Capítulo 18.

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Un día gira con mirada fría sobre el pasado, absurdo al mirar dentro de un frasco de valor y cada paso existente dio alcance como si fuera mi último respirar, el paisaje azul nos dio libertad. Nadando sobre cada ideología. Nuestro habitad, aquel semejante y revolucionario ante un mundo de oasis y oídos en raíces. En ese camino trataremos de construir un bote para poder escapar y remediar todo aquello que alguna vez dejamos inconcluso, sobre el agua nuestras lágrimas se cristalizan y nos muestran todo claro y sin poder negarlo, en algún momento sentiremos miedo de apartarnos del mundo pero todos algún día lo haremos, volaremos con alas de papel y nuestras sonrisas latentes de vértigo. Sorprendidos miraremos el sol, con demasiadas preguntas, las cuales existen con respuestas correctas. Primero tocaremos el cielo para irnos desvaneciendo lentamente, ¿me han preguntado quienes somos?, no existe respuesta, nadie sabe en un portal a grandes escalas.

Sonó el teléfono de Estela y era Manuel pero no le contestó.

—¿Por qué no contestas? —preguntó Oscar—. Con todo esto, no te pregunte sobre las inversiones que tenemos en España. Creo ya es tiempo de retomar tu obligación en la compañía, estoy apoco de jubilarme y los socios mayoritarios están de acuerdo de que tú seas quien se quede con el puesto de vicepresidencia. Necesitas enfocarte y dejar a un lado tanta fiesta y diversión, eres una mujer independiente y no te debo decir que tienes que hacer pero estás en la edad donde cometemos mucha tontería por amor.

—Y todo esto a que se debe, ¿ya habíamos hablado al respecto cierto? Yo quiero hacer mi propia empresa habíamos quedado que trabajar en la compañía simplemente es un escalón para adquirir conocimiento —contestó Estela—. Tengo planes papá, yo sé que todo lo que has logrado para nosotros, es tu legado y estoy muy orgullosa de ti pero en este momento de mi vida todo es un caos y necesito espacio, eso no quiero decir abandone mis obligaciones en la empresa desde mañana vuelvo a la normalidad. Y sobre mi estilo de vida, creo he sido demasiado clara al respecto. No me gusta que me cuestiones.

Empezaron a discutir como típico Padre e Hija...

—¡Nos vemos mañana! —exclamó Estela con intensidad de volumen en su voz.

Siempre es difícil aceptar que los hijos/as algún día volaron y dejaran el nido. Oscar simplemente desea que su hija encuentre paz financiera y la emocional posponerla. Es normal, tiene la versión cruda de lo que significa amar y busca proteger a su querida hija.

Ella llegó a su departamento y la recibió Rubén el portero del edificio. 

—Hola señorita Estela, es un placer poder recibirla de nuevo, ¡disfrutando sus merecidas vacaciones! —exclamó el portero y abrió la puerta del taxi—. Sus dos autos y la camioneta están en la agencia para su revisión mensual.

—Está bien Rubén, gracias —contestó Estela y se dirigió al elevador—. Solo quería llegar a su cama y dormir. Se siente saturada emocionalmente y un buen descanso le caerá bien.

Se puso una bata rosa que le luce tan sensual para dormir, sus inquietudes femeninas más comunes serán desarrolladas a lo largo de la historia. Era una mujer que disfrutaba verse desnuda en el espejo, siempre jugaba a meter su barriga cuando se ponía ropa interior. Siempre tenía dudas respecto a su fisonomía, aunque era una mujer bella cuando observaba a las mujeres delgadas en las revistas de moda eso le causaba cierta inseguridad. Observaba su trasero y sus piernas, sonriendo siempre se decía así misma... "Es lo más poderoso de ti hermosa", esa noche tenía muchas ganas de solo abrazar a un hombre y sentirse protegida. Nunca olvidaba su faceta intelectual, una mujer inteligente y culta es siempre una mujer sexy. Y en su caso, un poco indomable y controvertida. Nunca debe sentirse una mujer avergonzada por su físico, vales oro por fuera y por dentro, recuérdalo siempre.

Entre risas y carcajadas, observaba un programa de televisión y empezó a quedarse dormida.

A la mañana siguiente, despertó y revisó su celular, busco entre sus contactos a Pablo y le mando un mensaje...

—Hola, espero te encuentres muy bien, XoXo.

Llamó a su amiga Karen y charlaron por unos minutos. Preparó el desayuno y se metió a la ducha.

Ella es una mujer seductora, sin sobrepasar la línea de lo sexy con ser vulgar. Cada amanecer despierta con esa nueva inquietud, tiene hombres que desean su belleza y su seducción, y quiere esperar un poco más para reconocer al indicado... Mientras tanto, ella por la ventana observa aquella viva imagen de la sensualidad y las gotas de agua acarician su frialdad.

Ella quiere encontrar a ese hombre, que pueda entender la simplicidad de la vida, le recoja el pelo cuando se encuentre despeinada, la comprenda cuando nadie más lo hizo. A pesar de sus errores y virtudes emocionales. Que entienda lo fácil que es quererla, y difícil que es amarla. Así es, ella quiere a un hombre actual con el don de escuchar y callar en las noches de lluvia.

La señorita Leguizamon estaba lista para volver a su jornada laboral y causar miradas delicadas a su belleza y el perfume de moda que recorría cada rincón del departamento administrativo. Llegó a su oficina y varios hombres ejecutivos no podían evitar mirar a una mujer bella y deleitarse con aquel seductor porte. Sujetando su bolso y poniendo una mirada provocativa solamente observó a su alrededor.

—¡El tráfico está infame! Hola, que tal Patricia, ¿me puedes traer café? —preguntó Estela—. Le puedes decir a mi padre que estoy aquí y en cuanto tenga tiempo venga para mi oficina con los últimos informes administrativos de las exportaciones en el extranjero—.

—Muy bien, Estela —respondió su secretaria y no pudo evitar ponerse un poco nerviosa, también encuentra atractiva a nuestra querida Estela, ya que su preferencia sexual es por las mujeres y eso a su jefa eso no le incomoda. Pero siempre puso en claro el respeto. Recordemos que ella es liberal y de mente abierta, aún no lo demasiado para explorar otros ángulos sexuales.

—¡Hola hija! —exclamó Oscar acercándose para darle un beso en la mejilla—. Aquí tienes los informes, respecto a la charla de anoche, es difícil toda esta situación pero te quiero pedir disculpas, si en algún momento te hice sentir incómoda.

—No te preocupes, papá siempre tenemos diferencias, voy a retomar mis labores y revisaré las cuentas del extranjero —respondió Estela mirando a su padre—. Ha incrementado notablemente los pedidos para algunos países, este verano fue bastante el crecimiento con la salida de los nuevos productos y quiero estar segura de los porcentajes. Su padre y ella forman parte de una compañía de renombre que se dedica a la fabricación y exportación de artículos de belleza.

Después de algunas horas laborales, Estela salió a comer y recibió un mensaje de Pablo...

—Hola, estoy bien, tú sabes siempre trabajando, ¿podemos vernos pronto? —preguntó Pablo—. Han pasado algunas cosas que me gustaría contarte en persona. Avísame cuando pueda ir a verte.

Ella observó el celular y nació el sexto sentido que caracteriza a las mujeres en este tipo de situaciones. Posteriormente, busca algunas opciones para comer y se decide en ir al mismo restaurante donde conoció a Pablo por primera vez.

Llegó al sitio y observó detenidamente, analizó cada una de las caras...

—¡Sabrá Dios quien es quien y cuáles son sus sentimientos! —ordenó su comida y se dispuso a disfrutarla—.

Irónicamente, algo más allá de una simple cita, logro que comiera en el mismo lugar.

Cuantas parejas no habrán tenido una primera cita y cuantas jamás se volvieron a ver. Su capacidad sensorial le permite identificar casi instantáneamente las parejas que disfrutan su tiempo y otras que actúan como marionetas viviendo su rutina y otras discutiendo.

Disfruta mucho mirar al mar, su única preocupación fue... "Alejarse de su paz''.

El asiento con porte © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora