Capítulo 45 "Madre sobreprotectora"

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Daniela
-(se enojo y se fue corriendo al cuarto) Como quieras (le gritó, mientras subía las escaleras

Saul
-Solo quería ir a ver a Felipe, nunca le prohibiste eso

Altagracia
-Nunca la habían secuestrado, tú sabes el miedo que tengo cada vez que ella sale a la calle pensando una y otra vez que se la pueden llevar , no Saúl no lo sabes y si me va a llevar la vida en ello protegiendo a mi hija, a mis hijas lo haré

Saul
-Relájate, nadie te está atacando, tú nunca entiendes, todo lo quieres hacer a tu manera, Daniela es igual a ti, dime algo ¿Cada vez que quiera salir le vas a decir no?

Altagracia
-Cada vez que quiera salir, lo hará conmigo o contigo, así de simple, no me arriesgaré a perderla de nuevo

Saúl
-Ruégale a Dios, que no te termine odiando

Catalina
-Mami, me ayudas con esto

Altagracia
-Claro mi vida (se sentó al lado de ella y les ayudo con la tarea, Saúl con Maia, se miraban a lo lejos, no se sabía si enojados o con ganas no seguir peleando)

La noche cayó, la luz de la luna reflejado en las estrella, entraban por el vidrio de la ventana, iluminando todo el cuarto de Altagracia y Saúl.

Habitación Matrimonial A&S

Altagracia
-Me voy a meter a bañar, le puedes decir a la muchacha que me suba un té

Saúl
-Está bien (Saúl bajo y el mismo subió el té para Altagracia, se lo llevó al jacuzzi) Aquí está

Altagracia
-Gracias, déjalo ahí

Saúl
-Vamos a estar así toda la noche

Altagracia
-¿Así como?

Saúl
-Así, como si nada hubiera pasado, hablamos por favor

Altagracia
-Ya dijimos lo necesario Saúl, voy a proteger a mis hijas, cueste lo que me cueste

Saúl
-Llevándote por delante a todo el mundo, ¿Y que, mi opinión no cuenta?

Altagracia
-No quiero excluirte de nada, pero tú y yo no pensábamos igual en este sentido

Saúl
-También amo a mis hijas, y las voy a proteger siempre, aún sabiendo que tú manera no es la correcta

Altagracia
-¿Mi manera? (Era hora de actuar, se paro del jacuzzi completamente desnuda, así quedo frente a Saúl)

Saúl
-Se lo que estás tratando de hacer

Altagracia
-¿Que? (Camino hacia el, y cruzó los brazos por su cuello)

Saúl
-Pretendes que me olvide de todo, haciéndote el amor toda la noche

Altagracia
-Yo no pretendo nada, si mal no recuerdo, en la mañana estuviste a punto de hacerme el amor, en mi oficina, a plena luz del día

Saúl
-Se perfectamente lo que hice esta mañana (el cuerpo de Altagracia lo enloquecía, apretó sus malos empuñándolas con fuerza, intuía que si la tocaba con las manos, no la soltaría)

Secretos de una Adúltera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora