Risa tras risa, se nos pasó casi dos horas. Una vez que conseguimos calmarnos, decidimos volver a hacer lo mismo que ayer:pasar el día jugando a las cartas, juegos de mesa con prendas y tonterías.
Pero luego de un tiempo riéndonos, alexy comenzó a sentirse mal. Los efectos de la droga que le habían dado aun seguían en su organismo.
-voy a llamar a mi madre.-dijo rosa.
-exolicale los sintomas de alexy.-dijo Lysandro. Alex parecía bien, pero no pasaba de toser. Seguramente fuera por reírse mucho sumado a los efectos secundarios de su organismo. Lo observé preocupada y él me miró, negando con el rostro como queriéndole decir que todo estaba bien.
-dice que necesita un remedio que seguramente le haga bien.-dijo rosa.
-yo voy a buscárselo en el auto, creo haber visto ayer una farmacia.-dije.
-te acompaño. Vamos rápido.-dijo Castiel, se anotó en un papel el nombre del medicamento y nos fuimos rápidamente hacia el automóvil, tomando un abrigo y las llaves del mismo.
Me senté en el lugar del conductor y apenas le di tiempo a Castiel para entrar, encendí el motor y arranque marcha atrás para sacarlo del garage. Los copos de nieve cada vez eran más frecuentes, observé como se chocaban contra el parabrisas. Mire el cielo rogando que no se desatara una tormenta de nieve nuevamente.
-acelera, vas muy lento.-dijo Castiel.
-no puedo ir más rápido que esto, el suelo puede estar resbaladizo y puedo perder el control del auto si dobló con mucha velocidad, ten mi celular y ve preguntándoles cómo esta alex.-dije sacándome del bolsillo mi móvil y dándoselo. Él lo tomó y me observó, dudoso.
-la contraseña?-preguntó. Mierda, mierda, me sentí una estúpida.
-demonio.-dije. Él me observó confundido y se rió.
-venga, en serio. No estoy para bromas-dijo Castiel.
-de verdad, mi contraseña es el nombre de tu perro.-dije sonrojandome. Él largó una carcajada y corroboró lo que le decía; efectivamente lo era. Me miró algo sorprendido.-qué? No era broma que lo adoraba.
-por qué? Es un perro como cualquier otro. Es decir, eres una de las tres personas que adora, pero fuera de eso no entiendo qué le ves de especial.-dijo.
-recuerdas que hace tiempo te comenté que mi madre no me deja tener perros?-pregunté, él asintió.-bueno, porque un día mi padre estaba por... Golpearme y un perro que vivía en la calle el cual yo siempre acariciaba, jugaba con el y alimentaba en secreto saltó a defenderme. Hirió a mi padre, pero no me importó, estaba más preocupada por el cuadrúpedo. Cuando las autoridades llegaron decidieron poner a dormir al perro porque lo consideraban como peligroso, cuando lo único que hizo fue ayudarme. Era un beauceron y lo había bautizado como 'ángel' y demonio me recuerda mucho a él.-dije. Era la primera vez que contaba esto sin llorar, Castiel me daba una seguridad extraña. Él me entendió con la mirada.
-las personas son una mierda. Al final del día el único que sé que siempre está es demonio. Te entiendo porque él es igual conmigo. Así que te gustaría tener un perro?-preguntó Castiel.
-me encantaría, aunque espero que no te ofenda pero a demonio lo tomo como mi propio perro ya que lo adoro.-dije. Castiel sonrió, pareció comprender que no era el único que apreciaba tanto a los animales, en especial a los perros.
-descuida, él también te adora. De hecho cada vez que le digo tu nombre se pone ansioso y ve hacia la puerta. Y cuando te vas de casa el se queda llorando. Ah, y tranquila que yo dije que iba a convencer a tu madre para que te dejara tener un perro.-dijo Castiel guiñándome el ojo. Le Sonreí, algunas veces él era un amor.
Castiel le envió un audio a Rosalya preguntando por el estado de alex, a lo que le respondió que estaba bien pero que si podíamos fuéramos a buscar de todas formas el medicamento. Al ver la farmacia nos detuvimos y estacione el vehículo. Bajamos y notamos que no había nadie, parecía un pueblo fantasma. Entramos y nos atendió un señor que parecía el dueño del edificio.
-que desean?-preguntó. Castiel le indicó el remedio y rápidamente se fue a buscarlo, mientras lo hacía nos comenzó a hacer preguntas.-qué hacen a esta hora buscando esto?
-nos surgió un imprevisto.-dije sin dar demasiados detalles. Castiel estaba escribiéndole a rosa desde mi móvil que ya teníamos todo.
-deberían volver. se espera en breves una fuerte tormenta de nieve, vi que tienen vehículo. Si están cerca seguramente les de el tiempo, sino puedo ofrecerles quedarse aquí hasta que pase la tormenta, pero pueden ser varias horas.-dijo el hombre. Castiel elevó la mirada del aparato y la cruzó conmigo, bastante preocupado.
-mierda, debemos irnos ya.-dijo Castiel apurandome.
-gracias por la información, hasta luego.-dije pagando, tomando la compra y saliendo de inmediato hacia el auto. Castiel tomó las llaves para rápidamente encender el motor y salir pitando de allí.
Debía admitir que manejaba como un demente, agradecí que el auto fuera automático sino seria una locura para poner los cambios.
Esta vez yo tome mi celular y mientras les íbamos avisando a los chicos lo que sucedía, solo esperaba poder volver a la casa pronto. Observé el cielo y por un segundo sentí miedo ya que vi una poderosa nube encima de nosotros.
ESTÁS LEYENDO
Entre dos amores: temporada 1.
FanfictionÉsta es la historia de Alaska, una joven que en su pasado sufrió abusos por parte de su padre y debe mudarse a otro Estado para llevar una vida lo más normal posible. A lo largo de su historia, conoceremos personajes con los cuales creará un vínculo...