—¿Hola? ¿Papá?— Dije una vez que había respondido a mi llamado.—¿Que quieres?— Respondió de mala gana.
—Solo te quería decir que iré a la casa a entregarte el dinero que he juntado de esta semana— Informé.
—Está bien, pero ven sola.
—Si, te veo en un rato— Corto la llamada.
Cerré la puerta detrás de mi una vez que salí de la gran casa de los Leyva.
Caminé hasta el bulevar donde siempre solía tomar el taxi, pero esta vez iría a un punto distinto, mi viejo vecindario.
Comencé a sentir la emoción una vez que me di cuenta que estaba a un par de casas de llegar a la mi amigo André. Pagué el taxi y bajé, era increíble estar aquí después de tantas semanas.
Toqué el timbre desesperadamente, solo esperaba que los padres de André no estuvieran, ya que me regañarían por hacer esto. A los segundos André abrió la puerta, ambos nos miramos por un momento hasta que él hablo.
—Pero..pero que haces aquí— No dije nada simplemente me lance a sus brazos.
—No sabes lo mucho que te extrañe— Dije con melancolía.
—Y yo a ti, espero no estés molesta pero tengo una razón por la cual no te busqué— Dijo al separarse de mi.
—Tiene que ser una muy buena razón, sino golpeare tu perfecto rostro.
—No cambias— Dijo irónico —Ven vamos a mi habitación— Me tomó de la mano.
Me llevo prácticamente arrastrando hasta su habitación, cerró la puerta y me sentó en la silla de su computador.
—¿Estás lista para escuchar algo que jamás imaginarias que diría?— Reí.
—Vamos, sorpréndeme— Bromeé.
—Estoy..estoy yendo a la escuela— Lo miré incrédula.
—¿Que tu qué?
—Escucha se que deciamos que no nacimos para ir a la escuela, pero quise intentarlo una vez más y vaya, en serio que es increíble, de hecho soy bueno en muchas materias— Dijo con orgullo.
—Wow André pues eso es ¿asombroso?— En verdad no sabía que decir.
—Deberías intentarlo y...
—No, no, no, yo estoy bien así— Me apresure a decir.
—¿Estás enojada?
—¿Qué? Claro que no, al contrario me alegra que hayas encontrado algo que te haga feliz— Tomé su mano.
—¿Estás..estás bien?
—Si. ¿Por qué no debería de estarlo?— Levantó sus hombros.
—Te noto rara..como..feliz, y quiero saber ya la razón— Reí una vez más.
—Pues..digamos que Leyva no era la persona que yo pensaba, ahora somos..amigos.
—¿Amigos? ¿Acaso estás loca?
—¿Qué? ¿Por qué dices eso?
—____, no puedes ser amiga de una persona a la que asesinaras en cualquier momento— Me torne sería.
—Quien dice que no— Me puse de pie para caminar hacia la ventada de su habitación y mirar hacia el exterior.
—Es más que obvio. ____ vas a sufrir demasiado, por favor ya acaba de una vez por todas con esto— André tomó asiento en su cama, su mirada estaba fija en mí.
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La Venganza | Freddy Leyva |
FanfictionUna Venganza contra la familia Leyva que deberá ser cumplida sin importar sus consecuencias.