27. Ex- no novias locas

6.9K 676 63
                                    

Todos estaban reunidos en el apartamento. Sus emociones se encontraban entremezcladas, creando una incómoda sensación. Jamás imaginaron que las cosas vinieran desde tantos años atrás.

— ¿Alguno me quiere explicar que carajos esta pasando? — preguntó Namjoon con enojo. Todos hablaban muy rápido entre sí, tratando de hacer conjeturas y él estaba más que perdido.

 — ¿Hyung, recuerdas a Suran? —  cuestionó Taehyung.

— Por supuesto que sí, el amor no correspondido de Yoongi hyung por muchos años — Jimin saltó levemente en el asiento.

— Si Hyung, ella... ella es la cuarta chica de la que hablaba Jimin. 

Un definida O se formó en los labios de Namjoon.

— ¿Es una broma verdad?. Ella siempre lo rechazó, Yoongi perdió la dignidad más de una vez por su culpa. Fue un idiota adolescente enamorado durante muchos años.

 Las mejillas de Yoongi enrojecieron. Sentía vergüenza de su pasado, Suran lo humilló muchísimas veces. Le enseñó que el amor verdadero no existía o eso creía hasta que conoció a Jimin.

Jin golpeó levemente el brazo de su novio para añadir — Como sea que hayan pasado las cosas, no conocemos sus motivos. Ahora debemos encontrarla, de nada nos sirve recordar todo lo ridículo que Yoongi fue cuando eran amigos. 

Una pequeña risa general se escuchó y el pelinegro se puso aún más rojo, mientras la rabia y vergüenza se acumulaban.

— Claro, no sería interesante recordar como ella lo baño en el jugo de fresas, que Hyung le había regalado — rió Jungkook — O cuando lo abandonó en ropa interior a la mitad del baile anual.

Todos trataron de aguantar la risa, sin éxito. El mayor estaba más que incómodo. Su juventud había sido una completa deshonra, gracias a Suran. Ella lo avergonzaba en cada ocasión que podía, Yoongi era un inocente vecino enamorado. Para acallar la risa colectiva interrumpió

— Conozco muy bien a Suran, creo saber donde podría estar escondiéndose. Podríamos ir y si están juntas, llamaremos a la policía. 

 Hubo un asentimiento colectivo. Se puso de pie diciendo

 — Alguien tiene que quedarse con Jimin.

 El menor levantó la voz adolorido y molesto — ¡Yo iré! ¡No me obligarán a quedarme!

— Pero Jimin tu no estas...

— Pero Jimin nada. No esperen que me quede de brazos cruzados, cuando casi me mata la última vez.

Admitiendo con resignación las razones de su amado, el pelinegro le agarró del brazo y lo guió hacia la puerta rogando que la tarde no fuera tan larga como pensaba. 


👓

La casa estaba a las afueras de la ciudad. Yoongi se dirigía con pasos firmes a la entrada recapitulando todos los acontecimientos que habían atropellado su vida últimamente. Una sonrisa surcó su rostro cuando recordó como Jimin descubrió que ya no estaba ciego.

"— Hyung — sonrió el menor — Gracias por traer mi suéter favorito. ¡El color azul es genial! — afirmó con alegría.

— No te preocupes pequeño, sabía que te encantaría.

— Hyung, usted como ... ¡OH! ¡Dios mío! ¡Ya no está ciego! 

La fuerte carcajada del pelinegro inundó la habitación.

— Y ¡¿Hasta ahora lo notas?! — Preguntó levantando la ceja. 

— ¡Hyung! — rezongó el menor — Soy un poco despistado — sus mejillas estaban tan rojas como un tomate — Apenas me desperté ayer — sentía vergüenza . Cómo es que no se dio cuenta, si era algo que claramente se podría notar. 

— Mochi — se acercó a su rostro — de no haber sido por ti. No tendría mi vista — la cara de interrogante del menor le sacó una sonrisa.

 — El médico dijo que los cuidados, las dietas especiales y el no haberme quedado en cama ayudaron a mi recuperación... Eso y el susto que me pegaste.

El menor río y lo jaló hacia sí para besarle con suavidad"

Sin darse cuenta, ya estaba timbrando en la vieja casa. Sintió la puerta abrirse y se sorprendió al ver a Suran después de todos estos años con su lacio cabello azul.

— Te tardaste ¿No crees?

— Este yo...

— Sigue — invitó sonriendo al pelinegro con malicia.

Entró en la casa. Confiaba en que Jimin llamaría a la policía mientras los demás trataban de encerrarlos en el lugar.

— Toma asiento.

Antes de llegar a acomodarse en el sofá, sintió tres cuerpos a su espalda. Allí estaban Sana, Ji Soo y Mina. La ira le invadió, pero trató de controlarse ignorándolas.

— ¿Por qué?

— ¿Acaso debería haber una razón?

— Claramente no tratarías de arruinar mi vida si no la hubiese — la fulminó con la mirada y ella sonrió.

— ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando te dejé?. Eras un mocoso imbécil, que me juraba amor eterno.

— Este yo ... — sentía la vergüenza colarse en su cuerpo. Recordaba cómo entre lágrimas le aseguró que siempre sería su único amor.

— Arruinaste mi vida Min Yoongi y la de ellas también. Por eso tendrás que pagar.

Sintió un fuerte golpe en su espalda, al tiempo que escuchaba las sirenas a lo lejos y los gritos del pequeño Jimin golpeando con insistencia la entrada. 


No me maten. Yo los adoro mis hermosos lectores. Estuve sin internet un montón de tiempo por que salí de la ciudad pero aquí les traigo un nuevo capítulo. Espero les haya gustado. Para redimir mi culpa publicaré el final y el epílogo de este martes en ocho. Sean felices, un abrazo y hasta la próxima. 

Ceguera «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora