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FINAL ALTERNATIVO.

Stanley corre con rapidez por las cloacas y una vez ha logrado salir con Laney en sus manos:—¡Por favor alguno consiga ayuda!—Grita con desesperación, todos los chicos lo están mirando. Ninguno sabe cómo debería reaccionar pero entonces lo ven a él, está destruido, sus ojos están más rojos de lo que nunca y no deja de temblar, quizás perder a Laney en realidad siempre ha sido su peor miedo.

Mike es el primero en reaccionar él promete volver con ayuda y entonces se pierde.—Laney, estamos aquí. ¿Bien?—Stanley sujeta el rostro de la chica.—Por favor no cierres tus ojos.

Ella lo está mirando. Se lleva los últimos 10 minutos obligándose a sí misma a no cerrarlos pero cada momento parece simplemente ser más difícil. Richie se abre paso entre los chicos y toca su cabello con delicadeza.—No solo él te necesita, yo lo hago. Todos lo hacemos.—Murmura.—Necesitamos que logres salir de esto, tú puedes hacerlo. Confío en que saldrás de esto. Te quiero, lo sabes, ¿no? jamás planeo dejar de hacerlo.

Lindsay los mira a todos, sonríe sintiendo como una ultima lagrima cae por su mejilla y entonces lo escucha una vez mas:—Te amo Laney, voy a estar aquí para ti sin importar nada. Solo no me dejes, mantén tus ojos abiertos, por favor.—Stanley continúa diciendo con desesperación.

—Ella lo hará.—Bill murmura.—Ella puede enfrentar a esto. Mike viene, está buscando ayuda.

Eddie la mira, ha sujetado su brazo pero con tanta sangre no sabe cómo debería reaccionar. Al igual que el resto tiene lágrimas en sus ojos, si Lindsay muriera. ¿Qué sentido tendría el club de los perdedores? Después de todo ella es una de las razones por las que todo parece funcionar.—Se que es difícil pero necesitamos que sigas aquí.—Eddie murmura mirándola, Lindsay continúa en los brazos de Stanley.

Beverly la mira, y por unos segundos se culpa. Ben pasa saliva.—Las personas suelen burlarse de mi.—Habla.—Pero tú, jamás lo hiciste. Siempre fuiste más agradable que el resto y necesitas seguirlo siendo.

—Lo siento pero no podré hacer eso.—Murmura cuando no puede resistir más y las fuerzas en su sistema comienzan a acabarse.—Lo siento.

Stanley se aferra a ella besa su frente e insiste.—Puedes hacerlo, lo harás. Por favor Laney.

Ella sonríe, estira su mano hasta el rostro de Stanley y mueve lentamente un mechón de cabello de su rostro.—Y..yo...—Sus fuerzas para hablar han disminuido, y ya no puede mantener sus ojos abiertos.—Ta...mbien...te...amo—Dice en su último aliento.

Stanley entra en un ataque de pánico y se aferra a Lindsay como jamás se ha aferrado. Los chicos continúan diciendo lo siento pero él simplemente se niega.—Ella está bien, estará bien.—Murmura.—Solo necesita abrir sus ojos, ¿porque carajo no abre los ojos? ¡Lindsay por favor mirarme!

...

Cuando Mike aparece junto a una ambulancia ellos quitan a Lindsay de las manos de Stanley. Él insiste que quiere ir con ella pero los paramédicos se niegan. Obligadamente junto a el resto debe permanecer en la sala de espera frustrados sin saber lo que ocurrirá.

Después de unos minutos un hombre alto con canas aparece.—¿Lindsay Heffley?—Murmura, Stanley junto a Richie son los primeros en lanzarse sobre el.—Necesitan estar acompañados por algún familiar para la visita al paciente, o algún mayor de edad.

Ambos se miran, ninguno podrá entrar.—Vienen conmigo.—Una voz femenina se escucha a sus espaldas.—Y son importantes para la paciente, no solo ellos, todos.

—¿Usted es un familiar?

—Es mi hermana, mi hermana menor.—Responde Susan. El doctor con mala gana hace una señal para que los tres lo sigan, aunque bueno es en realidad todo el club con desesperación que los ha seguido por los fríos pasillos del hospital.

Una vez están detrás de la puerta el doctor habla.—Perdió demasiada sangre pero lo logro.—Les informa.—Los dejaré un momento y regresare en un rato para tomar datos de la paciente.

Stanley ni siquiera pregunta y entra. Susan quiere dejarlos un momento y después hablar con su hermana por lo cual promete esperarlos afuera.—¡Lan!—Stanley corre rápidamente y con delicadeza la abraza.

—Creí que la besarías.—Richie murmura. Eddie lo golpea.—¿Que? ¿Quieres yo te de uno Eddie?

—Eso sería asqueroso.—Murmura, Richie solo ríe.

El resto se posan alrededor de la camilla mirándola.—¡Dejen de mirarme así es incomodo!—Lindsay dice mientras lentamente tapa su rostro.

—Lo hicimos.—Bill murmura.—Todos lo hicimos.

—¿Amigo Laney casi muere y tú quieres dar frases filosóficas ahora?—Richie habla como si lo que está diciendo fuera en realidad lo más obvio del mundo incluso aunque él mismo sabe que no lo es.

—¡Nuestra chica lo hizo!—Eddie interrumpe la incomodidad. Todos fruncen el ceño.—¿Que?

—¿Como acabas de llamarme?—Pregunta.

—Una chica, después de todo. Eso es lo que eres, ¿no es así?—Los mira con confusión, Lindsay ríe y entonces asiente, es una chica. Es la chica de los perdedores y el que Beverly está allí no cambiará nada para ella.—Laney es una chica.

—Si.

Stan se sienta en la camilla junto a Lindsay y juega con su pulgar una guerra.—¿Entonces terminamos?—Ben murmura, el resto asiente.

—El club de los perdedores ganó.