El menor suspiró, sin saber cómo empezar. Se sentía muy cohibido y temía de lo que su contrario pudiera pensar de sí mismo.
—Cuéntame, ¿De acuerdo?
—Soy... Homofóbico.
Mikaela parpadeó varias veces, sin creerle realmente. Entonces, ¿era por eso que se había comportado tan extraño cuando su hermana había insinuado cosas entre ellos?
—¿De verdad es eso?
—Sí...
—No te creo —admitió, porque Yuu no parecía ser la clase de personas que juzga a otras por banalidades así—, ¿Realmente por eso me evitabas?
Habían terminado sentados fuera de la vivienda de Yuu, sus hermanos quizás estaban esperándolo, pero por el momento el azabache tenía que confesar lo que le sucedía a Mikaela.
—Es verdad.
—¿Te desagradaba que tu hermana te llegase a ver como gay? Los homosexuales no tienen nada de malo realmente Yuu.
—Juro que creí que tú también lo serías —admitió el azabache un poco tímido.
Mikaela, por su parte, frunció el ceño y miró con enojo al azabache.
—No lo soy, Yuu, deja de juzgarme.
—No es que te juzgue, simplemente creí que podías llegar a serlo.
—Aún así, no lo soy. Incluso con Kimizuki que es gay, y creo que tiene novio, no tenemos algún tipo de problema. Usualmente no habla de sí mismo, así que lo sabemos porque una vez lo dijo por equivocación, y no es como que nos afecte ¿Sabes? Así que realmente no entiendo por qué no te agrada una persona homosexual, además, si estás seguro de tu sexualidad, entonces no entiendo por qué me evitaste.
Hubo un momento de silencio, ninguno de los dos sabía qué decir en ese momento; además, Yuu igual no había dicho la verdadera razón por la que evitó a Mikaela por determinado tiempo.
—No soy homofóbico —murmuró Yuu jugando con sus dedos, mientras el rubio le estudiaba en silencio. Aquel comentario simplemente había sido una manera de tantear el terreno con el de ojos azules.
—¿Entonces?
—Es... Algo complicado.
—En serio no confías en mí, ¿verdad? —afirmó Mikaela cabizbajo, con un tono de voz suave y nostálgico que hizo sentir culpable al azabache.
—No es que no confíe en ti, sino que es bastante difícil para mí y simplemente te evité un poco por pensar demasiado las cosas.
—Cuéntame Yuu, ¿por favor?
Yuu acarició su cabello negro, tomándose un momento para pensar en cómo decírselo.
—Me avergüenza tratar temas que tienen que ver con la homosexualidad, porque, creo que... Quizás... Soy gay.
Mikaela se volvió a sorprender, abriendo los ojos como dos platos redondos. Podía jurar que Yuu era casi asexual o al menos eso aparentaba ser él con esa apatía hacia una relación amorosa.
—¿Crees? ¿No estás seguro?
—Creo.
—¿Por qué crees?
—Simplemente no estoy seguro —aseguró porque evitaba hablar de ese tipo de temas.
No sabía explicarlo realmente, pero sentía más atracción por los chicos que por las chicas.
—¿Cómo te diste cuenta?
—Mika—. Murmuró con voz rebosante de ruego en que dejara ese tema por la paz.
—No te estoy juzgando, ya te dije que no soy homofóbico, solo quiero conocerte más.
Yuu suspiró levemente. No solía hablar con otros de sus problemas, así que era muy difícil para él abrirse así con Mikaela.
—Es porque no siento tanta atracción por las mujeres, pero por los hombres sí.
Las mejillas del azabache estaban pintadas de rosa. Era verdad cuando decía que le avergonzaba hablar de aquellos temas.
—Y... ¿Te has enamorado de un chico?
Algo en el pecho del rubio le molestaba. Sentía celos, y deseaba no saber la respuesta, dándose cuenta de repente que Yuu nunca le había sido tan indiferente, como para que incluso lo haya seguido para saber más sobre él bajo la excusa de querer saber un secreto suyo, o como el haber aceptado su ayuda porque quería acercarse a él.
—No me he enamorado nunca —aceptó—. Bueno, en realidad no lo sé —expresó pensando en sus sentimientos por Mikaela.
—Yuu, esto es difícil —aceptó Mika revolviendo su mata de cabellos claros —. Te quiero ayudar, pero eres más difícil de lo que pensé—dijo este, odiando lo cerrado que podía llegar a ser Yuu, y dándose cuenta de que lo era mucho más frágil de lo que se dejaba ver.
Yuu soltó una tenue risa. Cuando Mika deseaba comportarse amable, era bastante tierno, aún si no sabía aconsejar.
—No tienes por qué hacerlo.
—¡Claro que tengo qué hacerlo! Aunque es más que quiero hacerlo porque me importas, así que permíteme hacerlo —pidió.
Yuu apartó la mirada sintiendo su corazón latiendo desenfrenado por ese comentario.
—Nunca he tenido sexo con chicos, no he tenido novio, y tampoco he besado a un hombre —admitió —. He tenido sexo con mujeres, novias y obviamente las he besado, pero siento que sería algo bastante diferente con algún hombre.
—Yuu... —llamó al azabache, interrumpiéndolo para captar su atención después de darse cuenta de que quizá su amigo se sentía confundido por su orientación sexual, intentando reprimirla incluso. Quizá lo que haría estaría mal, pero en ese momento fue la única manera de ayudar a Yuu que encontró.
Por su parte, el azabache fijó su mirada en el rubio.
Pero nunca se esperó que los labios de este, chocaran con los suyos.
Apenas fue un leve piquito y el rubio se separó rápidamente, ambos tenían sus mejillas prendidas en rojo y sus rostros escondidos entre sus manos.
—¿Te gustó más que cuando besas a mujeres? —interrogó el de ojos azules después de unos segundos.
Yuu destapó su rostro sin poder evitar sonreír como un idiota, mientras asentía con la cabeza.
En serio que, el azabache, era bastante tierno, pensaba Mikaela.
—Eh... Yo... Solo quería ayudarte, no te molestes conmigo —pidió Mikaela al darse cuenta de lo impulsivo que había sido.
Yuu negó con la cabeza dejando escapar una tenue risa por lo sucedido.
—No te preocupes, está bien.
Mika se levantó del suelo, extendiendo su mano al menor. Solo esperaba que no se diera cuenta del tenue temblor en esta.
Yuu aceptó su mano, parándose también como si nada hubiese pasado.
—Quédate a comer.
—De acuerdo —sonrió el rubio.
El aura era agradable, pero también era algo tensa, pues aún se sentían un poco incómodos con lo sucedido.
En ese momento, Mikaela se dio cuenta del fuerte deseo que persistía en sus labios por seguir besando a su amigo.
Ni siquiera el primer beso de ninguno fue tan suave y sutil, tan lleno de delicadeza; sí que fue inexperto, pero nada lento.
Querían intentarlo de nuevo.
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Realidad
FanfictionDonde Mikaela se droga, y Yuu quiere ayudarlo. Portada hecha por mi Kohai @_Fkxlu ‹3