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VII

—¿Por favor?—Stanley vuelve a decir, yo continúo comiendo mi helado.—Vamos, te compre un helado. ¡Incluso lo quitaste de mis manos y lo estás comiendo en mi cara como si no existiera! Y créeme los fantasmas no regalan helados.

Sigo ignorando a Stanley mientras acomodo un mechón de mi cabello.—¿Estas enojada?

—¿Laney escuchas algo?; porque yo no lo hago.—Digo para mí misma.—No Laney, nada.

—¡Oh vamos!—Habla, por primera vez en la tarde miro a Stanley, el sonríe.—¡Al fin me das una señal de vida, gracias!

—¿Te conozco?—Preguntó, el suelta un bufido y luego se cruza de brazos y me mira detenidamente esperando a que diga algo, cuando no lo hago es él quien decide proceder a hablar:

—Si continúas enojada conmigo eso solo provocará que yo me enoje mas, créeme incluso tu sabes eso con exactitud.—Levanta su ceja mirándome.

—En está relación tú pareces la niña y yo el niño.—Respondo, el sonríe.—Y respondiendo a tu pregunta, lo estoy. Definitivamente estoy enojada contigo.

—¿Que se supone que hice ahora? Porque cada día que te veo estás furiosa conmigo por cosas distintas las cuales ni siquiera entiendo.—Habla, yo simplemente lo observó sin decir nada.—Oh espera, ¿esto es como esos juegos de adivinanzas? ¿Debo adivinar porque estás enojada? Porque sabes que soy un asco en esos juegos.

—No Stanley, no es un juego de adivinanzas.—Digo, el suelta un simple «si tu lo dices» Después de eso no vuelvo a decir nada.

—Soy un buen ser humano, rezo diariamente. Suelo limpiar mi bicicleta cada dos semanas y tengo buenas calificaciones por lo cual soy inteligente. Mínimo debería tener una respuesta por contribuir a que el mundo sea un lugar mejor, ¿no lo crees?

—Eres un mentiroso.

—¿En que mentí?

—Tus calificaciones son un asco.—Murmuro, el responde diciendo "cierto." Y después el silencio vuelve.—Beverly.

—¿Beverly?—Repite, luego reacciona.—¿Estas enojada por Beverly? ¿Qué no deberías estar enojada con ella y no conmigo? Digo no creo que luzca muy similar a ella. ¿O acaso luzco como una chica?

—Si Stanley, luces como una chica. Y no no estoy enojada con Beverly, estoy enojada contigo y nadie más. O bueno, también en parte con Bill pero primordialmente contigo ex mejor amigo.

—¿Estas terminado con lo nuestro?—Finge un paro cardíaco. Ruedo los ojos.—Bien, no juegos.

Suelto un sonoro "mmm."
—Te quiero Stanley, pero aveces eres un completo estupido sin remedio.

—Eso es lo más lindo que alguien me ha dicho, muchas gracias.—Suelta con sarcasmo.

—Por nada.—Hablo, el hace un movimiento extraño con sus labios, luego recarga su cabeza en su mano derecha y me mira.—Deja de mirarme como un cachorro regañado.

—No te estoy mirando como un cachorro regañado.

—¡Claro que lo haces y no solo en este momento, lo haces siempre!—Respondo, el levanta su ceja.

—Es mi rostro.—Murmura.—Mi rostro luce como el de un perro regañado para informarte.

Intento no reír pero lo hago, tiene razón. Demasiada.—¡Eso es tan cierto!

—¿Entonces me perdonas? Porque papá me regañara si no ensayo esta tarde, llevo 25 minutos de retraso y no planeo marcharme hasta que lo hagas.

—Te perdono.—Le aclaró, el sonríe mostrando sus dientes. Apoya su cuerpo en la silla y habla:

—¿Aún soy tu amigo?

—El mejor.—Respondo.

Con la sonrisa aún en su rostro se levanta y camina hasta la puerta, cuando está cerca de ella se voltea hacia mí y grita:
—¡Solo para aclarar, la única razón por la que estaba junto a Beverly era porque planeaba empujarla de tu lugar especial!—Dice.—¡Te aseguró que lo hice!

Una vez dice eso lo veo salir por la puerta y no puedo evitar sonreír.  Sonreír como una estupida por algo, por Stanley Uris.

~•~
¿Cuál es la amistad de Laney que más les gusta?