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XX

Toco la puerta de la casa de Eddie esperando a que él responda. Realmente lo necesitamos y al parecer soy la única con la que su madre no es tan cruel como para patear fuera de el jardín.

Después de unos minutos la puerta se abre. La señora Kaspbrank abre con una expresión de desagrado en el rostro.—Hola, Lindsay.—Dice mirando por detrás de mi.—¿Donde esta tu pandilla?

Yo hago una señal con mi mano izquierda la cual está detrás de mi espalda para que los chicos se escondan en la pared de la calle de la esquina. Richie protesta pero al final Mike termina arrastrándolo.—Oh señora Kasp. Ya no soy más amiga de esos sin vergüenzas, son un total desastre, sus madres deberían avergonzarse, ¿no lo cree usted así?

Ella asiente.—Definitivamente, esos delincuentes siempre han sido una mala influencia para mí Eddie.

Yo muerdo mi mejilla antes de volver a hablar y con nerviosismo me cuestiono si lo haré.—Pero yo no soy así. Y la amistad de su pequeño Eddie es realmente importante para mí, me encantaría que me permitiera seguir siendo su amiga.

La risa de Stanley se escucha. Yo abro mis ojos con desesperación pero la madre de Eddie parece no escucharla.—No lo sé, Lindsay.—Duda.

—Por favor, solo déjeme verlo un momento.—Suplico, ella bufa pero entra a la casa gritando el nombre de Eddie, después de unos segundos él aparece con un rostro de confusión.—¡Ed!

—¿Laney qué haces aquí? O bueno, ¿como rayos es que mi mamá confió en ti?—Sonríe, yo no pienso y simplemente lo abrazo, las últimas semanas no lo había visto y extrañaba a mi amigo.

—Esa cosa se llevó a Beverly.—Murmuro, la sonrisa en su rostro se esfuma al escucharme.—Necesitamos tu ayuda, todos nosotros, Eddie te necesitamos.

—Yo no lo sé.—Murmura. Richie aparece gritando:

—¿Que estas demasiado ocupado cambiándole el pañal a tu madre?—Dice, Mike vuelve a aparecer.

—¡Perdón, prometo controlarlo!—Murmura. Yo frunzo el ceño pero asiento cuando regresan.

Observó a el resto ellos siguen detrás de la pared observando todo. Bill me suelta una sonrisa, confía en mí.—Por favor Eddie.—Suplico.

—Mi madre me asesinara.—Dice.

Richie aparece una vez más gritando:—¡Entonces yo realmente necesito hablar con la bola de tu madre!

Mike rueda los ojos y camina.—¡Lo siento pero es como un perro chihuahua ansioso!—Yo le hago una señal de que se quede donde esta quizás Richie puede realmente servir de algo, o bueno quizás no.

Richie finge acercarse a la puerta como si a la madre de Eddie retará pero se topa con que cuando lo hace la puerta realmente se abre.—Mierda.

Los ojos de Richie están posados en la madre de Eddie, ella frunce el ceño intentando reaccionar.—¡Eddie!—Grita cuando lo hace.

—¡Hora de correr!—Richie dice al mismo tiempo y entonces todos comienzan a correr, yo me quedo allí parada.

—¿Entonces, Eddie?—Cuestiono. El suelta un suspiro.—¿Estas?

—Jamás los abandonaría.—Me dice y entonces al igual que el resto, corre.—¡Mi madre definitivamente me asesinara por hacer esto, pero al diablo!

El club está completo.

~•~
¿Extrañarán la historia cuando termine? ¿O es solo una más en su biblioteca?:c