Ayudó a Stanley a levantarse y veo como el resto se encarga de cargarlo. Busco a Bill con la mirada pero no lo encuentro.—Chi-chicos, ¿donde está Bill?—Preguntó, ellos se miran entre sí. Eddie es el primero en responder señalando, Bill se pierde entre la alcantarilla, una vez más estamos corriendo buscándolo. Stanley no ha soltado mi mano incluso aunque está detrás de mi.
—¡Bill!—Todos estamos gritando pero no aparece por ningún lado. Estamos mal, definitivamente todos lo estamos, y no podemos esperar el momento para encontrar a ambos y terminar con esto.
—Estas sangrando.—Stanley dice de pronto tocando con delicadeza mi frente.—Laney, carajo estas herida, ¿porque no haz dicho nada?
—Realmente necesitas verte en un espejo, tienes sangre por todo el rostro, y-yo estaré bien.—Le informó, el duda y habla:
—¿Lo prometes?—Murmura, yo asiento.
—Jamás rompo mis promesas Stan, lo sabes.—Le digo.—Lo estaré.
Escucho entre todo el grito de Bill el grito el nombre de Beverly, rápidamente sigo el sonido corriendo. Hasta terminar en un pilar de basura, Bill no está por ningún lado pero Beverly está Le citando en el aire.—¡Beverly, Dios santo!—Gritan todos.
—¿Como está suspendida en el aire?—Mike pregunta. Eddie toma una bocanada de aire fuerte mientrras levanta su vista y habla:
—¿Chicos?—Cuestiona, todos los miramos.—¿Son los chicos desaparecidos flotando en el aire?
Ben avanza entre nosotros y camina hasta Beverly.—Ayúdenme a bajarla.—Dice, yo me recargo junto a Stan mientras lo veo mirarme.
Ben es levantado por el resto y con delicadeza baja a Beverly hasta nosotros.—Me resbaló.—Alguno dice. La respiración de todos está agitada.
Los ojos de Beverly están completamente blancos.—¡Bev, Beverly!—Ben grita.—¿Porque no despierta?
Con desesperación la abraza y entonces cuando no parece reaccionar la besa. Después de las caras de todos, ella parece reaccionar, dicen algo que no logro entender y entonces Richie interrumpe.—¡Diablos!
Eddie alumbra a distancia con la lámpara. Una vez más necesitamos encontrar a Bill.—¿Porque tardaste tanto?—Escucho la voz de Georgie rápidamente corro. El resto está junto a mi.
Bill aparece ante nuestros ojos con Georgie parado frente a él, quiero decirle que no es el. Que necesita alejarse pero entonces lo hace, Georgie lo dice:—Te amo, Billy.—Las lágrimas están cayendo por las mejillas de Bill.
El traga saliva y responde.—Y yo a ti.—Toma el arma cargada de su bolsillo y la pone en su cabeza.—Pero tu no eres, Georgie.
Seguido de esto dispara provocando que caiga al suelo su cuerpo, por un segundo no pasa nada pero entonces las extremidades de Georgie desaparecen, eso se levanta y nos mira sonriendo.—¡Bill, mátalo!—Todos están gritando, yo no puedo reaccionar.—¡Mátalo, Bill. Mátalo!
Mike dice algo con desesperación que no logro comprender. Yo observó a Bill el tampoco parece reaccionar.—¡Hazlo Bill, mátalo!—Siguen gritando.
—¡No está cargada!—Mike grita pero nadie parece escucharlo. Yo repito lo mismo que él ha dicho.
Bill parece no escucharnos y planta el arma en la cabeza de Eso, apenas la dispara y una gran quebradura de forma en el cráneo del mismo.
Parece que realmente le ha causado un daño hasta que comienza a retorcerse.—¡Diablos!—Uno de los chicos está gritando. Bill se gira y entonces la cosa parece lanzarse sobre el.—¡Bill, cuidado!
Bill pone rápidamente un pedazo de metal en la boca evitando que Eso se acerque más a él, Beverly corre y lo golpea, seguido de Mike. Todos nos lanzamos sobre él pero termina tirándonos y acorralándonos. Después de unos segundos toma a Bill en sus manos.
Richie está junto a mi respirando agitadamente.—No, no lo hagas.—Grito cuando el payaso se acerca a él rostro de Bill, el rápidamente gira su cabeza y me mira riendo ante la situación.
—No.—Responde sin dejar de mirarme.—Me lo llevaré, me llevaré a todos ustedes. Y me devorare su carne como me alimento de su miedo.
Nos mira, estoy temblando. Los chicos no despegan su mirada de él.—O nos dejan en paz.—Vuelve a hablar.—Me lo llevaré a él, solo a él. Y luego me tomaré mi largo descanso, ustedes crecerán prosperarán y sean felices hasta que la vejez los lleve devuelta bajo tierra.
Yo no quito mi mirada de Bill él está llorando.—Váyanse.—Dice de pronto.—Yo soy el que los metió en esto. Lo siento mucho, enserio lo siento.
El resto lo está mirando fijamente sin decir nada. Richie gira su rostro y me mira.—¡Vayan!—Bill ordena.
—Chicos, ¡no podemos!—Beverly habla.
Richie mira una última vez a Bill y habla.—Lo siento.—Yo frunzo el ceño.—Te lo dije Bill. Te lo dije, diablos. No quiero morir, pero no me escuchaste. Me golpeaste la cara, y la de Stan. Me hiciste caminar por agua contaminada, me arrastraste a una casa de drogadictos.
Yo miro con confusión a Richie, no puedo creer que esté diciendo eso.—Y ahora... tendré que matar a ese maldito payaso.—Dice arrebatándome el bate.—¡Bienvenido al club de los perdedores perra!
Richie golpea su cabeza y seguido de esto todos nos lanzamos sobre el payaso. Uno tras uno lo golpea y podemos ver como se transforma en nuestros miedos, aunque en este momento no le tememos. Eddie lo va a golear cuando se transforma en una horrible cosa y le escupe.—¡Te voy a matar!—Grita con desesperación a lo mismo. Y se lanza sobre el.
Yo me acerco una vez más al quitar el bate de la mano de Richie y cuando lo voy a golpear veo a papá.—Lindsay, cariño. Tu no planeas lastimarme, ¿no es así?—Murmura, yo no puedo reaccionar. Las lágrimas caen por mis mejillas, en años no había visto el rostro de mi padre.
El sujeta mi brazo y me arrastra, intento safarme de su agarre pero me es imposible. El rostro de mi padre desaparece y veo al payaso una vez más, se acerca y con su boca comienza a escupir:—Tienes miedo, ¿no es así?—Grita. Yo le escupo.
—¡No!—Grito el ríe y entonces siento algo enterrarse en mi pecho, duele. Lo hace demasiado pero intento ignorarlo para no afectar a los chicos, ellos no parecen haberlo notado. Entonces veo como algo se impacta en la boca de el payaso, Beverly enterró una vara de fierro en su boca, con rapidez el retrocede.
Bill habla:—Por eso no mataste a Beverly...—Es lo único que logro escuchar. Mis odios fallan y entonces mi mirada comienza a pesar.
Toco mi pecho que parece haber dejado de doler, y levanto mi vista. El payaso no está más, después concentro mi vista en mi mano, sangre esta en la misma. Siento los brazos de alguien rodearme, levanto mi vista, Stanley está preguntado cosas que no puedo escuchar.—¡Laney!—Es lo único que mis oídos logran comprender.
Miro a Stan y al resto ellos están delante de mí pero no tengo las fuerzas como para levantarme y demostrar lo feliz que estoy.—G-ganamos.—Con dificultad hablo. Stan me mira llorando y asiente.
—Lo hicimos.—Escucho.
—¿Recuerdas lo que promesa que te hice..?—Le hablo. El me mira, aferrándose a mi.—Lamento haberla roto
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~•~ El próximo es el final y después sigue el epílogo.
