Capítulo 12: Nieve.

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Castiel encendió la radio, pero aparentemente entre medio de un valle no llegaba muy bien la señal. Miré hacia atrás, iban todos durmiendo. Rosa iba aupa de alexy, el cual no parecía enterarse que ella estaba encima de él. Violeta estaba acurrucada muerta de frío contra Lysandro y este la abrazaba, también muerto de frío. Observé a Castiel, iba junto a él en los asientos delanteros. Cada tanto se soplaba sus manos, tenía frío.
-quieres mis guantes?-pregunté. Él me miró, mis manos eran muy pequeñas de por si, en comparación a él... Seguramente ni le entraran. Sonrió.
-no niña, quedatelos. Lo que si necesito es parar. Toma el mando del auto, está bien?-dijo. Asentí. Él frenó junto a la carretera y cambiamos de lugar.
-antes que entres, toma mi guitarra acústica y ve tocándola. Aún nos falta casi una hora y sin radio esto va a ser aburrido.-dije. Él me obedeció y se sentó junto a mí con mi guitarra. Antes de arrancar el auto me quede contemplando las preciosas vistas. Las montañas nevadas, la nieve, todo. Castiel me interrumpió tosiendo. Suspire, me saqué mi bufanda y se la di.
-ten, grandullón. Estoy un poco más adaptada al frío que lo que tu lo estas.-dije arrancando el auto. Él no dijo nada y tomó mi bufanda. Comenzó a tocar la guitarra. Sonaba tan lindo, tan suave, tan... Castiel. Sentía deseos de observarlo por horas mientras tocaba. Me sentía tan patética cuando tenia esos pensamientos, parecía una mezcla de un Lysandro romántico y... Una película cursi.
Habia silencio humano en el auto, si no era por la musica que tocaba Castiel, tal vez seria incómodo. Observe por el retrovisor a violeta y Lysandro.
-finalmente parece que se van a ennoviar.-dije. Él se volteó a verlos.
-eso espero. Me tiene harto hablando de ella.-dijo Castiel.
-puedo comprenderte.-dije observando a rosa. Todos estaban formados de a parejitas, mire a Castiel por el rabillo del ojo. Ojalá él fuera al menos mi algo, no había necesidad de ser novios, simplemente algo.
-sabes, te debo una disculpa.-dije. Castiel detuvo la guitarra y me observó confundido.-ayer me puse como una furia pensando que tu habías sido el que puso esa foto en la pantalla. Lo lamento, sucede que tu eres alguien importante para mi y eso se sintió como una traición. Y no supe reaccionar de mejor manera que...-dije pero me interrumpió.
-descuida, todo está bien.-dijo, hizo una pausa y sonrió.-así que soy una persona especial para ti?
-si... Es decir...-mierda, me sentí una idiota al descubrirme de esa manera. No Alaska, no puedes dejar que él sepa que estas como un perro faldero detrás de él. No quiero ni imaginar cómo se pondrá al saber que le traje una guitarra con sus inscripciones.
-sabes que quedas adorable cuando te pones nerviosa?- preguntó. Me sonroje.
-y tu cuando tocas la guitarra.-dije. él rió y volvió a tocar. Nos sumimos nuevamente en el sonido de la música.-demonio se queda con iris?
-si, es algo descuidada pero sabe cuidar a mi perro. En realidad es nuestro, pero lo quiero mucho más que ella así que se queda conmigo siempre.-dijo Castiel. Asentí. "Nuestro perro" la palabra en plural dolía y mucho. Sonreí con pesadumbre. Castiel observó por la ventana y observó como empezaba a caer la nieve. No pude evitar perderme en su mirada. Él lo notó y me miró, sonriéndome.

Los minutos pasaron y poco a poco nos íbamos acercando al destino. Castiel iba dandome indicaciones y finalmente vimos la cabaña. Con simplemente ponerle un ojo encima, supe que Lysandro la había reservado. Se notaba el aire victoriano a millas. Aunque era extraña, tenía partes de cabaña y partes que parecían sacadas de un libro de historia. Crucé una mirada con Castiel. Nos volteamos y despertamos a nuestros amigos.
-ya llegamos?-preguntó rosa.
-por algo los despertamos.-dijo Castiel.
-mira esto, es hermoso. La nieve cayendo, la cabaña es inmensa, tanto blanco, me encanta.-dijo violeta, sumamente orgullosa y alegre. La vi poner su mirada en Lysandro, éste le sonrió. Parecía un padre orgulloso.
-me alegro que te guste.-dijo Lysandro.
-cuanta nieve! Vamos a hacer guerra? Esta vez te pienso ganar.-me dijo alex.
-te dejo ganar si me ayudas a bajar todas estas cosas.-le respondí.
Al poner un pie fuera del auto sentí el cruel invierno colándose por mis huesos. Afortunadamente yo estaba acostumbrada, al igual que alex. Pero ver a los chicos intentando caminar por la nieve hizo que me riera muy fuerte.
-no es gracioso.-dijo Castiel enojado. Al intentar hacer un gesto de enfado, se resbaló y se cayó de cola a la nieve, junto a dos bolsos que estaba bajando. Me reí al igual que los demás, solo que a excepción de Lysandro, todos se reían con miedo. odiaba que pensaran que él era una mala persona. Le tendí la mano a Castiel, él me la tomó.
-levanta, grandullón.-dije. Él hizo fuerza y me tiró encima de él, con una gran sonrisa pícara.
-ahora te sigue resultando gracioso?-preguntó. Tomé un puñado de nieve y se lo estampe en el rostro.
-definitivamente. Esto va por aquella vez que me pusiste hojas en mi remera.-dije levantándome y corriendo para que no me atrapara. Castiel se incorporó con muy mal carácter y comenzó a intentar perseguirme, fallando. Tomó una bola de nieve y me la lanzó, pero se equivocó. Los demás se sumaron a lanzarse bolas de nieve, pero Castiel tenia puestos sus ojos en mi. Cada tanto se resbalaba y caía. Yo no me había tropezado ni una sola vez, simplemente corría esquivando las balas de nieve que me lanzaban mis amigos, en especial Castiel.
Sentí algo golpeando mi nuca, me volteé y vi a Lysandro guiñándole el ojo a alguien. lys? Al voltear me vi a Castiel corriendo como un loco hacia mi. Oh demonios, no lo había visto. Castiel se lanzó encima de mi, tirandome al suelo. Me tomó las muñecas y las puso a ambos lados de mi cara, inmovilizandome. Él sonreía con muchísima picardía.
-ahora te resulta gracioso?-dijo. Sonreí.
-no pienso admitirlo.-dije intentando zafar de él. Sentía la mirada preocupada de alex pero no me importó.
-juro que te voy a enterrar en la nieve.-dijo.
-atrevete.-dije. Castiel me tomó como si fuera un saco de patatas. Comenzó a hacer un agujero en el suelo con sus pies.
-Castiel bajame!-chillé.
-eh, te estás pasando.-dijo alexy.
-la suelto apenas admita que fue gracioso.-dijo Castiel, casi burlándose de alexy.
-ni en sueños.-dije. Le intenté hacer cosquillas inútilmente, hasta que descubrí un punto en su espalda que tenia unas cosquillas tan inminentes que de hecho hasta me soltó. Caí pesadamente en la nieve, observando a Castiel. sentí como alexy me ayudaba a incorporarme. Parecía preocupado, vi como reprendía a Castiel con la mirada. Este no pareció importarle. Lysandro le puso un bolso en las manos, en señal de que debía ponerse a ayudar. Le agradecí con la mirada, sabía que sino Castiel y yo estaríamos eternamente peleandonos.

Entre dos amores: temporada 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora