Capítulo 8: Casa de Castiel

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-tú? Que haces aquí?-dijo Castiel.
-todas las chicas que te presento para que sean tus ayudantes ya las conoces, eso no se vale.-dijo la recepcionista.
Castiel parecía sorprendido, pero aun no sabía si se trataba de una grata o ingrata sorpresa. Yo permanecí en silencio.
-no te alegras de verme?-dijo debrah.
-no lo sé. Me alejaste de un excelente amigo en ese entonces. Y no sé qué tan bien puedas tocar la guitarra.-dijo Castiel.
Me pregunté si debrah tendría algo que ver con el cambio de actitud de Castiel.
-si, pero también te ayudé a superar el daño que él te causó, ya sabes.-dijo debrah.
-esto se esta poniendo incomodo, mejor vamos a darle espacio.-dijo en un susurro la recepcionista. Nos alejamos hasta la recepción.
-de donde salio esa chica?-pregunte.
-ni idea, henry le tomó la entrevista porque Castiel Estaba a tope de tareas. De dónde se conocerán?-preguntó.
-no tengo ni idea pero pienso averiguarlo.-dije.

Desafortunadamente ese día no nos coincidían los horarios, por lo que no podría hablarle en nuestros recreos. Tuve que esperar hasta el final del día para poder ver a Castiel.
Una vez que el último timbre sonó, salí corriendo hacia la salida. Apenas escuché el saludo de dake. Fui al salón de Castiel y este no estaba. Refunfuñe. Fui a la salida y tampoco lo encontré. Pero si me encontré con esa chica.
-hola, disculpa. Has visto a Castiel?-pregunté.
-hola. Si, se fue hace apenas unos segundos. Pero no recomendaría que lo sigas o le hables, estaba de muy malhumor.-dijo la chica.
-oh, bueno. Gracias por el aviso.-dije, y me encamine hacia mi camino normal.
-hey, vas hacia la derecha?-preguntó.
-si, tu también?-pregunte.
-si, vayamos juntas!-dijo. De inmediato tomó mi brazo y se encaminó conmigo. Me sentí exageradamente incómoda, pero no me atrevía a intentar soltarme.
-Creo que debería presentarme. Soy Alaska Blue...-ella me interrumpió.
-si, lo sé. Tienes 18 años, cantas con demons cada tanto, trabajas aquí con dake y eres amiga de Castiel, Lysandro y victor. Tocas la guitarra, el bajo, la guitarra eléctrica y el piano.-dijo con una sonrisa.

La observe de arriba a abajo, me estaba empezando a asustar. Cómo sabia tanto de mi? Qué demonios? Esta joven parecía salida de una película de terror. Le frunci el entrecejo y no pude evitar separarme de ella.
-como sabes eso?-dije. mi voz sonó tajante y agresiva. Ella rió.
-oh, lo lamento. Es cierto, debo darte miedo. Lo leí en el periódico local, y desde tu primera aparición me resultaste increíble. De hecho, podrías darme tu autógrafo?-preguntó.
-gracias, supongo. Aunque debes admitir que es muy extraño la forma que actuaste.-dije.
-oh, bueno. Será mi turno de hablar. Mi nombre es debrah, tengo 19 años y necesitaba trabajo así que recordé que Castiel trabajaba acá. Y me postulé. Yo era amiga de él en 4to año, pero una banda me contrató y desaparecí. Supongo que sigue molesto porque no me despedí, pero ya sabes como es él.-dijo debrah
Frunci el entrecejo. Si, sé cómo es Castiel. Pero jamás desaparecería de la vida de un amigo. No me estaba dando buena vibra esta chica, en lo absoluto.
-sí, lo conozco. Sin embargo si pretendes tener una convivencia medianamente sana con él, lo que debes hacer es disculparte.-dije. Ella río, la observé con semblante serio.-no dije ninguna broma.
-lo sé, solo intento ser simpática.
-sabes, vamos a ser colegas, pero no creo que hayamos empezado con él pie correcto. Obvia esos tipos de comentarios de Castiel.-dije.
-esta bien, lo lamento. No sabia que eran tan buenos amigos, he ido a sus presentaciones y todos notan cierto feeling entre ustedes. Son pareja?-dijo.
-no, no lo somos. Si lo fuéramos, seguramente no duraríamos ni un día.-me reí.
-oh, bueno. Creo que debemos hacer de cuenta que lo que dije nunca pasó. Me presento. Me llamo debrah y seremos colegas. Así que espero entablar una buena relación con la única chica de mi edad del trabajo.
-si, eso espero. Un gusto, me presentaría pero ya sabes todo de mi.-dije.

Caminamos en silencio un par de cuadras hasta que decidí tomar otro camino. Esto se estaba haciendo muy incómodo.
-yo me despido aquí. Nos veremos mañana, recuerda disculparse con Castiel.-dije.
-si, si. Gracias por tu consejo, pareces una buena persona.-sonrió.
-de nada. Hasta luego.-dije, sin más me di media vuelta.

Entre dos amores: temporada 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora