Secretos de una Adúltera

Capitulo 42 "Uno solo"

Daniela
-Por fin nos vamos a casa

Daniela y Saúl cargaron las cosas de Altagracia, caminaron hasta el estacionamiento del hospital y se fueron a casa

Casa Aguirre Sandoval

Regina
-Altagracia (me acerqué a ella, la abrace por unos segundos y me separé) gracias a Dios, no te pasó nada grave

Altagracia
-Hay que dar gracias a Dios que Daniela está bien y con nosotros

Saúl
-Altagracia debes descansar

Daniela
-Si, vamos a tu recámara

Altagracia
-Subamos, quiero ver a tus hermanas (los tres subieron al cuarto de las niñas) Mis niñas (dijo encantada, acercándose a ellas para abrazarlas) 

Maia
-¿Que te pasó mami?

Daniela
-Mami, está bien, solo se cayó de las escaleras (les dio un beso a ambas en la frente)

Altagracia
-Así es preciosa. Saúl, mi amor puedes acompañarme a la recámara

Saúl
-Vamos (se levantaron de la cama de las niñas y se fueron al otro cuarto) ¿Te sientes bien?

Altagracia
-Si, solo que necesitamos hablar, los dos, todo esto que a pasado, no tenemos nada de tiempo para nosotros (se sentó en la cama)

Saúl
-Para ti, tengo todo el tiempo del mundo (se acercaron lentamente, se miraron, sus ojos trasmitían tanto amor, tanta pasión, tanto de cada uno de ellos, y se besaron, delicadamente, Saúl la besaba como solo él sabía hacerlo, le hacía sentir demasiadas cosas en un solo beso, la situación comenzó a subirse de tono, el beso que comenzó tan inocente los llevaba al borde de la pasión y el deseo, perdiéndose en aquel beso. Altagracia inclinó su cuerpo y su cabeza hacia atrás, subió una de sus manos a la cabeza de Saúl y la otra en la espalda, sus bocas eran inseparables, podían besarse todo el día, pero el aire debía pasar entre los dos, inhalaron el aire que necesitaban y volvieron a juntar sus labios. Saúl le quitó la blusa, era mucha ropa para el, dejándola con el brassier al descubriendo, dirigió su boca hacia el cuello, y del cuello hacia los tirantes del brassier, sentía la piel de su amada, la besaba como si fuera la última vez que lo haría, con ayuda de una de sus manos, bajo un tirante del brassier, besándole el seno, así lo hizo hasta llegar al ombligo, desabotonó el pantalón)

Altagracia
-Saúl, espera

Saúl
-¿Que?

Altagracia
-La puerta mi amor (ambos sonrieron, y Saúl rápidamente se paró a cerrar la puerta con seguro)

Saul
-¿En que estábamos?

Altagracia
-En esto (en rodillas sobre la cama se dirigió a el, puso sus dos manos sobre la espalda y con una gran fuerza, lo tiro a la cama, quedando ella arriba, controlando la situación)

Saul
-Te amo

Altagracia
-Te amo

Saul termino el trabajo y le quitó el brassier, sus senos estaban pegados a su pecho, eso le encantaba, le fascinaba sentir ese calor, placer, deseo, todo eso que los descontrolaba en la cama, o en cualquier parte donde hicieran el amor.
Sus cuerpos ya desnudos en la cama, ahora era Saúl quien estaba encima de Altagracia, con movimientos fuertes comenzó a penetrarla, sus manos estaban posadas en los senos de Altagracia apretándolos con fuerza, ella arañaba su espalda, a los dos les gustaba hacer el amor de una manera única.

Altagracia
-Mi amor (dijo mientras recuperaba el aliento) me encanta como me haces el Amor