Es un trastorno del estado de ánimo considerado una forma leve de trastorno bipolar. Se caracteriza por la presencia de múltiples episodios de hipomanía con o sin irritabilidad, junto con episodios alternantes de depresión leve o moderada que no llegan a cumplir los criterios básicos para el diagnóstico de un episodio depresivo mayor.
Puede ir acompañada de ansiedad. Es la variable más inofensiva de la bipolaridad que suele ser crónico y puede llegar a durar muchos años e incluso toda una vida; sin embargo si se diagnostica y se trata a tiempo, existe posibilidad de que desaparezca por completo.
La tasa parece igual para hombres y mujeres, aunque se ha comprobado que en las mujeres buscan tratamiento más a menudo, el cual es imprescindible para evitar que evolucione hacia una forma más grave de bipolaridad. La pareja puede ser una de las más afectadas por este trastorno.
Parece tener una importante contribución génetica, similar a la de los subtipos de bipolaridad afectiva, que se ha demostrado con un amplio abanico de estudios de gemelos, mellizos, hermanos o amigos. También están implicados las experiencias vitales o las condiciones de vida y las dificultades interpersonales. Además, algunas hipótesis plantean que los episodios hipomaníaticos tienen un significado en el contexto de personas que desean alcanzar objetivos o evitar la depresión.
El tratamiento de este trastorno puede incluir, además de determinados fármacos, una variedad de técnicas de psicoterapia que ayuden al afectado a prevenir futuros episodios. Es frecuente que dicho tratamiento incluya estabilizadores del estado de ánimo o antidepresivos con o sin benzodiazepinas.
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Trastornos psicológicos
No FicciónLos niños experimentan una crisis de personalidad a partir de los 6 años cuando inician el desarrollo en su sistema nervioso. Es ahí cuando adquieren habilidades como leer, escribir, pensar, relacionarse, creer, imaginar y manifiestan sentimientos...