Capítulo 26.

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Alfredo seguía en su afán de no permitir la relación de su hija.

Otro motivo que ocasiona los celos de padre hacia su hija, cuando nació Teresa estuvo delicada de salud ya que fue un nacimiento prematuro y desde entonces Alfredo la quiere proteger demasiado, no quiere que vuelva a sufrir mucho menos por un hombre que no le conviene, al menos es lo que su padre piensa de Pablo, se volvió egoísta, puede que la felicidad de su hija no lo acepte con facilidad. Discutía con su esposa aferrándose a no permitirles ser felices y cuestiona en todo a su yerno.

Para nuestros dos enamorados no importa nada en estos momentos, simplemente quieren disfrutar de una buena película, Teresa sabía que algo pasaba, estaba muy distraído Pablo.

—¿Mi amor, qué tienes? —preguntó Teresa sujetando su mano—. Te noto ausente, ¿todo bien?

—¡Si flaquita, no te preocupes! —exclamó Pablo con cierta intensidad—. Disfrutemos de la película y te quiero contar algo que paso en estos días en el trabajo.

La película finalizo y empezaron a caminar por la plaza y Teresa se detuvo a observar en una tienda de cerámicas artesanales. Pablo estaba muy distraído y nervioso para decirle que le ofrecieron el puesto que tanto esperaba en otra ciudad. Se acercó y únicamente le cogió su bolso, espero algunos minutos para contarle todo al respecto. ¿Ya me vas a contar? Traes una cara que no puedes con ella. —preguntó nuevamente Teresa mirándolo a los ojos—. Acaricio su mejilla y sujetó su mano.

—Recuerdas que te había comentado de un posible ascenso en la empresa —respondió Pablo mirándola a los ojos—. Finalmente, llego esta oportunidad mi amor, yo creo que sería buena idea mudarnos juntos a California.

—Al parecer, no me ibas a decir todo esto hasta que lo aceptaras —contestó Teresa con un tono de voz agudo y una mirada muy desconcertante—. Acaso, ya aceptaste, mírame a los ojos, ¿ya aceptaste verdad? No puedo creer que no me tomaste en cuenta para esta decisión sin consultarme absolutamente nada mucho antes. Sabes que, alcánzame en mi casa, quiero estar sola y es lo más prudente, estoy muy enojada.

Pablo la seguía observando caminar por la plaza y sintió un nudo en la garganta. Había pospuesto esta plática para cualquier otro día, pero nunca hubiera sido el momento perfecto.

En la actualidad tienen un gran porcentaje de mortalidad los accidentes automovilísticos, uno de los conductores puede estar fumando, coger el celular y revisarlo, todo esto puede ser muy peligroso, no se puede manejar un vehículo con la mente distraída. Pablo estaba usando su teléfono, le mandaba mensaje de texto a Teresa, enviar mensajes de texto mientras conduces es la peor manera, razón por la cual muchos estados han aprobado leyes para la prevención de este tipo de hábitos y son considerados una forma ilegal de conducir un automóvil.

Pablo no tenía ni idea de la imprudencia que puede causar la ansiedad y tratar de solucionar la situación con Teresa, ya se había pasado dos luces rojas, descuido la mirada en el camino y lo inimitable sucedió, impacto con fuerza a otro conductor.

Un señor que venía caminando, presencio el accidente y se acercó para brindarle ayuda, pero Pablo esta inconsciente y varias personas llamaron al 911 y los servicios de emergencia estaban en camino.

Antes de impactar su auto, contando cada segundo como en una cápsula del tiempo, se imagina aquella tarde soleada con Teresa y su mascota "Estrella", un gran error en la vida amorosa de estos dos grandes seres humanos y la vida misma estaba a punto de ponerles una prueba muy difícil , a lo que muchos de nosotros podemos llamarlo... "Amor incondicional".

Muchas miradas esa noche fría y pocas respuestas, le fallaron los sentidos y no pudo entender su misión en la vida, hasta este momento. Para entregar una carta, no hay apuesta perfecta y apostó, su teléfono se convirtió en el único testigo mientras no lo quería perdonar Teresa, insistía como un fiel amante para regresar el tiempo, el único testimonio mudo se quedó. Fueron sonámbulos, apenas llegaba la noche, y ella se preguntaba donde estaba su novio, porque tardaba tanto en llegar a su casa, sin saber que un dolor y una cena cautiva iban de la mano.

En el hospital, los médicos hacían todo lo posible, con muchas hemorragias internas y querían mantenerlo con vida y controlar la hemorragia cerebral más peligrosa, por varios minutos, segundos, horas, Pablo se encontraría caminando por un abismo blanco y lleno de incertidumbre.

En media hora, llegaron algunos de sus amigos, y a lo lejos una madre corriendo aventando a las personas que al igual que ella, podían haber tenido una mala noticia pero no importo nada y actuó de manera egoísta, se alcanza a escuchar su voz por los pasillos de Emergencias...

"No por favor, mi hijo no, mi hijo no Dios mío"

Carlos el mejor amigo de Pablo, quiere darle consuelo a una madre destrozada por dentro y el sentimiento que ahora está experimentando es indescriptible.

—Señorita, me puede decir que paso con mi hijo Pablo Márquez Robles —ordenó su madre—. Me llamo Daysi Vidal Robles.

—Señora Vidal, sigue en terapia intensiva, tiene fractura interna y hemorragia —respondió la enfermera—. El doctor Scott Wally's se encuentra en la sala y habla perfectamente español, él podrá darle toda la información que necesita, lo siento mucho por su hijo.

El asiento con porte © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora