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Las carcajadas podían escucharse a kilómetros de la habitación de Liam, no podia contener la risa a causa de las tonterías del chico más joven. Las lágrimas se retenian en sus ojos y el estomago le dolia, no recuerda cuando fue la última vez que estuvo así de risueño.

Andrew era un chico simpático y ocurrente, no cabía duda que las personas buenas llegan después de tanto sufrimiento y se hacían cargo de reparar los daños que otros causaron.

El chico tenía veinticuatro años, todavía era joven y mucha vida por que vivir.

—Eso es muy tonto— dijo el castaño mientras tomaba un gran bocado de aire, se abanico con la mano al sentir sus mejillas calientes.

Andrew solo se encogió en sus hombros y tomó otro emparedado de pollo que Liam y él hicieron, habían pasado juntos el día y como el clima no estaba del todo bueno, Liam propuso pasar la tarde en su habitación. Tuvieron una platica en una confianza muy rápida, Andrew ya sabia que el hombre es un padre soltero y vino en busca del otro padre de su hijo.

Le ofreció todo el apoyo durante su estancia en el país y acordaron mantenerse en contacto para cuando Liam regresara, luego pasaron a la cocina donde comenzaron las anécdotas más graciosas de los dos. Una linda amistad se formó tan rápido entre los dos que Andrew se atrevió a preguntar como conquistar un amorío por hay.

Cuando Liam estaba lavando los trastes que utilizaron sonó el timbre, Andrew se ofreció ir mientras él termina.

El chico desapareció de la pequeña cocina, la puerta estaba del otro lado de la pared por lo que tenía todo el acceso de escuchar.

—¿En que puedo ayudarte amigo?— escucho decir a Andrew, seguro con una sonrisa burlóna en la cara.

—No soy tu amigo, idiota— Liam pudo escuchar el gruñido furioso, los cabellos de su nuca se erizaron al reconocer la voz de Zayn. —¿Esta no es la dirección de Liam Payne?

Secando sus manos con un paño, Liam salió de la pequeña cocina y se dirigió hacia la puerta.

Zayn apretó los labios al ver a su ex esposo y ahora padre de su hijo salir de la cocina.

¿Acaso el tipo que le abrió la puerta era algún tipo de novio? ¿O solo su ligue?

Los celos ardieron por sus venas de forma espesa, como lava.

—Vaya, se nota que no pierdes el tiempo, Liam.—Aquel comentario salió con los celos marcados a cada letra.

Liam sintió levemente sus mejillas arder.

—A diferencia tuya yo sí puedo ver a los hombres como amigos, Zayn.—Liam respondió antes de siquiera pensarlo del todo. Reaccionaba más por instinto que otra cosa.

Andrew rasco su nuca incomodo.

—Bien...yo me voy.—El hombre se dirigió para tomar sus cosas, acercándose a Liam beso levemente su mejilla.—No dudes en llamarme si necesitas ir a algún lado o cualquier cosa.—

Liam le sonrió agradecido.

—Lo haré. Gracias por el día de hoy.—Dándole una última sonrisa y un leve asentimiento a Zayn. Se fue del lugar.

Liam miro atentamente al moreno, quien parecía no haber pestañeado en todo ese momento. Con cierta incomodidad, Liam se aclaró la garganta.

—¿Puedo pasar?—El hombre hablo aún con la mandíbula tensa.

Liam asintió levemente y se movió a un lado dejando a Zayn adentrarse.

La mirada del hombre vago por todo el lugar, chequeando si había algún rastro o alguna huella de que algo había ocurrido antes de que él llegara, pero nada. El lugar estaba intacto.

Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora