Capítulo 32.

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Teresa mucho antes de tener un noviazgo con Pablo, salía con otro hombre llamado Diego, en él encontró a ese hombre perfecto que puede resolver los problemas financieros, le dará hijos, acompañará, arreglará el baño, lavará el auto y la hará feliz en todos los aspectos. Pensaba que al comenzar a salir con un hombre, este se casará, tendrá hijos, construirá su hogar. Es mejor vivir el presente, por eso la relación con él no llegó a dar más progreso porque Diego sentía que ella iba muy deprisa y esto los llevo a una rotura, al estar saliendo la mujer piensa en construir, el hombre sigue pensando en conservar.

En cambio, la interacción con Pablo, pudo haberse mostrado al poco tiempo de una relación desesperada por amor, necesitada de afecto, débil, que sufre por todo lo que los demás hicieron mal, o hace que el hombre se sienta responsable de la salud mental y emocional, es demasiada carga para apenas estar comenzando. Los hombres prefieren mujeres seguras, tranquilas y saben asumir la vida. Ella continua reconstruyendo su mentalidad y su visión a futuro como una mujer ama de casa y perfeccionista.

En esta situación que tienen en común con Pablo, Estela por el afán de gustarle, hizo lo que sea, hasta volverte la mujer perfecta o al menos dar una impresión de sus propios sentimientos. Algunos hombres no quieren eso porque se les quita su papel de conquista. Demasiada obediencia no es muy sana en las relaciones y más cuando se comienza, fue uno de los errores de Estela, al ser una mujer que todo debe ser como ella lo dice, mantener el control sobre las decisiones de su pareja, todo eso la llevo a perderla.

Viven en un triángulo amoroso y vendrán muchas pruebas y experiencias, hombres con algunas características similares a Pablo quieren sexo enseguida y se sienten poderosos cuando satisfacen a la mujer, así que disponte a disfrutar. La pregunta, es hacerlo cuando se pueda disfrutar. No es la mejor amante, la que más posiciones hace sino aquella que se conecta sexualmente y disfruta realmente el momento, en el que se unen dos cuerpos y también dos seres.

Ambas se miraban...

—Te puedo hacer una pregunta Estela, ¿cuál fue la verdadera razón que te llevo a querer apoyarnos? —preguntó Teresa—. No se daban cuenta pero había un grupo de hombres desayunando y se quedaban viendo con mucha inquietud a las dos. Uno de ellos se levantó y se acercó a la mesa donde ellas estaban desayunando y platicando.

—Hola, señoritas, espero no incomodar, ¡mis colegas y yo nos preguntamos algo! —exclamó el hombre—. Con una apariencia muy varonil.

—¿Cuál pregunta? Ojalá, no sea una tontería, no tengo tiempo para esto. —contestó Estela—. Teresa se le quedó mirando y solo hizo una mueca con la boca.

Somos fotógrafos y diseñadores de ropa, trabajamos para una empresa respetable —respondió el hombre—. Nos gustaría que nos contactaran, estamos buscando modelos para la nueva temporada de verano y nos parecen unos prospectos interesantes. Sigan desayunando, ahí tienen nuestra tarjeta, les deseo un excelente día.

El hombre se levantó y volvió a su mesa.

—¿Debes estar acostumbrada verdad? —preguntó Teresa mientras tomaba su café—. Estela, ni una sola vez, volteo a observar al grupo de hombres en la mesa, Teresa en cambio, si les presto atención, sin coquetear, simplemente observaba.

—No voy a mentirte, eso pasa seguido, pero en fin —reafirmó Estela—. Volviendo al tema, una de las razones que me hizo venir, mi relación con Daysi, es muy abierta, siempre le insisto que trabajé conmigo, se distraiga, vuelva a ser aquella mujer que tanto se extraña así misma. Y la otra, tuve algo muy bonito con Pablo, puedo describirlo de muchas formas pero no estamos para un auto análisis, simplemente te diré la verdad. Es un hombre importante en mi vida, quiero llegar a ser su amiga, simplemente. Esto tal vez te incomode pero soy sincera, y también se tomar distancia, cuando estoy haciendo mal tercio. No me gusta meterme en más problemas de los que puedo resolver, principalmente en cosas del corazón. Estoy aquí, para ver en que puedo ayudar, y toda su hospitalización, ya fue cargada a una de mis cuentas.

—Wow, no quieres hacer mal tercio, pero tomaste una decisión que no deberías —contestó Teresa—. Yo también te voy a ser sincera, al principio me incomodo tu presencia, pero estoy consciente de que tú eres parte de la vida de Pablo, al menos, de un pasado incierto e inconcluso. Tu relación con Daysi, es un tercer plano y donde no voy a interferir. Solo te pido que mantengas una distancia con él, te respeto como mujer y yo quiero el mismo derecho. La situación financiera, creo te adelantaste, yo también me puedo hacer cargo de todo eso, no tengo una situación tan solvente como tú, recuerdas los sacrificios que yo te hable en la charla anterior no tiene que ver con lo financiero. Para mi, la vida son esas pruebas difíciles que las pasaré victoriosa y con la suficiente fuerza para lograr lo que quiero. Nadie sabe que pasará a futuro, no tengo miedo, mi única misión ahora es estar con mi novio y apoyarle en todo. Eres una mujer que habla con franqueza y muy directa, yo también.

Se miraban fijamente las dos, una mujer que no sabe quien es o que quiere, no tendrá identidad, ni intereses fuertes y sólo comenzará a vivir la vida del hombre con quien sale, perderá toda la atracción. Lo más importante es que seas feliz contigo misma, trabajes tu autoestima y amor propio. Cuando salgas con alguien, entenderás que él acompaña tu vida, y tienes que seguir adelante con tus proyectos de vida. Teresa y Estela comprenden todo esto, charlando como si fueran enemigas pero por dentro buscan entenderse. Todo esto puede llevarlas a una "tregua" llegaron a un ángulo de hipocresía femenina, Teresa nunca ha sido fan de este proceder pero con Estela había una rivalidad interesante.

El asiento con porte © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora