Yo también tuve depresión

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Hoy voy a sincerarme con vosotros y dedico este capítulo a niños que estáis pasando por esto o hayáis sufrido este estado tan duro como es la depresión. 

Yo no he sido esta persona que parece resistente como el hormigón capaz de reírse de todo porque le da igual las cosas malas. Hubo una época en la que considero que realmente llegue al fondo de la depresión. 

Que estés triste se resume a que no eres feliz, a que estas pasando por una depresión. Algunos llevareis poco tiempo en ese estado depresivo y otros llevareis toda vuestra vida y ya seréis expertos en estar tristes, sí, suena muy mal y seguramente a vosotros también os suena mal pero como si lleváis poco tiempo o mucho en ese estado irremediable, eso quiere decir que no tenéis ni idea de como solucionarlo o siquiera por donde empezar.

No os digo que este capítulo os vaya a solucionar la vida, no os digo ni por asomo que después de leer este libro superareis la depresión como por arte de magia y ya no volváis a estar tristes nunca mas porque simplemente yo no tengo esa capacidad pero es que te digo más, tus amigos no tienen esa capacidad, tus padres no tienen esa capacidad y ni siquiera los profesionales tienen esa capacidad, ninguno de ellos la tiene ni la tendrá jamas.La buena noticia es que a pesar de que nadie pueda "curarte" de un estado así es que tu si que puedes tener esa capacidad. La depresión es una cárcel en la que tu mismo eres el prisionero y el carcelero, la cerradura y la llave al mismo tiempo y para que entendáis voy a contaros mi historia.

"El hombre que debería ser mi padre, al enterarse de que tenía una hija, le exigió a su novia que abortara a la bebe porque él no tenia entre sus planes cuidarme y mantenerme y aprovecho que yo aun era una niña para irse antes de que yo pudiera recordar su cara. Mi madre se horrorizó al pensar que el hombre que había sido su primer amor era capaz de matar a un bebe inocente antes de nacer e ignoró la petición de su ex novio. Ella al saber que iba a ser madre, se llenó de ilusión por conocer a su bebe y dejo que naciera.  

 Mi niñez fue muy feliz pues vivía con mis abuelos maternos y mi madre soltera en la ciudad. Mi madre estudiaba para sacarse el graduado escolar mientras yo me quedaba con mis abuelos que me cuidaron y me educaron de buena manera sin necesidad de guarderías pero tras pasar tres años mi madre decidió volverse a enamorar y así buscarme un padre que nunca tuve y sus amigos le presentaron al segundo amor de su vida con el que se casó en septiembre del 2000. 

A partir de esa boda con ese padrastro que nunca me cayó bien porque me obligó a abandonar la vida, los amigos y la casa que me hacían feliz y a compartir a mi madre con otra persona, nada me volvió a hacer feliz. "

Con esto no digo que tuviera la peor infancia del mundo ni me estoy intentando comparar con los niños que viven en países en guerra pero no por ello puedo  pensar que la mía fuera una vida ideal. A pesar de esto siempre luché por seguir adelante y buscaba todas las soluciones posibles para hacer mi vida mas confortable, me dedicaba a hacer las cosas que me gustan como escuchar música, jugar en la calle, ver los dibujos, cantar,  dibujar,escribir historias imaginadas o jugar a videojuegos . Esa era mi forma de refugiarme de los problemas y me fue de gran ayuda porque así mis problemas dejaron de importarme.

Sé que muchas personas piensan que los problemas no hay que evadirlos sino enfrentarlos y mucha gente os habrá dicho esto a lo largo de vuestra vida pero hay una gran diferencia entre un problema que es solucionable y un problema que está totalmente fuera de nuestro alcance y que no hay forma alguna de arreglarlo.

Lo cierto es que los problemas que nos llevan a la depresión son problemas que realmente no tienen solución alguna o por lo menos que están fuera de nuestro alcance, entonces ponerte a confrontar algo que no puedes solucionar es ridículo, es perder el tiempo, es dedicar tu vida a algo que no puedes arreglar, es pensar demasiado y dedicar tu tiempo vital a amargarte y por eso odio ese consejo si es que se le puede considerar un consejo. 

No hay que evadir los problemas porque evadir significa que le tienes miedo, evadir los problemas significa que no quieres ni mirarlos porque solo de verlos te puedes echar a llorar pero el buen camino es que simplemente los problemas no te importen y esa es la base de todo, cuando te den absolutamente igual todo lo que ocurra a tu alrededor, en ese momento los problemas no se desvanecerán, nunca se desvanecerán jamas pero dejaran de tener importancia. Lo cierto es que los problemas nunca desaparecen, no importa lo que ocurra ni donde estés, no van a desaparecer nunca.

La gente tiende a pensar cosas como "cuando tenga mas dinero no tendré mas problemas" o "cuando termine mis estudios se acabará esto" o " cuando me mude esto ya no será así" pero incluso hasta la gente más rica, mas poderosa y con mas éxito del mundo y que este genial de salud, incluso esa persona tiene problemas, todos tienen problemas. 

Lo cierto es que no existe la vida sin cosas que nos amarguen y que nos causen dolor, eso quitátelo de la cabeza desde ya porque la vida es una sala de torturas de la cual solo podemos salir muertos.

 Pero claro, también estoy seguro de que pensarás que eso es muy fácil decirlo ¿verdad? pero muy difícil hacerlo ¿lo es?¿ quien decide exactamente la importancia de tus problemas?¿ lo deciden tus profesores?¿tus padres?¿el presidente del gobierno?. El único que decide la importancia que le das a los problemas, eres tu mismo, eso lo determinas tu y solo tu.

La próxima vez que vayas a pensar en tus problemas, en lo amargado que estas porque te duele algo o porque no te hace caso las personas que quieres o estés pasando por una mala situación familiar, pregúntate esto, si tus problemas realmente no tienen solución, ¿para qué preocuparse? y si tus problemas tienen solución ¿para qué preocuparse?. Molestate un rato en analizar esta frase y repitela varias veces en tu cabeza y compréndela bien hasta grabatela a fuego en tu cabeza. 

Si tan fácil es tomar una decisión, que lo es porque es fácil decidir lo que quieres y lo que no quieres, entonces ¿por qué te cuesta tantísimo decidir algo que es bueno para ti, que necesitas con urgencia?¿por qué te cuesta tanto decidir que no quieres seguir en tu depresión?. Es tan sencillo que tu primera decisión no debe empezar por ahí, intentar superar una depresión diciendo quiero ser feliz es como hacer un dibujo deseando terminar sin saber que vas a dibujar al final.

Sigo con mi historia contando justo lo que me hizo caer en depresión que fue trasladarme con mi familia a otra zona en la que los vecinos no son de fiar y donde esta todo el peligro y para olvidarme de dicha mudanza me aficioné a jugar a las muñecas hasta tal punto que ignoraba a la gente cuando quería invitarme a salir, ya no me hacía salir a la calle y fue a partir de ahí que empecé a encerrarme en casa, acostumbrándome a jugar sola a hablar con mis muñecas y me imaginaba el futuro que me gustaría vivir y mientras pasaba el tiempo, menos dinero tenía para cumplir mis deseos. 

Al no relacionarme con nadie, los demás niños me tomaron como una basura llamándome cosas feisimas que de tanto repetírmelas, yo también empece a creer que todo lo que me decían era verdad y esos dañinos comentarios dejaron de importarme. Y es que cuando empiezas a pensar en ti, lo que ocurre a tu alrededor deja de importar.

Por eso sé fuerte para enfrentar a todos los que causan tu depresión y dile a tus problemas que tienes motivos para olvidarlos, que ya no te importan y dejaran de dolerte.

Trastornos psicológicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora