Corazones Rotos

CR1- Cinco

Era miércoles por la noche cuando se recargo en la pared con el teléfono inalámbrico en su oído y hombro, sujetando un sobre en sus manos.

—Si Harry, llego esta tarde— el castaño miro a Duke entrar a la cocina con un pedazo de tela roja sujetado a su cuello, simulando una capa. Salió al dar dos vueltas a la mesa y regresar a la sala.

—¡Que bien! Creí que no llegaría— Harry se escucho en la línea en un suspiro de fingido alivio.

—¿Que es Partie Argent?— Liam frunció el ceño escuchando la risa del ruloso del otro lado.

—Fiesta de plata en francés, es una velada anual que la empresa en conjunto de una cadena de socios y dueños hacen por los buenos beneficios obtenidos— explico.

—Oh, ¿y?

—Quiero que vayas, las invitaciones dan privilegio a dos invitados más, así que ustedes están cordialmente invitados— relucio Harry con voz melosa.

—¿Es muy importante esta fiesta?— pregunto tomando desprevenido a su hijo, Duke carcajeo siendo besado en las mejillas.

—¡Si, muy importante! Así que quiero que consigas un lindo traje, es el viernes por la noche.

—Mañana iré al centro comercial por un lindo traje— río por el chillido en aprobación de Harry. —Debo colgar, Duke tiene que ir a la cama— el niño hizo un puchero y Liam le asintió.

—¡No olvides algo plateado! ¡Adiós!.

Liam llevo a su hijo a la habitación, lo cubrió con las mantas y le contó dos cuentos para que Duke durmiera. Deslizó con cuidado la cabeza del pequeño de su pecho, acomodandolo en las almohadas suavemente. Le dio un beso en la frente y luego salió para tomar un baño en tina.

Tan pronto salió del baño, cayó a su cama en ropa interior, disfrutando al instante la calidad, no demorando mucho en caer en un sueño profundo.

Al día siguiente hizo la misma rutina en casa y en el trabajo, hoy salia cuatro horas antes de lo usual a los demás días. Liam estaba en el centro comercial después de haber llamado a su madre y decirle que llegaría tarde a casa hoy.

Liam entro finalmente a la tienda de trajes a regañadientes, se había distraido en las tiendas para bebés, admirando toda la ropa diminuta y adorable. Luego recordó su objetivo cuando ya tenía tres bolsas de cosas para Duke.

Camino por todo local sin tener interés por algún traje que podría llevar la noche de mañana, de tantas vueltas que dio miraba todos los trajes iguales sin decir los malos colores que habían. Liam se decidió por salir y buscar un lugar donde sentarse, fue allí cuando miro a Peter caminar hacia su dirección.

—Liam, ¿que haces por aquí? ¿alguna cita?— Peter sonrió pícaro, Liam negó.

—No, para nada, vine a buscar un traje para mañana.

—Estas invitado a la fiesta de plata ¿no es así?— Liam asintió. —¡Te ayudo entonces!

Literalmente Peter lo llevo arrastras al segundo piso, entraron a una tienda de trajes que Liam sabia perfectamente, costaban una fortuna. Él podría comprar uno, pero seria desperdiciar el dinero para un traje que probablemente use una vez.

Peter y Liam caminaron por todo el lugar, el castaño de ojos dorados miraba a todas parte menos el precio que colgaba de las mangas, empezaba a dudar en asistir con solo ver los ceros repetirse tantas veces.

—¿Que tal este?— Peter intento de nuevo recibiendo una negación de Liam.

—No, demasiado sencillo— el hombre resopló y lo regreso a su lugar.