-Bueno y dime; ¿qué es para ti ir despacio? -Preguntó haciendo formas abstractas con la yema de sus dedos en mi estómago. Reí, causando que a él se le formara una sonrisa de medio lado en la cara.-No dormir en la misma cama, ni hacerme caricias en la barriga tras haber amanecido juntos. -Dije entre risas mientras me giraba para darle un pequeño beso en la nariz.
-Mm, creo que costará eso de or despacio. -Dijo pensativo, rodeándome con sus brazos. Sonreí como una niña pequeña.
-Pero lo necesito. -Susurré contra la piel sensible de su cuello, haciendo que se estremeciera. Él me besó la frente.
-Lo sé. -Se limitó a decir en un susurro.
Él se levantó de la cama, y yo temí que se hubiese enfadado conmigo. Me puse a gatas a los pies de la cama y tiré de su camiseta.
-¿Dónde vas? -Murmuré haciendo pucheros.
-Creí que te dije que te llevaría a conocer a mis padres. - Refunfuñé. -No tienes porqué ir si no quieres.
-No es eso... Me da miedo no gustarle a tus padres. - Me hice un ovillo en la cama. Oliver se sentó a mi lado y me acarició el pelo.
-Les caerás genial, ya verás. Además, te dije que te presentaría como mi amiga por esto de ir "despacio". -Dijo y puso los ojos en blanco, sin embargo sonreía. -Vamos, anda. -Tiró de mí para levantarme y yo intenté resistirme, sin embargo, fue en vano.
-¿Qué me pongo? -Pregunté con las puertas de mi armario abiertas, dejando ver le desastroso montón de ropa que había dentro.
-Ponte algo cómodo. -Lo miré mal y él se encogió de hombros. -Estás guapa con todo. -Sonreí negando con la cabeza y saqué una camiseta blanca del armario y unos vaqueros.
Me giré para decirle que me iba al baño a cambiarme, pero cuando me lo encontré poniéndose los pantalones frente a mí, me di cuenta de que ya poco importaba si me cambiaba aquí, justo frente a él, o en el baño. Me cambié -rápido para que no tuviera oportunidad de verme más de la cuenta- y tiré de Oliver hasta afuera de la casa.
**
Casi me caigo de bruces al salir del coche, gracias a que mis malditas piernas temblaban y mis rodillas habían decidido doblarse. Gracias a Dios, Oliver me agarró a tiempo.
-¿Nerviosa? -Preguntó con una sonrisilla burlona, mientras andábamos hacia la puerta.
-No, que va. - Dije sarcástica, él soltó una carcajada.
Pegó a la puerta y nos abrió una mujer bajita, de pelo castaño y piel muy pálida. Suspuse que sería la madre de Oliver.
-¡Hola, cariño! -Dijo abrazando a su hijo. Luego se separó y me miró a mi con los ojos muy abiertos. -Vaya... Eres aún más guapa de lo que había oído. -Dijo emocionada y me apretó fuertemente contra ella. -Yo soy Annabeth, la madre de Oliver.
-Yo Rachel. - Dije sonriente. Tras haber conocido a la madre, y viendo cuan encantadora era, estaba mucho menos nerviosa.
Tras separarse del abrazo, la mujer me sonrió amablemente y me invitó a entrar.
-Ponte cómoda, cariño. Yo voy a seguir preparando la comida.
-¿Quiere que la ayude?
-¡No, hija! No te preocupes, tu eres la invitada. -Dijo y desapareció en la cocina.
-Papá, ésta es Rachel.
-Oh, hola. Yo soy Henry, el padre de este estúpido. -Dijo riendo, luego se levantó del sofá y me abrazó. -Encantado.
-Igualmente. -Sonreí. -¿Eso es un documental sobre delfines?
-Sí, pero si quieres puedes quitarlo. Este viejo ya solo se entretiene con estas cosas. -Rió.
-No, no; me encantan los delfines. -Dije sentándome a su ladopara ver el documental. El sonrió y miró a su hijo.
-Me encanta esta chica.
***
-Espero que te guste, lo he hecho con todo mi amor, cielo.
-Seguro que sí. -Dije tomando el plato que Annabeth me tendía.
-Que aproveche. -Dijo Oliver con la boca llena tras la mirada acusadora de su madre.
Lo probé y he de decir que estaba delicioso. Annabeth era casi igual de buena cocinera que mi madre.
-¿Qué tal?
-Buenísimo, Annabeth. -Dije sonriente
***
-¿Crees que le habré caído bien a tus padre? -Pregunté preocupada, apoyando mi cabeza en su pecho.
-¿Estás de broma? Creo que le caes mejor que yo. -Rió y yo me uní a él. -Te quiero, Rachel.
-Oliver.... -Le advertí.
-Ya, ya, hay que ir despacio. No te pido que me correspondas, solo te hablo sobre mis sentimientos.
-Gracias por respetarme. -Le di un beso en la mejilla. Él me acarició el pelo.
-¿Sabes? Me gustaría de verdad pasar toda mi vida contigo. -Lo miré. -Es decir, piénsalo; despertar y que lo primero que vea sea tu cara, desayunar juntos, preparar a los niños para ir a dormir, jugar con ellos... ¿No sería genial?
-Supongo que sí. -Dije con una sonrisa tonta, imaginando como de preciosos serían nuestros hijos.
-¿Vamos? -Preguntó contra mi pelo.
-¿Qué hora es? -Refunfuñé.
-Las nueve y media. -Gruñí y me escondí en su cuello. -Si te pones así no voy a llevarte a casa, no es como si yo quisiera separarme de ti.
Le di un beso corto en los labios y me levanté, dándole la mano a él para ayudarlo a levantarse.
Después de dejarme en casa, Oliver se fue, dejándome sola con mis alocados pensamientos sobre dos pequeños niños de pelo castaño y sonrisa perfecta correteando por una casa mía y de Oliver. ¿Es muy raro pensar en eso? Yo vestida de novia junto a Oliver. Yo dándole el pechoa nuestros hijos. Yo besando a Oliver. Yo embarazada.
Quería una vida junto a Oliver. Realmente la deseaba, pero necesitaba ir despacio para asegurarme de mis sentimientos y no dañar a Oliver.
Quería a Oliver.
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Love is HORRIBLE (I think) {#TM2)
Novela JuvenilTeenager Mum 2⚠ Rachel, la mejor amiga de Heather, es una completa negada al amor. Es una chica bastante atractiva, pero no consigue más que líos de una noche y poco más. Ella no necesita un chico, ella no quiere saber nada del amor... ¿Acaso el amo...