¿Y por que no?

Dime que me perdonarás

Narra Mihlka:

 Mis ojos se abren y recuerdo todo, ¿Cómo le pude hacer eso?, soy el peor hombre que existe en el mundo, no me merezco tener una mujer tan buena como Gabriela, ella lloro por lo que le hice, no puedo soportarlo.

Muevo las sabanas para poder bajar de la cama, mis manos tapan mi boca al instante en que veo el hermoso culo de mi preciosa esposa, ensangrentado y un poco moreteado, me siento como la mierda.

La tapo con cariño y le doy un pequeño beso en cada ojo, ella sonríe aun dormida y se mueve inquieta, dios la voy despertar, me da remordimiento irme sin limpiarla, pero si lo hago la voy a despertar.

Salgo de la casa y me subo al coche, Alexander va a pagar y yo se donde esta.

Conduzco hacia su hogar, estaciono el coche enfrente del edificio, toco a la puerta pero nadie me abre, le doy una patada y tiro la puerta, Alexander se esta drogando en plena sala, tiene una línea de cocaína en la mesa de centro, me ve entrar pero no le importa, se inclina y aspira profundamente la línea de cocaína, solo lo hice una vez, nunca le eh dicho a nadie ni siquiera a Gabriela, ese día sentí que no me dolería nada, que era invencible.

Me acerco a él y lo pateo en las costillas, cae inmediatamente al suelo, cualquiera hubiera gemido de dolor, él se empezó a carcajear.

Se levanta tambaleándose, sus ojos están rojos, su cara amoratada y tiene la nariz rota al igual que sus cejas, ¿Cuánta droga habrá consumido?, camina sosteniéndose de las cosas, llega a la cocina y agarra un cuchillo.

-¿Por que has venido?, viniste a vengar lo que le eh hecho a la puta de tu hermana, por que ella grito, se retorcía y me decía que parara.-la ira hierve por mi cuerpo y me acerco a él de modo amenazante, él tiene un cuchillo pero en este momento no me interesa.

Lo golpeo en la nariz y grita, choca contra la encimera de la cocina, se endereza y me amenaza con el cuchillo.

-Gritaba mientras la penetraba tan fuerte, dios su boca me decía que parara, quería que me suplicara la puta, la golpee fuerte, por que se lo merecía, quería que sufriera por pendeja-avance hacia a él y sentí una punzada en el costado, no le hice caso, agarre su cabeza y le partí el cuello, su cuerpo callo al suelo sin vida.

Salí a la calle, mareado y antes de llegar al coche caí de rodillas, mi costado me dolía horrores, levante mi camisa, el maldito me había hecho un corte muy profundo, sangraba mucho, mi vista se nublo y antes de que perdiera la conciencia vi a Gaby junto a nuestras niñas, una sonrisa se dibujo en mi cara y después todo se volvió negro.

***

***

-Amor por favor despierta- la preciosa voz de Gabriela se colaba por mis oídos, era reconfortante, me hacia sentir bien tan bien, sentí como sus manos tocaban las mías, sus labios besaron cada uno de mis dedos y abrí los ojos.

Una habitación blanca, unos monitores que informaban mis signos vitales, y un sillón café en el cual estaba sentada mi esposa aparecieron ante mis ojos.

Fruncí el seño y mire a Gabriela, estaba despeinada, acostad sobre la cama sosteniendo mis manos  y parecía que no se había cambiado la ropa en días.

-Hola-mi garganta ardió al salir las palabras, Gabriela alzo la mirada, tenía los ojos hincados como si hubiera llorado mucho, una ojeras sobresaltaban en su rostro.

-Hola-su voz sonó temblorosa y sus ojos se llenaron de lágrimas, los sollozos llegaron justo después, me dolía verla llorar, trate de moverme para llegar hasta ella pero mi costado me dolió, regrese inmediatamente al respaldo de la camilla con un gemido de dolor, dios, ¿Qué paso?.

-¿Que me paso?-Gabriela se había parado y estaba a mi lado agarrando mis hombros por si se me ocurría tratar de levantarme otra vez.

-No sé, lo único que se es que, cuando me levante ayer en la mañana, ¡no estaba mi prometido conmigo!, me dolía mucho el culo y quería confiar en que ibas a regresar pero no volviste en vez de eso llegaron unos policías y me dijeron que mi esposo, que no se quien les dijo que ya era tu esposa, había recibido una puñalada, mi mundo se hizo pedazos y después de vomitar vine corriendo, deje a las niñas con su abuela y estoy embarazada- Gabriela hablo muy rápido pero aún así la escuche, voy a tener otro bebé.

-¿Estás embarazada?-ella asintió y me sonrío el dolor ya no me importaba me levante, la agarre de los hombros y la bese como nunca, iba a ser padre de otro bebé.

-Mihlka ¡acuéstate, te lastimarás!-me agarro de los hombros y me acostó.

Le sonreí y los recuerdos empezaron a volver, recuerdo como Alexander tenía un cuchillo, como le rompí el cuello, cuando caí de rodillas en la calle, me mire el costado y me vi una gran cortada.

-Amor, ya se lo que me paso, y por que, dime que me perdonarás-Gabriela me mira y frunce el seño.   

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Bueno pues de algo sirvio que me suspendieran, ¿como creen que reaccione Gabriela?, ¡Van a tener otro bebé!, dios estos niños no tienen televisión.

Comenten sus opinión del capitulo, no se pero creo que este es el primero de los ultimos capitulos, no se creo que no voy a hacer segunda temporada pero talvez haga una novela de una de las hijas de Gabriela y Mihlka, pero no se talvez sea del nuevo bebé o de la nueva bebé.

No sé, la verdad todavía no lo tengo bien pensado pero si hago eso, se vería un poco de la vida de Mihlka y Gabriela, pero no se emocionen.

Y otra cosa, como algunas saben a mi me gusta el anime yaoi, así que estaba pensando también, esciribir una novela de un romance homosexual, así que diganme que opinan.

Hasta luego.

-Mikal