24.

216 18 2
                                    

 La semana había pasado rápido. Para mi suerte mis días en el hospital se habían pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Mi madre había puesto el grito en el cielo en cuanto llego y el Doctor le informo lo que me había ocurrido, tanto que me había jurado dejarme encerrada dentro de la casa cada vez que ella se vaya de viaje. Era paranoica, lo sabía.
Esas noches se quedo junto a mí, y pude saber que la relación con Eric se estaba entornando bastante serio. Me alegraba por ella, quería verla feliz. 



El resto de la semana lo pase con Lila y Nick. Para mi sorpresa, se nos había unido Tom. Era un muy buen chico. Y me alegraba que mi amiga colorada hubiera podido conseguir a alguien como él. Se los veía enamorados, felices.
Nick me había presentado a su reciente pareja. Se llamaba Loan y sinceramente, bastante atractivo para ser gay.
Llevaba el cabello de color negro, unos ojos color avellana junto con su piel trigueña. El podría ser sin mucho esfuerzo un modelo de Calvin Klein. Su cuerpo estaba bien tonificado, dejando ver unos brazos completamente formados.
Nick sí que sabia como conseguir hombres, y estuve tentada en pedirle ayuda.


Pero Adam volvía a mi mente todo el tiempo. Desde esa noche en el hospital, no lo había vuelto a ver. Me encontraba confundida ante lo que podía sentir por él. No podía describir el sentimiento.
Lo único que sabía era que estaba bien con él a mi lado. Llenaba una parte de mi que creía desconocida y ahora que no podía verlo, el vacio se hacía presente.
Tenia que admitir que sus besos me hacían olvidar todo alrededor. Y me asustaba. Me asustaba el hecho de poder sentir algo mucho más fuerte y que no pudiéramos ser.


Decidí no pensar más en nada y disfrutar de la tarde con mis amigos. Habían tenido la idea de ir a un parque de diversiones y con gusto acepte. Hacía mucho tiempo que llevaba sin ir. Recuerdo que mi última vez ahí dentro fue con mis abuelos y amigas, en ese momento Lila y Kila, cuando cumplí 13 años.


-¡Subamos a la montaña rusa! .-oí exclamar a mi amiga colorada mientras me arrastraba con ella del brazo a la fila.



-No creo que sea buena idea. -inquirió Tom nervioso.- 



-¿Has subido alguna vez, Tom? .-cuestiono Nick mientras alzaba una ceja divertido.



El rubio negó con la cabeza.-Les tengo terror –admitió



Lila largo una carcajada.-No tienes que preocuparte bebe .-dijo mientras lo tomaba del rostro y depositaba un beso corto en sus labios.- Si quieres puedo tomar tu mano.



Tom sonrió. –Está bien.-y seguido de esto, tomo su mano.



Sonreí al verlos. La fila avanzo y antes de que pudiéramos darnos cuenta, ya estábamos en los asientos correspondientes.
El chico encargado de la seguridad del juego, coloco mi cinturón y mis manos empezaron a sudar. Tenía que admitir que me asustaba estos juegos.
Escuche chillar de felicidad a Lila que se encontraba al lado mío, seguida de un Tom pálido. Reí al ver su rostro lleno de miedo y sentí como la maquina empezaba a funcionar.
Luego de unos minutos de chillidos, gritos y de miedo, la maquina freno y bajamos. 



Me sostuve sobre un poste mientras el mareo cesaba. Oí las risas de Nick y Loan mientras veían a un Tom blanco como un papel. Si que le aterraban estas cosas.


-Eso ha sido ¡increíble! .-exclamo Loan mientras caminábamos hacia la vista de otro juego. 



La tarde paso rápido. Habíamos jugado a todas las atracciones, así que frenamos sobre un puesto de comida y nos sentamos en unas mesas que había, mientras hacíamos el pedido.


-Mis piernas duelen .-gruño mi amiga colorada.


Asentí ante su confesión. –Necesito una cama .-agregue


-¿Qué hace Adam aquí? .-interrumpió Nick.


Fruncí el ceño y mire hacia donde se encontraba su mirada. Ahí estaba. Pero no estaba solo, a su lado divise a Derek, que se encontraba apuntándolo con el dedo. Parecía enojado.
Observe un poco más, cuando sus ojos chocaron con los míos y enseguida note como su cuerpo se tensaba.
Inmediatamente Derek siguió su mirada y note como una pequeña sonrisa traviesa salía de sus labios.


Suspire y tome un poco de mi gaseosa.-No puede ser..-murmure. 



Sentí como Loan apretó mi hombro en forma de consuelo.-Tranquila, demuéstrale indiferencia. -sugirió mientras asentía con la cabeza



-Iré al baño.-dije y me levante de mi asiento- 



-¡Yo voy contigo! .-exclamo mi amiga mientras se levantaba de su asiento y seguía mis pasos.


Atravesamos algunos juegos cuando encontramos los baños públicos. Entre a uno disponible, y cerré la puerta, dejando a mi amiga cuidando.
En cuanto termine, acomode mi ropa y cuando estuve a punto de salir, escuche un fuerte estallido que hizo sobresaltarme y varias personas gritando.



Oí varios golpes en la puerta.-¡Thea, sal de ahí! .-exclamo mi amiga 



Abrí la puerta mientras fruncía el ceño.-¿Qué ocurre? .-cuestione. 



-No lo sé, pero debemos encontrar a los chicos .-dijo mientras su voz se quebraba de miedo, tomo mi brazo y corrimos hacia donde estábamos antes. Pero otro estruendo hizo que frenáramos de golpe acompañado de nuestros pequeños chillidos.
Una multitud de personas gritando se hizo presente frente a nosotras, así impidiéndonos el paso hacia más adelante. Definitivamente no íbamos a encontrar a los chicos.
Trate de respirar hondo mientras sostenía la mano sudorosa de mi amiga. No sé que estaba ocurriendo, ni que había ocasionado esos estruendos. Debía pensar con claridad. Debía encontrar otra salida. 



Entre todo el caos pude ver una cabellera rubia, acompañado de un tipo con cabello negro y sabia que se trataban de Nick y Loan. 



-¡Ahí están Nick y Loan! .-exclame mientras los apuntaba con mi dedo



Oí a Lila suspirar de alivio.-Ven, vamos .-dijo mientras nos levantábamos. Observe a mi amiga correr hacia ellos, pero antes de que yo pudiera hacerlo, unos brazos me tomaron por la cintura y cubrieron mi cabeza con una bolsa de lana, mientras me cargaban sobre un hombro desconocido.



-¡Hey! ¡¿Qué esta sucediendo?! .-grite mientras pataleaba tratando de zafarme. Oí el chillido de Lila mientras gritaba mi nombre.-¡Lila! .-grite horrorizada 



Pero nadie respondió. Sentí como el hombre que me llevaba, corría hacia un lugar lejano ya que los chillidos de las personas cada vez se hacían más lejanas.
El miedo se apodero de todo mi cuerpo, quería soltarme, que esto sea solo una simple broma.


Pero sabía perfectamente que no lo era. 




Mi mundo dado vuelta ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora