miró hacia la puerta. Mierda, estaba Jonah. Espero que no haya visto nada. Por favor.

Maldito Ian, ¡¡deja en paz a los demás!!!
Está muy claro que su lema es "si te hacen daño, hazlo tú también". Es todo un "ojo por ojo, diente por diente".
Ay, madre mía... Bueno, siento mucho haber tardado tanto, estoy de exámenes aunque termino este lunes :) por lo que tendré muchísimo más tiempo para escribir :D

Y por último, deciros que muchísimas gracias por las lecturas, está teniendo una subida enorme, pero me encantaría que hubiese más votos o comentarios para saber si hay alguna cosa que no os gusta o algo :)
De todas formas, ¡muchas gracias, guapos!

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