XXII

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JungKook recibió algunos golpes por mi parte mientras salimos de la sala de cine, odiaba que me asustasen de cualquier forma y más si no dejaban de asustarme en una película de terror. Al final acabamos almorzando en el Mc'donals, JungKook se pidió dos hamburguesas enormes, una Coca-Cola gigante, unos nuggets y un helado con sirope de fresa, yo pedí lo mismo con un refresco de naranja grande y un helado de oreos.

- Hm...hace tiempo que no te como hamburguesita. - Dijo Jungkook cerrando sus ojos y comiéndose la primera hamburguesa.

Le miré con cara de asco, ese tío me estaba dando diabetes y algo de alguna otra enfermedad, una que no supe explicar, y no, no es el amor, yo no considero el amor como una enfermedad, no aún.

- ¿Qué? ¿No puedo decirle a una hamburguesa cuánto la quiero?

- Sí, claro que puedes, pero no lo digas en alto.

- ¡Hm! ¡Hamburguesita! - Gritó, provocando que varias personas nos mirasen y comenzase a avergonzarme y a arrepentirme de dicho aquello.

- ¿Sabes? Podrías haberlo dicho más alto.

Este hizo ademán de gritarlo y rápidamente le metí la hamburguesa en la boca comenzando a reírse con a boca llena. Acabamos de comer y comenzamos a dar una vuelta y entrando a tiendas, él cogió una falda de cuero violeta y colocándosela.

- ¿Crees que me quedaría bien?

Como respuesta le miré con cara de asco y este me miró de reojo sonriendo ladinamente.

- Puede que lo combine con unas medias de rejilla azules y unas plataformas amarillas fluorescente, ¿no quedaría bien?

Al volver a escucharle, me dí la vuelta saliendo de aquella tienda y esperando por fuera. JungKook dejó la falda encima del perchero y comenzó a perseguirme riéndose de mi expresión y reacción. Trotó un poco hasta llegar hacia mí deteniendo su risa muy lentamente.

- Tranquila, no haré más cosas de esas.

- ¿Qué estilo de la moda tienes tú? Me preguntó si siempre vas como un turista inglés o americano.

- ¿Crees que incluso en invierno voy vestido así? Me visto según lo que coja del armario.

Al escucharme estalló de risa, una risa muy contagiosa de la cual por supuesto me llegué a burlar. Era una risa común pero sobre todo contagiosa. Volvimos a la parada de autobuses y nos sentamos en un pequeño banco de madera que había.

Dulce Amargura - Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora