Toma mi cuello y me besa, muerde mi labio tan fuerte que logro saborear el sabor de la sangre, suelta mis manos y doy un suspiro, pensé que me las iba a romper.
-¿Por que dejaste que te tocara? ¡Te gusta ¿verdad?, ¿te excita que te toque Alexander?-Mihlka aprieta mi cuello para que responda, me estampa con la pared y saca un pecho de mi vestido.
-No, nunca me ha gustado te lo juro, te amo y eres el único al que deseo-lo miro a los ojos, que en este momento estan negros y se que es peligroso estar con él así pero se que no me hara nada.
Se mete mi pezón izquierdo, lo chupa y lo lame, gimo como gata en celo, me ve a los ojos y me muerde, grito de dolor y saca mi pezón de su boca, sangra pero no me importa, levanto mi mano y me saco el otro pecho del vestido, Mihlka repite la acción y yo solo reprimo mi grito, se que mañana esto se va a poner feo pero ahora dejare que descargue su furia en mi.
Me besa y vuelvo a sentir el sabor metalico de mi sangre, me carga a horcajadas y me recuesta sobre la camilla para hacer abdominales, me desgarra el vestido hasta que se rompe justo por la mitad y me quedo en ropa interior, me arranca las bragas y el sostén, el cual roza con mis pezones adoloridos y reprimo un grito, Mihlka se desabrocha el pantalón y me penetra de golpe, grito y me sostengo de sus hombros, los sonidos que se concentran en el pequeño gimnasio son mis gemidos y los gruñidos de Mihlka, el sonido que hacen nustros sexos al friccionar, duelen las embestidas que da Mihlka, pero me aguanto, gimo, amuenta el ritmo y la fuerza de sus embestidas y le araño la espalda, duele, ayy.
-Despacio-gimo en su oído y como si fuera posible Mihlka aumenta la fuerza, el orgasmo nos atrapa a los dos al mismo tiempo, siento mis piernas temblar, Mihlka me carga hasta la habitación y me avienta a la cama, literal, se pone encima de mi, y me vuelve a penetrar, fuerte, rápido, doloroso, grito y le vuelvo a arañar las espalda, le entierro las uñas formando medias lunas en su piel, el gruñe, y sigue embistiendo duro, yo grito de placer pero también de dolor.
-Ayyy, Mihlka, ¡Despacio, duele, duele!-Mihlka para de inmediato al oír mis palabras, me mira a los ojos y su pupila a regresado a la normalidad, acaricio su mejilla y le sonrío, esta asustado.
-Lo siento, perdón, ¿estas bien?, perdón me deje llevar, ¿te lastime?-sonrío, se que no se controla pero hace el mayor intento para hacerlo conmigo que algunas veces falle no me importa, la intención de controlarse que él hace es lo que cuenta.
-Estoy bien, cariño, muy bien, feliz por que estas conmigo, por que eres el padre de mi hermosa hija-Mihlka sonríe y me besa, mi labio inferior vuelve a sangrar y se separa inmediatamente.
-Durmamos-trata de salir de mi pero me niego y muevo las caderas para conseguir fricción, Mihlka gruñe y yo gimo, me agarra de la cadera pero hago una mueca de dolor y quita sus manos inmediatamente.
-No, hazme el amor, Mihlka, por favor te necesito-digo cuando repite las acción pero yo me aferro a sus hombros.
Mihlka niega con la cabeza pero luego asiente, nos acomoda en la cama para quedar ahora el sentado y yo a horcajadas, uff siento que llega a mi utero.
Me muevo despacio sobre él, duele pero tembién hay placer, ahh, llegamos de nuevo al orgasmo y Mihlka se deja caer conmigo y nos arropa, después nos dormimos.
***
***
-Gabriela-me siento en la cama, medio dormida al oír el grito de Mihlka, ay de tanto grito dudo que Milenka no se haya despertado.
-¿Que? ¿Que paso?-me volteo a verlo y tiene las mejillas llenas de lágrimas, frunzo el ceño y trato de moverme para acercarme a él pero me duele todo el cuerpo, hasta mi entrepierna.
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¿Y por que no?
RomanceGabriela es la típica chica tímida e introvertida, un día choca con un adonis y se enamora desde el primer momento en que ve sus hermoso ojos azules con destellos verdes. Mihlka es un chico malo que le vale los sentimientos de los demás hasta que...