Capítulo 24 •No Quiero Lastimarte•

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Entré a la casa de los Leyva, no había nadie a la vista. Me encaminé hacía el baño del primer piso, ya que tenía miedo de subir y que alguien me viera así.

Maldije cuando Leyva se atravesó en mi camino y antes de que pudiera escapar, él ya me miraba con preocupación.

—¿Pero..pero que te paso?— Colocó su mano cuidadosamente en mi mejilla sangrada.

—Nada..— Quité su mano y me aleje de él para ir al baño.

—Dime quien te hizo eso— Me di cuenta que me estaba siguiendo —¿Fue tu amigo verdad?— Me di la vuelta para mirarlo.

—No fue André, él jamas me pondría una mano encima— Aclaré.

—¿Entonces que fue lo que te paso?

—Vamos Leyva como si te importara— Me giré de nuevo y seguí caminando.

—Sabes que si me importas _____ y mucho— Un nudo se formó en mi garganta.

—No quiero importante Leyva, y tampoco podemos seguir siendo amigos— Sentí el dolor en mí, ese dolor del que André me había advertido.

—¿Qué? ¿____ que te paso? explícame por que me estas diciendo esto— Logro ponerse enfrente de mí, justo a solo unos centímetros —¿Hice algo malo?— Negué.

—Por favor Leyva, ya no me hables más— La primer lágrima salió de mis ojos pero rápidamente la limpié —Solo te haré daño.

—¿Por que dices eso?— Me miró triste, quería decirle la verdadera razón, pero era absurdo decirle a alguien que tenías que asesinarlo.

—Yo no soy una buena persona— Fue lo último que le dije para después entrar al baño y encerrarme.

Miré mi reflejo en el espejo, mi padre realmente me había lastimado y no sólo físicamente, también me había causado un gran dolor dentro de mí, y ese no era fácil de curarse.

Salí del baño y prácticamente corrí hasta llegar a mi habitación. Me dejé caer en la cama, mi cabeza daba muchas vueltas.

No paso mucho cuando escuche la voz de Martin en mi habitación, levanté mi cabeza para poder verlo, estaba parado a un lado de mi cama con el ceño fruncido.

—¿Por que tienes esa cara?— Pregunté divertida.

—¿Por que tú tienes ese golpe?— Se cruzo de brazos.

—Tuve un pequeño accidente mientras venía para acá, pero estoy bien— Fingí una sonrisa —Ven aquí— Lo invité a que se recostara conmigo.

—¿Que tienes ____? ¿Estás triste porque me voy?— Me preguntó tomando lugar a mi lado.

—Si, te extrañare mucho— Lo abracé.

—Freddy me dijo que puedo venir cuando yo quiera.

—¿De verdad?— Él asintió feliz —Entonces espero verte seguido.

—Te quiero mucho ____— Me abrazó una vez mas.

—Y yo a ti Martin— Sonreí.

—También Freddy te quiere mucho— Borre mi sonrisa.

—¿Acaso Freddy te mando aquí?— Lo miré sería.

—No..pero— Bajó su mirada —Está preocupado por ti, ¿Por que eres tan mala con él?

—No soy mala— Me defendí.

—Si lo eres, mi mamá dice que cuando quieres a una persona no debes de tratarla mal, porqué se cansara de ti y te dejara, ¿acaso quieres que Freddy te dejé de hablar para siempre?

—Si, eso es lo que quiero— Mentí, no era lo que yo quería, pero era lo que debía hacer.

—¿Sabes? Iré a jugar con Freddy, tú me aburres.

—Oye— Me quejé pero no pude evitar reír.

—Solo digo la verdad— Se puso de pie para salir de mi habitación.

Pero en cuanto salió, miré a Leyva entrar, ¿que no podría descansar el día de hoy?

—¿Que quieres Leyva?— Pregunté al instante.

—No quiero que pienses que soy un chismoso ni nada por el estilo, pero escuche tu platica con Martín y..

—Ya no quiero hablar de eso— Pedí.

—Merezco una explicación— Lo miré —Y no me iré hasta que me la des.

—Leyva, ¿podemos hablar mañana? Quiero descansar.

—Está bien, pero aquí me tendrás mañana a primera hora— Salió de mi habitación pero a los segundos regresó —Martin dormirá conmigo— Me informó y después cerró la puerta de mi habitación.

Tenía toda la noche para pensar en la excusa perfecta que le diría a Leyva.

Miré sobre mi mueble aquel libro que ya tenía muy abandonado a decir verdad. Lo tomé, supongo que leer un poco me ayudaría a aclarar mi mente.

~•~•~

Salí del baño aún tallando mis ojos, ya pasaban de las nueve de la mañana pero seguía teniendo demasiado sueño, fue una mala idea haberme desvelado leyendo aquel libro.

Eche un vistazo a la habitación de Leyva, él y Martín seguían cómodamente dormidos, era una escena demasiado tierna.

Leyva comenzó a removerse en la cama, me di la vuelta para salir de su habitación pero él ya me había visto.

—_____ espera— Con cuidado de no despertar a Martin se levantó de la cama —Ya es otro día, ¿ya estás mejor?

—Tengo que trabajar— Dije.

—No, no iras a ningún lado sin antes hablar conmigo.

—No quiero hablar, entiende— Dije molesta.

—Aquí vamos de nuevo— Paso una mano por su cabello, estaba frustrado —¿Por qué volviste a tomar esa mala actitud conmigo?— Lo miré.

—Porque te quiero lejos de mí— Mis ojos comenzaron a arder.

—No puedes alejarme de tu vida así como si nada— Se cruzo de brazos, en verdad estaba molesto —Hace un par de días decías que te agradaba y ahora simplemente me quieres lejos, no te entiendo, en verdad no te entiendo.

—Por favor Leyva no..no quiero lastimarte— Dije con voz mi entrecortada.

—¿Por que me dices eso? ¿como me lastimarías?

—De la manera que menos imaginas.

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La Venganza | Freddy Leyva |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora