Estela se encontraba en el avión, observaba a su alrededor y derramó una lágrima.
La azafata se acercó y preguntó...
—¿Puedo ayudarte en algo? —
Ella se había percatado de que Estela se encontraba muy triste, minutos antes observó a la pareja de enamorados despidiéndose sin ilusión.
—Sí, gracias, yo quiero llegar a mi casa y descansar. —respondió Estela con una sonrisa incómoda—. ¿Señorita son unas 2 horas de vuelo cierto?
—En efecto, en un rato más ya podrá descansar y darse una ducha con agua caliente —contestó la azafata—. Si se le ofrece algo, no dude en llamarme.
Antes de lanzarnos a los brazos de la persona que amamos, muchas veces es importante saber identificar los indicadores más adecuados para medir el compromiso y no quedarnos con alguien por simple cariño. Ella se quedó con dudas, no es fácil percibir como se repite con insistencia la necesidad de poseer a esa persona. Ahora que vuelve a casa, tendrá que enfrentar nuevas situaciones que se han estado posponiéndose en su vida por más de 23 años, resulta bastante inquietante la llegada de Magdalena, su madre. Una mujer a sus 27 años, tiene miedo al compromiso afectivo, es cada día más frecuente en hombre y mujeres. Algunas personas lo hacen por desilusión, hay otras que tienen realmente pánico a esta situación.
Fuiste tú, quien hizo declaraciones antes de sentir sus latidos y culpas al sentido sublime. Morir por dentro varias veces en un solo hombro es el verdadero entendimiento, la diferencia de construir un delicioso desafió, una comunicación interna en código morse y seducir a nuestro pensamiento exterior. La pasión nos enseña muchos conceptos para distinguir esos ruidos naturales en nuestra alcoba artificial. El problema viene cuando uno tiene más ganas que el otro y no es capaz de abrirse al diálogo sin devorar a unos labios vírgenes.
Mientras llegaba a su destino, nuestra querida Estela no dejaba de pensar en el pasado y cuando hicieron el amor por primera vez ella y Manuel.
Su escondite perfecto, entre sus manos acaricio los explosivos generando grandes cantidades de sentimientos. Busca satisfacer las necesidades de sus alegrías y la importancia de conocer un cuerpo sediento de amor. Encontró un contenedor hermoso y todos los regalos perdidos vivían dentro de él, seguirá ajustando a los últimos detalles que necesita olvidar.
El arte de conquistar se pierde en los ríos salivosos, las mejores sonrisas están muriendo lentamente acompañadas de una gran carga moral y sexual. Aquellos animales en celo, rosas secas, complejos destructivos, contacto verbal.
Estela llegó al aeropuerto de Houston, Texas y se subió a un taxi.
Cogió su celular y al estar a unos minutos cerca de su departamento le marcó a su papá.
—Hola papá, ¿cómo estas?, ¿me gustaría verte puedo llegar a tu casa? —preguntó Estela—. Tengo algo que platicar algo contigo y no puede esperar más.
—Estoy bien hija, yo también tengo algo que contarte, aquí nos vemos —respondió su padre con un tono tranquilo en su voz—. Mirando por su ventana, como si esperará a alguien.
Él se preparó un café y se sentó en su despachó. A pesar de ser un hombre fuerte y emprendedor, escondía sus sentimientos por Magdalena y sintió un miedo incontrolable y por eso todo el tiempo no ha podido tener una relación estable, procurando evitar a toda costa ser abandonado nuevamente. El crío a su hija por sí mismo, siempre con una gran seguridad y como Padre logró bastante y se siente orgullo de ella. Nunca pudo librarse de esa sensación para ser valorado y lo esencial que es para la salud mental. Esta certidumbre debe ser afrentada de una vez por todas. Había recibido una llamada de Magdalena y todo esto reflejó la manera tan única y especial, estaba tan enamorado de ella cuando eran jóvenes. Ahora, no entiende a su corazón pero está dispuesto a darle una oportunidad y escucharla.
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El asiento con porte ©
RomanceDos corazones pueden vivir sin remordimientos y buscarán la mejor manera de solucionar sus diferencias. En una gran residencia centrada en el confort de sus propietarios, el dinero no lo es todo pero aveces puede volverse el único consuelo. Una muj...