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XI

Los chicos están hablando, ellos dicen haber visto algo que no estaba ahí al igual que yo antes de que Stanley llegara. No digo nada, simplemente los miro.—¿Solo los vírgenes pueden ver esas cosas? ¿Es por eso que yo no veo toda esta mierda?—Richie habla de pronto, yo ruedo los ojos.

Uno de los chicos menciona ver el auto de Belch. Pero cuando estamos dispuestos a irnos, Bill habla:—¿Esa no es la bicicleta del chico que estudia en casa?—Todos dirigimos nuestra vista a la misma, en defintiva es: Mike Hanlon.

—¿Lo ayudamos?—Beverly pregunta, yo la observo y asiento. Lo mismo hacen el resto y rápidamente lanzan sus bicicletas. Sin pensarlo hago lo mismo y corro detrás de ellos. Miro a Stanley, el la está estacionando.

—¡Stanley solo déjala ahí!—Grito.

En niega.—¡Necesitan aprender lo que es el orden todos ustedes chicos!—Grita y nos alcanza.

Al llegar a la escena encontramos a Mike, él está en el suelo con su cara puesta en las piedras gracias a la botilla de Belch. Su boca sangra constantemente y puedo jurar que incluso está llorando. Henry lo tira al suelo y levanta una roca está dispuesto a impactarla contra su rostro hasta que sin pensarlo actuó rápido y lanzó una yo.

Esta se impacta de manera exacta contra el rostro de Henry quien después de unos segundos me mira con ira.—Buen tiro.—Beverly habla, yo le agradezco.

Mike se ha arrastrado en un santiamén hasta nosotros y los chicos han tomado piedras en sus manos.—¡Parece que ahora tienen a dos putas en el grupo! Aunque déjenme decirles. Con Beverly no deberían esforzarse tanto, se los hará de igual manera.—Henry habla.

Ben grita algo que no logro escuchar y entonces lanza otra piedra contra la frente de Henry. Después Beverly realiza la misma acción y entonces Richie está gritando:—¡Guerra de rocas!

A partir de allí es lo único que puedo ver, rocas volando de nuestro lado hasta la pandilla de Herny. Y al terminar todo solo puedo verlos marcharse, al parecer ganamos. Le ganamos a Henry Bowers.

Después de ello nos hemos marchado a la avenida principal, Richie toma la corneta de uno de los miembros de la banda y la toca.—¡Suelta eso!—Grito, el me ignora y sigue tocándola.—Te compro un helado si lo haces.

Después de unos minutos Eddie, Richie y yo nos unimos a los chicos, ellos hablan de no sé qué mientras yo como un helado de fresa.—¿Está rico?—Eddie pregunta.

—Tenemos el mismo sabor de helado, Eddie.—Lo miro.

—Si pero el tuyo luce más rico.—Me informa, Richie y yo fruncimos el ceño al mismo tiempo.—¿Que? solo mira su helado. ¡Luce más apetitoso!

Los ignoro y me concentro en Ben.—Y se va a acabar, al menos por un tiempo.

Beverly pregunta que a qué se refiere y Ben nos da una gran extensión en la cual explica que cada 27 años sucesos extraños suceden y simplemente después de un tiempo, desaparecen.

Yo los observó a todos.
Definitivamente nos acabamos de meter en un lío.

~•~
Solo les informo, no les va a gustar lo que pasará próximamente.