La demencia es un problema del cerebro que hace que a una persona se le haga difícil recordar, aprender y comunicarse. Después de un tiempo esto hace que a la persona le sea difícil cuidarse por su propia cuenta.
La demencia también puede cambiar el temperamento y la personalidad de una persona. Al principio, la pérdida de la memoria y la dificultad para pensar con claridad puede molestar a la persona que tiene demencia. Luego, pueden comenzar trastornos del comportamiento y otros problemas. Pueden dejar de ser capaces de pensar lo suficientemente bien para llevar a cabo las actividades normales, tales como vestirse o comer. Los pacientes pueden estar agitados o ver cosas que no existen.La pérdida de la memoria es un síntoma común de demencia. Sin embargo, la pérdida de la memoria en sí no quiere decir que usted tiene demencia. Las personas con demencia tienen problemas serios con dos o más funciones cerebrales, tales como la memoria y el lenguaje. Aunque la demencia es común en personas mayores, no es parte normal del envejecimiento.
Muchas enfermedades diferentes pueden causar demencia, incluyendo la y el (ACV). Existen medicamentos que se encuentran disponibles para tratar estas enfermedades. Aunque estas medicinas no pueden curar la demencia o reparar el daño cerebral, pueden mejorar los síntomas o hacer más lento el avance de la enfermedad.
Puede ser degenerativa, cuando se produce una muerte progresiva e irreversible de las neuronas y no degenerativas cuando la pérdida de neuronas puede detenerse, como en el caso de la demencia causada por el , donde la pérdida de neuronas finaliza cuando el paciente deja de consumir alcohol. También pueden considerarse primarias cuando la demencia es, en sí misma, el principal trastorno que presenta el paciente; y secundarias, cuando el deterioro de las funciones intelectuales se produce a consecuencia de otros factores como un trauma craneoencefálico, una intoxicación por alcohol, fármacos o drogas, un déficit de vitaminas.
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Trastornos psicológicos
Non-FictionLos niños experimentan una crisis de personalidad a partir de los 6 años cuando inician el desarrollo en su sistema nervioso. Es ahí cuando adquieren habilidades como leer, escribir, pensar, relacionarse, creer, imaginar y manifiestan sentimientos...