Mi corazón se freno al verlo, tan concentrado, sin importar que lo esté mirando en estos momentos. ¿Escuchan eso? Era mi corazón romperse nuevamente.
Adam estaba en aquel sofá donde había estado toda la noche, pero esta vez estaba acompañado con una morocha voluptuosa a ahorcajadas de él y besándose como si no hubiera un final. No sabía que decir ante aquella situación, ante tal mierda.
Mi respiración se estaba volviendo entrecortada y sentía que en cualquier momento iba a llorar, mis ojos picaban y no era por el humo.
Ojala hubiera sido eso.
Aunque quería, no podía quitar la mirada de ellos dos, sus manos sobre su trasero manoseándolo descaradamente y ella pasando sus manos por todo su cabello ahora revoltoso, donde yo había metido mis manos antes y me encantaba hacerlo. Era una maldita masoquista.
La morocha se separo de él en ese instante y su rostro se me hizo bastante conocido al verla, aunque casi no hubiera luz, podía reconocerla.
Kila.
Ella giro hacia nosotros su mirada y carcajeo desde lejos al verme parada ahí en medio de todos como una idiota, el frunció el ceño y siguió su mirada, en cuanto me vio sus ojos se abrieron como grandes platos y la quito de encima suyo queriendo salvar algo que ya estaba roto.
Entonces se levanto del sofá y camino hacia mi rápidamente, paso sus manos por su cabello pero antes de que pudiera siquiera querer pararse frente a mí, con mi gran cantidad de lagrimas corrí lejos de él, escabulléndome entre la gente.
No quise oír los gritos de mis amigos llamándome desesperados, quería escapar de allí, quería creer que era una maldita broma pero no lo era.
Solté un sollozo y corrí escaleras arriba. ¿Cómo pudo hacerlo?
-¡Thea! –grito él.
Mi pecho comenzó a doler y trate de guardar mis lágrimas, aunque no pudiera hacerlo. –Vete, Adam.
-No. –dijo el subiendo hacia donde estaba. –Quiero explicarlo.
Me di la vuelta quedando frente a él, una invasión de mariposas se contuvo en mi vientre pero las aparte. No podía sentir nada bueno hacia él. –No, no quiero tus explicaciones. –solté furiosa. –No quiero verte, sal de mi vista Adam. ¿Cómo... –reí irónica. -¿Cómo pudiste hacerlo?
-Yo.. –suspiro y froto su frente. –Lo siento.
-¿Lo sientes? –pregunte irónica y seque mis lagrimas. –Todos estos últimos meses diciéndome que me querías, ¿esta es tu forma de demostrarlo? ¡Me mentiste, Adam! –chille. -¿Y sabes que es lo peor? ¡Qué has besado a la que era mi mejor amiga! –señale hacia la pista. –Eres un maldito bastardo.
-¿Y tú que, Thea? –soltó entonces. –Tú me has dicho también que me quieres, pero a comparación de mi, nunca me lo has demostrado. –negó con la cabeza. –Todo este tiempo me has agobiado, con tus problemas, con tu frialdad, ¡con tu maldito secuestro! –exclamo para luego taparse el rostro con la manos apenado. –Lo siento, lo siento... No deb... –quiso tomarme las manos.
![](https://img.wattpad.com/cover/99748652-288-k689115.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi mundo dado vuelta ©
Romance«Las mentiras pueden traer consecuencias a lo largo de tu vida. Familia, amor, amistades. Todos mienten. Tu lo haces. Entonces, ¿quien es el culpable? » Puesto #873 el 20/8 en Romance Está demás decir que se prohíbe la copia y/o adaptación. ...