Capítulo 9.

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Estaba en su trabajo distraído, ya sabemos la causa, cogió su cartera y decidió llamar a Teresa.

—Bueno, ¿quién habla? —preguntó Teresa.

—Hola, Teresa, me atreví a llamarte nos conocimos el sábado y una de tus amigas me pasó tu número, soy quién te saco platica en el club —respondió Pablo—. No espero incomodarte.

—Hola, Pablo si me sorprendiste, estoy muy bien, un poco cansada —respondió Teresa.

—Bueno, no quiero sonar acosador ni nada por el estilo, simplemente tuve curiosidad por tu persona y me interesa conocerte —reafirmó Pablo—. Debes pensar que soy algo loco, decidí llamarte para preguntarte sí... ¿Quieres ir conmigo a cenar?, es una noche fría y tranquila.

—Claro que te parece si salimos mañana—contestó Teresa tardándose unos segundos—. Te puedo llamar, y nos ponemos de acuerdo, tengo que volver al trabajo, guardaré tu número.

Pablo con una sonrisa en su rostro, se despide de su nueva conquista y sujeta el teléfono, suspira y se preparó para salir de su oficina.

—¿Pablo ya almorzó?, vayamos al restaurante y platicamos de un nuevo proyecto —preguntó su jefe.

—Muy bien, vamos y me cuenta todo sobre el nuevo proyecto —respondió Pablo—.

Llegaron al restaurante y se prepararon para ordenar.

—Pablo ha tenido un desempeño muy notable todo el tiempo en la empresa y como te había comentado —contestó su jefe—. Me gustaría formaras parte de un proyecto con el cual estoy seguro nos brindaras un trabajo excelente.

—Por supuesto, amo mi trabajo y sobre todo, poder aprovechar una nueva oportunidad de una manera innovadora —reafirmó Pablo.

—Ser un trabajador muy disciplinado, puntual y responsable no son punteos que garanticen ascender de puesto —contestó su jefe mirando la hora en su reloj—. Para conseguir este fin, es necesario algo más que ser el empleado del mes. Aunque estemos cómodos con tu trabajo, debes desarrollarte y expandir ese conocimiento.

—Moverse y visitar otras ciudades, otros países, y hasta otras culturas fomenta el crecimiento profesional —reafirmó Pablo—. Y todos aquellos que hemos tenido la oportunidad de viajar mucho en la vida profesional hemos aprendido mucho. Relacionarte con profesionales con diversas perspectivas y maneras de hacer las cosas enriquecen mucho. Y además, he tenido la oportunidad de vivir fuera o estar viviendo en esta ciudad, ahora no le tengo que explicar nada nuevo, usted lo sabe.

Terminaron de comer y regresaron a la oficina. Se encontraba muy contento con esta oportunidad de crecer, aunque pensaba en Estela y el abismo amoroso que es tener un nuevo romance.

Podría ser la puerta que espera que se abra, nunca sabemos cuando cambie todo, tenemos que aprender de nuestros errores, coge lo mejor de cada experiencia. Verás que todo puede resultar bien y asimiles tus retos, te sentirás más seguro de ti mismo como hombre, las equivocaciones se cometerán con menor frecuencia, tus emociones son un simple camino.

Recibió la llamada de Teresa, se encontraba sentado viendo la televisión y cogió su teléfono.

—Hola, ¿qué tal tu día laboral? —preguntó Pablo.

—¡Muy bien! —exclamó Teresa.

—Mi día fue excelente, recibí una noticia muy motivadora, tengo la oportunidad de formar parte de un nuevo proyecto en la empresa donde trabajo —contestó Pablo—. Pero bueno ya te contaré después a que me dedico. ¿Te gustaría ir a cenar?

—Por supuesto, así aprovechamos para conocernos mutuamente —respondió Teresa con una sonrisa coqueta y su rostro reluciente de alegría—. ¿Conoces el restaurante de comida italiana que se encuentra ubicado en el centro?, se me olvido la dirección pero tengo muchas ganas de comer ahí.

—Lo he visto, y no recuerdo su nombre, ¿no te gustaría mejor salir a tomar un café cerca del centro comercial? —nuevamente preguntó Pablo—. Después podemos planificar algo más en forma.

—Me encanta la idea, pareciera que te gusta improvisar, eso es bueno —reafirmó Teresa—.¿Qué te parece si a las 8pm nos vemos ahí?

—Excelente, nos vemos ahí —respondió Pablo.

Ser un hombre galante en momentos en los cuales por más que uno intente dar lo mejor, se puede volver muy difícil, la elegancia en un hombre es su carta de presentación, en cualquier lugar. En su cita, nuestro amigo Pablo quiere ser natural, intentar ser más ordinario y descubrir otra faceta que no conoce. Cuando todo lo que necesitaba era alguien que lo conociera en su totalidad, recordemos que su novia se parecía mucho a él y eso le impedía tener su otra mitad, esa esperanza de poder ser un hombre vulnerable a una simple caricia, un beso sin miedo.

El asiento con porte © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora