Capitulo 66 "Te perdono"

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Altagracia
-(creo que tome demasiado, lo último que recuerdo anoche es que baje a buscar una botella más de tequila, me emborraché sin importarme nada, no supe del mundo en toda la noche, hasta esa mañana que Saúl entro a la habitación, de alguna manera se daría cuenta que tome en exceso, una de las botellas de tequila estaba tirada en el suelo y la otra con el último trago que le quedaba encima de mi cama)

Saúl
-(Llego a la casa, pasó toda la noche fuera pensando una y otra vez lo que hablo con Altagracia, cuando llegó subió hasta la recámara y vio a Altagracia, primero pensó que estaba dormida, pero eran casi las 12:00 de la mañana, eso era imposible, hasta que claro se dio cuenta de la botella de tequila alrededor de ella, trató de despertarla, hablándole, moviéndola, hasta que está cayó en cuenta y comenzó a moverse) Altagracia despierta

Altagracia
-(abrió los ojos una y otra vez, haciéndolos parpadear) Déjame 

Saúl
-(no sabia quien era, apenas despertaba y por lo que noto no veía mucho) Levántate Altagracia (la cargo de un brazo apoyándola contra su cuerpo y la llevo hasta la regadera, abrió el agua fría) Vamos metete allí

Altagracia
-(apenas sintió el agua fría caer por su cabeza y recorrer su cuerpo, de quejo) Está helada

Saúl
-Eso te pasa por tomar tanto (ahí la dejo un par de minutos que le cayera el agua fría mientras el fue por algo para taparla cuando la sacara) Altagracia vamos quítate esa ropa, aún huele a tequila

Altagracia
-Ya déjame en paz (seguía cubriéndose el rostro y quitándose el agua que pasaba por el)

Saúl
-Hazme caso (Saúl termino por quitarle la ropa, Altagracia no quería cooperar ante la situación; la desnudo, cerró la llave del agua y la saco del baño con una bata encima) ¿Porque tomaste tanto?

Altagracia
-No me grites

Saúl
-No te estoy gritando, quiero saber lo que te pregunte

Altagracia
-(por lo menos el agua fría la había despertado un poco; el dolor de cabeza se intensificaba) Necesito algo para el dolor de cabeza

Saúl
-Lo que necesitas es un café, y muy cargado, ven (la tomó del brazo y la llevo hasta la cocina, no la dejaría un segundo sola)

Altagracia
-(Saúl le sirvió una tasa de café cargado, muy cargado) ¿Que haces aquí?

Saúl
-Tenemos que hablar

Altagracia
-Anoche lo dijimos todo (dijo mientras tomo un gran trago de café)

Saúl
-No lo suficiente

Altagracia
-Claro, te falto insultarme más ¿No?

Saúl
-No (se acercó a ella) me arrepiento de lo que dije ayer

Altagracia
-¿De que? ¿Del hecho de haberme llamado prostituta? O ¿De desconfiar de mi una y mil veces?

Saúl
-No dije eso

Altagracia
-No con sus letras, pero dudaste de que Maia y Cata fueran tus hijas y eso no te lo voy a perdonar

Saúl
-Lo se, fui un estupido, Perdóname (se arrodilló frente a ella)

Secretos de una Adúltera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora