Este trastorno de origen neurológico, habitualmente consecuencia de una lesión cerebral Provoca que los pacientes pronuncien su lengua materna como lo haría un hablante extrangero. No es, pues, una amnesia ni un problema de pérdida de léxico. Entre los ejemplos más estudiados se encuentra el de un inglés que hablaba con acento chino; o un argentino que amaneció expresándose en castellano con un exótico deje eslavo. Lo más curioso es que los afectados no parecen tener relación con la cultura que los posee.
El síndrome del acento extranjero puede generar un gran impacto psicológico en quienes lo sufren y ven que pasa el tiempo sin que puedan recobrar su verdadera voz.
Las secuelas del derrame o del traumatismo pueden provocar que queden dañadas las zonas del cerebro responsables de nuestra capacidad para hablar y de la coordinación de los músculos de la boca que hacen posible el habla, cambiando como consecuencia de ello la forma y el ritmo de pronunciación de las personas afectadas, y generando la sensación de que hablan con acento extranjero.
Y hablamos de sensación porque es simplemente eso, una sensación, ya que para los expertos en el tema el verdadero síndrome está en las personas que escuchan, porque hablamos de un trastorno en la pronunciación, no de un cambio en el acento, aunque esto último haya servido para ponerle nombre. No en vano, los científicos han comprobado durante el estudio de casos que cada persona del entorno asocia la forma de hablar del paciente con un acento distinto, y lo que para unos suena a francés, para otros tiene un claro deje italiano.
El síndrome del acento extranjero puede desaparecer por sí solo en cuestión de semanas o meses, pero hay personas en las que se vuelve crónica, requiriendo terapias de lenguaje o tratamiento, ya que esta enfermedad puede generar un gran impacto psicológico en quienes la sufren y ven que pasa el tiempo sin que puedan recobrar su verdadera voz.
Hasta ahora el tratamiento habitual en estos casos pasaba por la aplicación de terapias y técnicas lingüísticas que permitían a los afectados recuperar, si no en su totalidad, sí en parte, su dicción anterior a la aparición del síndrome. En 2010, y en el marco de la misma investigación mencionada, el grupo de científicos combinó estos ejercicios de rehabilitación con la prescripción del medicamento donepezil, utilizado de forma habitual para . Gracias a este tratamiento conjunto observaron síntomas de recuperación "muy notables" en la paciente española afectada por la enfermedad.
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Trastornos psicológicos
No FicciónLos niños experimentan una crisis de personalidad a partir de los 6 años cuando inician el desarrollo en su sistema nervioso. Es ahí cuando adquieren habilidades como leer, escribir, pensar, relacionarse, creer, imaginar y manifiestan sentimientos...