La dislexia es un trastorno caracterizado por una dificultad para la comprensión de textos escritos, así como para distinguir o memorizar letras o grupos de letras, entre otros problemas. No es una discapacidad intelectual. Se considera una de las dificultades específicas del aprendizaje, junto con otras que afectan fundamentalmente a la comprensión oral y escrita del lenguaje. Su presencia suele detectarse entre los ocho y los 13 años de edad.
Esta afección hace que, en general, resulte muy difícil llevar a cabo un aprendizaje normal, y puede ser más o menos incapacitante en función de qué tipo de síntomas predominen en cada individuo.
Los síntomas que manifiestan los pacientes con dislexia pueden aparecer como un conjunto o, lo que es más habitual, de forma aislada. Podría decirse que estos síntomas tienen dos orígenes; por un lado se encuentran los factores neurofisiológicos, debidos a una maduración más lenta del sistema nervioso y, por otro lado, existe un factor psicológico, debido a las presiones y tensiones que influirán en el progreso del trastorno.
La dislexia representa el trastorno neuropsicológico más frecuente en la infancia. Es un problema mucho más común de lo que puede creerse, se estima que una de cada diez persona puede ser disléxica (8-10% de los niños escolarizados, sin una prevalencia muy exacta en el resto de la población), aunque muchos de ellos ni lo saben. Es algo más habitual en niños que en niñas, y habitualmente con varios casos en una misma familia aunque algunos no hayan sido diagnosticados.
Esta alteración suele lastrar al desarrollo escolar y profesional de quien lo padece, incluso afectar a su desarrollo madurativo y emocional, ya que muchas veces se les presiona desde el entorno por entender que sus dificultades se deben a un retraso intelectual que no es tal. Solo en España se calcula que el 40% de los abandonos escolares esconden detrás un problema de dislexia. De ahí la importancia de una detección precoz, en la que profesores y padres tienen mucho que ver, si bien su diagnóstico solo puede realizarse en una determinada etapa de la infancia
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Trastornos psicológicos
Non-FictionLos niños experimentan una crisis de personalidad a partir de los 6 años cuando inician el desarrollo en su sistema nervioso. Es ahí cuando adquieren habilidades como leer, escribir, pensar, relacionarse, creer, imaginar y manifiestan sentimientos...