15 de octubre de 1560
Sean volvió a arremeter contra su combatiente mientras este soltaba un gemido lastimero. Había estado peleando desde hace una semana, trataba de encontrar al traidor dentro del Clan y aún no había podido dar con él, cansado de perder el tiempo de una última estocada acabó con la vida de su adversario.
-Kieran, quiero que vayas en busca de Lior y le digas que lo quiero en el catillo antes del próximo amanecer-
-Laird, ¿para qué deseas ver un druida?-
-Necesito que haga una maldición- los ojos de Sean obtuvieron un matiz sombrío- aquel que haya sido el traidor de mi Clan deberá pagar por ello-
Kieran se santiguó si ya se le temía al Laird por su fuerza y valentía sin duda debía de temerse aún más sabiendo que este utilizaría la magia de los druidas para castigar a quien llegara a amenazar a su Clan.
Al anochecer justo en cuanto Sean llegaba al castillo se le avisó de que el druida ya lo esperaba en sus despacho, sin más dilación Sean se encaminó a su encuentro, estaba convencido de lo que estaba a punto de hacer, sin importar como le daría su merecido al traidor.
El druida sonrió en cuanto vio entrar a Sean, sin duda todo lo que se decía de él era verdad, el Laird era un hombre apuesto, poderoso y viril, con un cabello aterradoramente negro, unos ojos de un gris glacial, además de una imponente altura de 1.98 m y unos músculos trabajados desde que su padre había muerto hace 25 años cuando Sean era apenas un niño de 10 años, que tuvo que tomar el poder al ser el mayor de sus hermanos.
-Tu perro fiel me ha dicho que me buscabas mi Laird- lo último lo dijo con algo e mofa- creía que la nobleza no quería saber nada de las almas del bosque-
Sean gruño, sin duda detestaba a los druidas pero si quería vengarse debía soportar a la inaguantable criatura que sonreía burlonamente frente a él.
-Druida por tu bien más vale que muestres un poco más de respeto hacia a mí y a mis hombres, para lo que te he reunido aquí es para que crees un hechizo-
El druida alzó una ceja inquisitiva- ¿un hechizo? No lo entiendo, ¿para qué un hombre tan poderoso como tú necesitaría un hechizo?-
-hay un traidor dentro de mis tierras y aún no he podido dar con él, así que necesito que hagas un hechizo para traerlo ante mí-
-¿cómo podría ayudarte?, la magia no puede dar nombres ni aparecer personas-
-lo que quiero que hagas en un hechizo para que el traidor caiga en la trampa y llegue hasta aquí-
-entiendo, entiendo- Lior volvió a sonreír, sin duda otra cualidad de Sean era su inteligencia- hare una hechizo que traerá a la persona capaz de ponerte en peligro- el druida comenzó a escribir en la pared del despacho en gaélico un hechizo- cualquier alma perdida y sin fe que lea esto caerá ante ti para rendirte cuentas de su falta-
-muy bien- Sean sonrió maliciosamente planeando su venganza-que la magia siga su curso y traiga al traidor ante mí-
25 de septiembre 2017
Chiara seguía hablando a los turistas a su cargo aunque sabía que estos no la notaban, puesto que estaban más interesados en la belleza que les rodeaba, ella los entendía, escocia era un lugar precios y mítico.
Era su primer día trabajando como guía turístico, Kendra había aprovechado su conocimiento en idioma para encontrarle aquel trabajo.
-se dice que el fin del Clan se debió a un traidor dentro del mismo, lo que permitió que sus enemigos atacaran el castillo y mataran a todos quienes se encontraran en el-
Los turistas por primera vez en toda la excursión prestaron suma atención, a ella le daba tristeza ver, como algo tan terriblemente triste podía captar el interés de la gente.
-este era el antiguo despacho del Laird, como pueden ver en una de las paredes del mismo se encuentra escrito algo en gaélico, aún no se sabe exactamente si es un poema o un hechizo lo cual era algo común en aquella época-Chiara se acercó a donde se encontraban aquellas enigmáticas palabras y haciendo gala de sus conocimientos recitó-
Na bi mothachail air an astar
Na cuimhnich an t-àm
Dèan e anns an àite-fuirich seo
An aire mu dheireadh agad. 1
De pronto Chiara sintió escalofríos incontrolables y unos intensos mareos, observó a los turistas cruzar otra habitación, trato de serenarse y optó por cerrar los ojos y tomar una profunda respiración, pero cuando volvió a abrir los ojos lo uno que encontró fue otro par de ojos de un gris intenso que la miraban con ira y lo único que pudo hacer fue gritar y después todo se volvió oscuro.
20 de octubre de 1560
Sean se mantenía observando fijamente a la desconocida con ropas extrañas que había aparecido en su despacho, había creído que el hechizo no tendría efecto después de que había pasado casi una semana desde que el druida lo había escrito en su despacho, sin embargo la noche anterior había traído ante el aquella rara muchacha que al parecer era el traidor que ponía en peligro su clan, sin embargo sean aun no entendía, como al parecer nadie la había visto jamás.
El Laird volvió a observarla intrigado, antes de que la chica cayera desmayada había podido apreciar los ojos más raros que jamás había visto; violetas la joven tenía unos ojos violetas, era realmente preciosa su cabello era del color de la miel y sus labios tan rosados ,como las flores del jardín de su madre, y su cuerpo, el jamás había visto a una mujer con un cuerpo tan definido como el de un guerrero sin embargo seguía siendo femenina, y no es que él la hubiera desnudado ni nada por el estilo, la muchacha tenia puestas unas ropas que apenas cubrían sus secretos femeninos, secretos que le gustara o no tenia unos deseos irrefrenables de descubrir
-si sigues mirándola así tu tartán va a comenzar a elevarse- la broma de su hermano Liam lo sacó de su ensoñación
Sean gruño-no digas estupideces, solo trato de averiguar, cómo puede esta muchacha afectar al Clan y además ¿qué demonios es eso que lleva puesto?-
-no lo sé hermano me parece que esa es toda su ropa y respecto a lo otro yo tampoco lo tengo claro, a mí me parece más bien que está aquí por error-
-no, no lo creo yo le pedí al druida que el hechizo trajera al traidor ante mí y si esa mujer está aquí es porque debe serlo-
-solo recuerda que los druidas siempre manipulan la magia a su antojo y beneficio-
-solo te diré querido hermano que si ella es culpable la castigare, como se merece-
-¿y si no lo es?-
-si no lo es, seré yo quien pague el castigo
1.Que no importe la distancia
Que no importe el tiempo
Que sea en esta estancia
Tu último aliento.
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EIRE
FantasíaDos almas gemelas separadas por el tiempo, unidas por un hechizo. ¿Será suficiente el amor para soportarlo todo?