Capítulo 33 •Me Quiere•

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Abrí mis ojos de golpe y trate de controlar mi respiración, había tenido otra pesadilla, pero esta era diferente, yo..yo mataba a Freddy.

Miré el reloj, ya era un día nuevo, había dormido bastante. Me levanté de la cama y rápidamente me cambié con ropa cómoda, tenía que empezar a trabajar, aunque sabía que me esperaba un gran regaño por parte de Edward.

Salí de mi habitación y escuché las voces de Freddy y Helen en la planta baja de la casa. Me acerqué al barandal de las escaleras para echar un vistazo, pero al instante me arrepentí de haberlo hecho cuando los vi besándose.

—¿____?—Lucy quién estaba en el pasillo comenzó a acercarse a mí.

Mientras sentía como algo dentro de mi dolía a paso acelerado regresé a mi habitación.

—_____..— Lucy entró a mi habitación detrás de mí.

—Vete— Me senté en el piso recargándome en mi cama.

—¿Que pasa _____?— Me preguntó triste.

—Odio mi vida, odio vivir aquí, odio sentir esto que siento..— Mi voz se cortó.

—¿Quieres contarme algo?— Se sentó junto a mi.

—Es Freddy..un día viene y me dice cosas tan lindas, y al día siguiente vuelve con su novia..es un estupido, solo juega conmigo.

—No es fácil el amor _____.

—¿Y a quien le importa el amor?

—A ti, como a todos— Respondió —Pero no es fácil para nadie.

—Yo quiero estar sola.

—Bueno..entonces tienes que estar feliz porque tienes lo que quieres, estás sola— La miré mal.

—Gracias, si que sabes consolar a las personas— Dije con sarcasmo.

—Vez, con eso me acabas de decir que no quieres estar sola.

—No se que es lo que quiero Lucy— Dije sintiendo un nudo en mi garganta.

—¿Por que te excluyes _____?

—No me excluyo.

—Si lo haces, tratas mal a una persona que te quiere y que se quiere acercar a ti, le pones distancia..

—Solo me prevengo— La interrumpí —No voy a dejar que me ilusionen para que después me..— Cerré mis ojos dejando salir algunas lagrimas.

—¿Después qué?

—Lucy yo se que soy horrible— Sollocé.

—No digas eso _____, tú eres increíble y muy hermosa— Negué.

—Lucy tú no me conoces.

—¿Ah no? ¿Entonces me vas a decir que todo este tiempo que llevas trabajando aquí y conviviendo conmigo no ha sido suficientemente para darme cuenta que dentro de ti hay un enorme corazón que necesita de amor?

—Basta..

—_____ Freddy está enamorado de ti y tú de él, ¿cual es el problema?

—Él no está enamorado de mí, si en verdad lo estuviera, no se hubiese besado con Helen— Dije triste.

—Lo está, y lo sabes— Suspiré —Él te quiere _____, dale una oportunidad.

—Es que mira supongamos que me hago novia de Freddy, él..él me va a conocer, verá lo horrible que soy y me dejará— Lucy puso su mano en mi hombro.

—Solo te dire una cosa ____. Tú no puedes decidir por él, si él quiere estar contigo ya tendrá sus motivos, pero no te apartes por lo que tú crees que el piensa, Freddy es el único encargado de decidir si quiere estar contigo o no— Sonreí levemente.

—Gracias Lucy, eres lo más cercano a una mamá que tengo— Esta vez ella sonrió.

—Bueno solo tengo trece años más que tu, pero si quieres verme como una mamá, está bien— La abracé.

—Creo qué debemos de empezar a trabajar— Dije secando mis lágrimas.

—Tenemos mucho trabajo, la fiesta de Freddy es este sábado.

—¿Fiesta? ¿Que fiesta?— Dije con confusión.

—Es su cumpleaños, ya te lo había dicho hace unas semanas atrás— Aclaró.

—Lo olvide— Hice una mueca —¿Que debemos de hacer?

—Sígueme— Se puso de pie y yo igual.

Bajamos las escaleras y obtuvimos la atención de Freddy y Helen, ya no se estaban besando, pero si seguían demasiado cerca.

—¡_____!— Helen se acercó rápidamente a mi y me abrazó —Que bueno que ya estés de regreso y que estás bien.

—Si, gracias por preocuparte— Fingí una sonrisa para después seguir a Lucy a la cocina.

Lucy comenzó a explicarme y darme instrucciones de todo lo que debíamos preparar para el sábado, faltaban solamente dos días pero a decir verdad no era tanto trabajo, parece que Freddy prefiere las fiestas sencillas.

Después de estar toda la tarde preparando todo lo que pudimos, la noche había llegado. No volví a escuchar las voces de Freddy y Helen en la casa, lo que me preocupaba era que de seguro se habían ido juntos y quizá mis pensamientos eran ciertos, habían regresado.

Terminé de limpiar la cocina y solté un pesado suspiro, al fin podría ir descansar.

—¿Que haces tú aún aquí?— Me sobresalté al escuchar la voz del señor Edward cuando iba camino a las escaleras, me giré para verlo, estaba parado detrás de mí.

—¿A que se refiere?

—Había dejado ordenes de que te despidieran antes de que regresara hoy de trabajar— Dijo con voz dura —Pero bueno, agarra tus cosas y vete de aquí ya mismo, estas despedida.

—¿Perdón? Usted no me puede despedir, no tiene motivos y ademas recuerde que si digo lo que he estado callando, su matrimonio se acabaría— Lo desafíe.

—¿Creíste que las puertas de esta casa seguirían abiertas para ti después de que te fuiste por quien sabe cuantos días? Niña este es tu trabajo, no tu casa, que te quede claro y si dices algo, te juro que te arrepentirás.

—¡No le tengo miedo Edward!— Grité enojada, este estupido pensaba que me intimidaría, pero estaba muy equivocado.

—¡Vete de mi casa en este momento!— Me tomó del antebrazo con fuerza.

—¿Que está pasando aquí?— Miré sobre el hombro de Edward, Freddy acababa de entrar a la casa —¡Papá suéltala!— Rápidamente se acerco a nosotros —¿Pero que te pasa?— Me acercó a él, tratando de protegerme.

—No quiero ni un segundo más a esta bastarda en mi casa, está despedida— Freddy lo miró furioso.

—Ella no ira a ningún lado— Dijo firme.

—¿Que no entiendes? ¡Se va! No puede seguir trabajando aquí después de que hace lo que le da la gana.

—Está bien, ya no trabajará aquí— Miré a Freddy confundida —Ella ahora vivirá aquí sin necesidad de trabajar..

—Eso es una locura— El señor Edward estaba rojo de la furia, sabía que odiaba que su hijo se pusiera en su contra.

—Papá, yo estoy enamorado de _____, creo que ya es hora de que lo sepas y cambies tu maldita actitud con ella, porque tarde o temprano será mi novia.

Tanto Edward como yo miramos sorprendidos a Freddy, él por el coraje que estaba invadiendo su cuerpo al escuchar a su hijo decir esas palabras, y yo porque no podía creer que Freddy me defendiera de esa manera, Lucy tenía razón, Freddy me quiere, de verdad que me quiere.

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La Venganza | Freddy Leyva |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora