La Fobia social es un fuerte miedo irracional hacia situaciones de interacción social. Por ejemplo, la persona que padece Fobia social siente ansiedad extrema al ser juzgado por otros, al ser el centro de atención, por e, incluso, al hablar por teléfono con otras personas.
Los fóbicos sociales son conscientes de que no deberían sentirse tan mal ante las situaciones desencadenantes, pero son incapaces de controlar su y su . Además, suelen evitar las situaciones que provocan la sintomatología de este trastorno, pues no son capaces de soportar el malestar.
Entre estos individuos existen diferentes grados del trastorno, y algunas personas pueden sentir los síntomas en algunas situaciones sociales, mientras otros pueden sentirlos en todas las situaciones sociales .
Suele iniciarse durante la adolescencia, y es habitual que las personas que la sufren no busquen ayuda hasta después de diez años de presentar síntomas. Como la mayoría de las fobias, el ambiente juega un papel determinante en su aprendizaje.
Pese a que algunas investigaciones indican que puede deberse a un desajuste de neurotransmisores, las experiencias traumáticas del pasado, el haber crecido sobreprotegido por la familia o la limitación de oportunidades de interacción social son los factores causantes más comunes de esta fobia.
La sintomatología de la fobia social no es diferente a la de otras fobias, pues los individuos que sufren fobia social presentan síntomas ansiosos y miedo extremo en las situaciones sociales diarias. Piensan que son vigilados y juzgados por todo el mundo y cuando hacen las cosas mal sienten mucha vergüenza. El miedo y la ansiedad que sienten es tan intenso que interfiere en su trabajo, el colegio y otras actividades del día a día.
Además, otros síntomas de la fobia social incluyen: dificultad para hablar, náuseas, sudoración profusa y temblores.
Como se ha comentado, las personas con este tipo de fobia suelen evitar las situaciones que pueden provocar el malestar y los síntomas expuestos. Entre estas situaciones se encuentran: Asistir a fiestas y otras reuniones sociales, Comer, beber y escribir en público, Conocer nuevas personas, Hablar en público y Utilizar los baños públicos.
El que se utiliza habitualmente para tratar la Fobia social es la , ya que ayuda y facilita conocer el origen del problema y el desarrollo de nuevas formas de resolver las situaciones o fobias temidas. La TCC se centra en entrenar al paciente para detectar los pensamientos irracionales y reemplazarlos por aquellos que van a mejorar su calidad de vida. Además, la Terapia Cognitivo Conductual también incluye estrategias de exposición a los estímulos temidos, de esta manera el paciente experimenta por sí mismo la irracionalidad de la fobia.
Por tanto, el tratamiento más frecuente incluye estrategias de reestructuración cognitiva, entrenamiento de habilidades sociales, relajación y exposición. Es importante entender que la exposición es suficiente para la fobia social específica, pero para la fobia social generalizada existen diferentes programas de intervención que incluyen distintas estrategias. Hay tres de los programas más utilizados:
Terapia cognitivo conductual en grupo de Heimberg y cols: Reestructuración cognitiva, tareas conductuales en grupo y exposición a situaciones cotidianas reales.
Terapia cognitivo conductual comprensiva de Davidson y cols : Reestructuración cognitiva, tareas conductuales en grupo y exposición a situaciones cotidianas reales y entrenamiento en habilidades sociales.
Terapia cognitivo conductual de Clark y cols: propone un Protocolo de Tratamiento Individual más centrado en aspectos cognitivos .
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Trastornos psicológicos
Non-FictionLos niños experimentan una crisis de personalidad a partir de los 6 años cuando inician el desarrollo en su sistema nervioso. Es ahí cuando adquieren habilidades como leer, escribir, pensar, relacionarse, creer, imaginar y manifiestan sentimientos...