La Venganza | Freddy Leyva |

Capítulo 12 •Otro Punto De Vista•

Ya no sabía que más hacer, había conocido gente difícil, pero ____ sobrepasaba los límites. Nunca la puedes tener de tu lado, siempre estará en contra. Y ni hablemos de hacerla reír, ¿acaso alguna vez se habrá reído? No creo, ademas todo en su vida era decir "no" "no te metas" "no me ayudes" "no te importa", estaba harto y mi paciencia se acababa.

Bajé las escaleras de mi casa, era hora de irme. Miré a mi mamá sentada en la sala y me acerqué a ella sonriente.

-Mamá, voy a salir con mis amigos, regreso en la noche- Di un beso en su frente.

-Esta bien corazon, aunque te he dicho que ya no tienes porque avisarme, tienes veinte años y eres libre de hacer lo que quieras- Reí levemente.

-Lo se mamá, pero quiero ser tu bebé para siempre- Ahora ella fue la que se rió.

-Te quiero hijo, ve con cuidado- Asentí para después salir de casa.

Subí a mi auto y lo puse en marcha, mi primera parada sería en la casa de mi novia, le había avisado que llegaría antes de la hora planeada, ya que no quería estar más tiempo en mi casa.

Agradecía que el tráfico estuviera fluyendo, ya que después del coraje que me había hecho pasar _____, no quería volver a enojarme.

Estacioné mi auto una vez que estaba frente a la casa de Helen, ella se encontraba esperándome afuera. Rápidamente bajé del auto y me acerqué a ella para besarla, sus besos hacían que todo tipo de estrés o problemas, se me olvidaran.

-Te vez preciosa- Le dije mientras la miraba de pies a cabeza.

-Gracias, tú te vez muy guapo- Sonreí.

Le abrí la puerta del auto para que subiera y después rodee el auto y subí yo.

-¿Que paso con ____? Creí que vendría contigo- Me preguntó Helen minutos después.

-Pues la señorita histérica dijo que siempre no vendría.

-Vamos, no la llames así- Me regañó Helen.

-Helen, estoy cansando, ____ tiene un poco más de una semana en mi casa y por más que intento acercarme a ella, me sigue tratando como una basura.

-Dale tiempo, recuerda por todo lo que ha pasado.

-Pero si tu le agradaste en tan solo cinco minutos, ¿como es posible que yo la trate mejor y ni un hola se atreva a decirme?

-¿Estás seguro que no le hiciste algo?

-Te lo juro, bueno...hoy tuvimos una pequeña discusión y supongo que le dije algo que no debí decirle- Hice una mueca.

-Por dios Freddy, ¿que le hiciste?

-Le dije que cambiara su "maldita actitud" y quizá eleve mi voz- Me detuve en un semáforo en rojo y miré a Helen.

-Freddy, debes de ser paciente, no estallar.

-Y lo intento, créeme que lo intento- Solté un cansado suspiro -Helen en verdad quiero ayudarla, quiero hacerla sentir parte de mi familia, quiero que me quiera y vea en mi una persona en la que puede confiar.

-Eres tan dulce mi amor, y estoy segura que tarde o temprano, ____ se acercará a ti.

Llegamos a los bolos, y como era de esperarse, estaba repleto de gente. Esté era el mejor lugar de la ciudad para venir con amigos, por eso aquí fue mi primer cita con Helen, hace algunos años.

Vi a mi primo Alan hacernos señas a lo lejos, nos acercamos hacía donde estaba, Briana ya lo acompañaba.

-Creí que llegaríamos primero- Dije tomando asiento en la mesa.

-Briana y yo no teníamos nada más que hacer así que decidimos adelantarnos.

-Uumh asi que estaban juntos desde antes- Helen levantó una ceja.

Alan se quedo serio, siempre le molestaba cuando Helen o yo hacíamos comentarios refiriéndonos a Briana y él como una pareja.

-Bueno yo creo que es mejor ir empezando con esto, no quiero regresar muy tarde a casa.

Nos pusimos de pie para ir hacía la caja, donde pagaríamos y nos darían un par de tenis para poder jugar.

Mientras Alan y yo nos poníamos nuestros pares de tenis, las chicas fueron al baño, como siempre juntas, nunca entendía porque no podían ir solas.

-¿Y como te va con tu nueva huesped?- Me preguntó Alan para establecer una conversación conmigo.

-Es..difícil.

-Lo imagine, a metros se notaba su mala actitud- Dijo Alan riendo.

-Pero haré que cambie, y que me vea desde otro punto de vista, hasta que logre agradarle.

-De cualquier punto de vista, eres un tonto- Lo miré amenazante -Primo, quiza la estás presionando mucho y no dejas que conozca a el verdadero Freddy, el comprensible, amable y buena onda.

-Si, quizá sea eso- Dije sin interés.

Las chicas volvieron, estábamos listos para empezar con esta competencia.

~•~•~

Entré a mi casa cansando, había sido una tarde muy divertida pero sobre todo cansada. Creí que ya todos estarían dormidos, pero me sorprendí al ver a mi mamá en el mismo lugar donde estaba antes de irme, seguía con ese libro en sus manos, solo que ahora le faltaban mucho menos páginas para acabarlo.

-Mamá, creí que ya estarías descansando- Me senté en el sillón justo a su lado.

-Y lo estaba, solo que tu papá...- Calló de repente.

-No me digas que otra vez tuviste problemas con mi papá- Dije estresado.

-Lo siento hijo, se cuanto te molesta que peleemos, pero esta vez fue inevitable.

-¿Ahora que paso?- Pregunté.

-_____ fue a pasear al lago con un amigo, tu papá se puso furioso y le gritó horrible porque se supone que eran sus horas de trabajo, pero yo la había dejado ir, entonces después de hacer sentir mal a esa niña, comenzó a atacarme a mi- Negué una y otra vez con la cabeza mientras pasaba una mano por mi cabello, mi papá siempre con su afan de tratar mal a todos.

-¿Y como está ____?- Pregunté preocupado y mi mamá hizo una mueca.

-Esa pobre niña se fue llorando a su habitación, no sabes lo mal que me sentí, tu padre a veces no tiene corazón.

-Pobre _____- Dije triste.

-Tan contenta que se veía después de la visita de su amigo.

-Me alegra saber que por lo menos tiene un amigo, aunque me pregunto que clase de cosas debió haber hecho ese chico para ser aceptado por _____- Mi madre no pudo evitar reír.

-Freddy, no digas esas cosas.

-Es la verdad mamá, tú sabes la actitud nada agradable que tiene ____, no entiendo como Julia era su madre, definitivamente eran totalmente diferentes.

-Es tan triste saber como termino la vida de Julia, y casi imposible de creer- Dijo mi madre triste, ella quería mucho a Julia, eran buenas amigas -Hijo tenemos que cuidar a _____, no quiero que le vaya a pasar lo mismo que a su madre.

Mi mamá tenía razón, y yo tampoco quería que _____ se fuera a atrever a hacer algo así. Tenía que hacer algo, no tenía idea de que, pero yo me encargaría de hacerla feliz.

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