Quité mi rostro del hombro de Leyva, la película había terminado.—Es tan injusto que el haya hecho eso— Limpié una que otra lagrima que aun salían de mis ojos.
—¿Te gustó?— Me preguntó Leyva.
—No, fue solo una muestra más de que el amor no existe— Dejó salir una pequeña risa al escuchar mis palabras.
—Claro que existe, él en verdad la amaba.
—Si la amara no hubiese...— Callé al escuchar el sonido de la puerta abrirse, me tense al ver a Edward entrar.
—Llegué familia— Cerró la puerta detrás de él y caminó hacía nosotros, al percatarse de mi presencia frunció el ceño —¿Qué está pasando aquí?— Rápidamente me pare del sillón y Leyva se paro conmigo.
—Veíamos una película— Dijo la señora Raquel.
—¿Los tres?— La señora Raquel asintió —Parece que a alguien se le olvido el porque está aquí— Me miró.
—Papá, yo la invité— Se apresuró a decir Leyva.
—¿Y tú cómodamente aceptaste, verdad?— Su mirada seguía fijamente en mí.
—Papá..
—Ve a tu habitación jovencita, tenemos que hablar.
—Usted no es..
—_____, no— Leyva se giró quedando frente a mi para impedir lo que estaba por decir, me quedé quieta, era como si con su mirada me hiciera sentir calma y tranquilidad.
Dejé salir un suspiro y di la vuelta para ir a mi habitación. Era imposible de creer que le estuviera haciendo caso a los Leyva.
Tomé asiento en mi cama, y pude escuchar pasos acercarse a mi habitación, era Edward.
—¿Que es lo que quiere?— Dije cruzándome de brazos, él rió cínicamente.
—Siempre contestando de esa manera tan vulgar.
—Es la manera que merece que le hablen— Respondí y su sonrisa se borro.
—Escúchame bien niña estúpida, te quiero lejos de mi familia, en especial de mi hijo— Lo miré mal —Eres una maldita sirvienta y es tu unico papel en esta casa, que sea la última vez que te veo sentada pasando el rato muy cómodamente, tú único lugar es aquí o en la cocina.
—Estoy cansada de sus órdenes, usted no es nadie para decirme que hacer y que no.
—Bien, haz lo que quieras, pero te vas de mi casa.
—Leyva no dejara que me corra— Dije desafiante.
—No sabes con quién te estas metiendo— Me tomó del brazo haciéndome fuerza —Me vuelves desafiar y te arruino la vida, tanto que desearás estar muerta.
—Sue..suelteme— Dije con dificultad debido al dolor que sentía.
—¿_____, estás aquí?— Escuché la voz de Leyva a través de la puerta.
Edward puso su mano sobre mi boca para impedir que hablara, mis ojos se cristalizaron, cada vez hacia más fuerza con mi brazo y el dolor era insoportable.
—Me esconderé en el armario, y quiero que le digas lo siguiente— Me dijo un par de cosas en voz baja y después me soltó con brusquedad.
—¿_____?— Leyva golpeó de nuevo mi puerta.
—Ya voy..— Edward entró al armario ocultándose muy bien.
Traté de controlar mi respiración y me miré al espejo asegurándome que lucía normal. Abrí la puerta de mi habitación y me hice a un lado para que Leyva pasara.
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La Venganza | Freddy Leyva |
FanfictionUna Venganza contra la familia Leyva que deberá ser cumplida sin importar sus consecuencias.