11. Malditas fiestas pt 1

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Yoongi y Jimin llevaban ya nueve meses de novios. Después del accidente de hace seis meses, las cosas habían cambiado drásticamente. Al principio, Jimin había sentido miedo hacia el pelinegro pero con el tiempo y mucha paciencia por parte de los dos las cosas habían mejorado.

 Actualmente, su relación se llevaba con confianza, amor y dulzura. Eran felices, disfrutaban de su tiempo juntos aunque a veces les fuera muy difícil, pues el pelinegro se había enfrascado en un proyecto realmente importante y Jimin se dedicaba profundamente a su trabajo.

Esa noche, como cada último viernes del mes se encontraban hablando estupideces en la casa de Taehyung, mientras trataban de alejar sus agitadas vidas por un rato.

— Jin hyung, pero eso fue su culpa —  soltó Kookie en una sonora carcajada.

— No me vengas con esas mocoso, yo nunca les di permiso de meterse con mi pastel.

Toda la cocina estaba hecha un desastre, entre los siete estaban limpiando toda la masa que previamente Jin había preparado pues accidentalmente, la habían vertido en moldes sin tapa. Nadie lo noto hasta que el olor a quemado inundó sus fosas nasales, el humo salió del horno y una cosa viscosa de color café se deslizaba por los lados.

Con harina en sus mejillas Taehyung llamó la atención de todos.

— Olvidé decirles —  esbozó una sonrisa — estoy invitado a una fiesta y quería que todos fueran conmigo, es mañana en la noche.

La sonrisa de Jimin se borró en un instante y Yoongi lo notó.

— ¿Qué pasó minie? — susurró en su odio.

— No puedo ir Hyung, tengo una exposición muy importante el domingo ... — le miró a los ojos con algo de duda — se que querías salir. Llevamos mucho tiempo sin hacer algo.

— No te preocupes minie me quedaré en casa.

— ¿Hyung? —  tomó sus mejillas con suavidad — confió en ti puedes ir sin mí.


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Era sábado en la noche, los seis llegaron al lugar pues Jimin tuvo que quedarse. Yoongi lo extrañaba, amaba bailar con él a pesar de que fuese realmente malo en ello, los movimientos de su novio eran sensuales, insinuantes y delicados. Amaba todo de ese castaño de mejillas regordetas, su forma de ser, sus labios, las sonrisas en que sus ojos desaparecian, su sedosa voz. En ese momento se sintió estúpido.

¿Por qué vine ? pensó. La ausencia del menor lo ponía de malas, ni siquiera la música era lo mismo sin él. Sin previo aviso, un chico de cabello oscuro con delineadas facciones se acercó. 

— Cariño, ¿Quieres bailar? — dijo en tono coqueto y provocativo.

— ¿Eh? — le miró confuso, su cerebro aún no reaccionaba. El tipo estaba bueno, no había más que decir.

— ¿Qué si quieres bailar?

— Si-si, claro — titubeó recordando las palabras de Jimin "confío en ti , hyung, se que no harás nada que me lastime. Siéntete libre de hacer nuevos amigos".

— Me llamo Oh Se Hoon — dijo con voz seductora mientras halaba a Yoongi hacia la pista. 

Ceguera «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora