►ROCKING MY HEART◄ [Finalizada]

Date

━ ¡Hola! pensé que no llegabas, pasa.

Se escucha la tímida voz del de ojos verdes mientras abre la puerta, para que su invitado pueda entrar.

━ Los zapatos... ━ murmura, a lo que el rubio mirando sus pies que ensuciaban el pulcro suelo, chasquea la lengua y se los comienza a retirar.

...

Era todo tan irreal.

Katsuki Bakugou, su ídolo de siempre, estaba en su casa usando las pantuflas de All Might que le acaba de prestar, quitándose la chaqueta y dejando al descubierto partes de su cuerpo que lentamente, comenzaba a recordar.

━ ¿No tienes frío? ━ pregunta el anfitrión, mientras intenta controlar el ataque de pánico que está a punto de sufrir al no poder dejar de mirar los brazos torneados y la espléndida figura que yacía en esa palida piel, tan solo cubierta por una musculosa roja oscura con símbolos alternativos estampados.

Una imagen tan atractiva que llegaba a ser cruel, y que sin lugar a dudas despertaba recuerdos inapropiados.

━ Hace un puto calor aquí, ¿tú no tienes calor con toda esa mierda puesta? ━ pregunta refiriéndose probablemente a el verde chaleco cuello alto que llevaba encima.

"sí lo tengo, pero no es por la ropa", piensa sonrojándose y contestando un simple "no tanto", antes de recluirse en la cocina, dejando a su invitado entretenido en un programa de televisión.

Apaga los mecheros y va por los platos para comenzar a servir. Sus manos tiemblan al sentir la potente mirada de su acompañante a sus espaldas, pero intenta ignorarlo. Debía de ser su imaginación. Verlo tan relajado y "expuesto" en su casa le estaba haciendo alucinar.

Si bien ya habían hecho "eso" -cosa que de solo recordar, hacía que se sofoque-, la verdad era que no sabían nada del otro. No eran más que dos personas que fruto del alcohol se terminaron por acostar.

Ni siquiera se habían mencionado el tema durante la tensa mañana por la que tuvo que pasar. Pensaría que fue todo un sueño de no ser por la aún leve molestia en sus caderas y esas marcas en su piel que se tardarían en borrar.

A su ídolo de juventud le gustaba morder durante el sexo, y fuerte.

"Esto no es una cita" se repite a si mismo, sin creerse ni él mismo su mentira.

En el fondo anhelaba que sí lo fuera.

Le daba lo mismo que cenara y se fuera, valoraba cualquier oportunidad pues ya estaba más que claro de estar enamorado del cantante hasta las cejas.

Qué mala elección.

Se regaña a sí mismo, negando luego con la cabeza. Tenía que ser optimista. Su amor casi platónico había contactado con él y aceptado cenar, eso ya era un paso. Podían charlar un poco y luego...

Luego no sabía qué demonios hacer.

No era un experto en citas -por no decir que un inculto total-, y los consejos de Ochako no lo habían ayudado en lo más mínimo. Su listado de reglas absurdas no lo había hecho más que alterar.

«Si quieres una reunión aburrida bien, allá tú pero en ese caso:
No dejes que te coja por detrás, te va a follar. Ver películas tampoco, ¡Ah! y ni se te ocurra ponerte el delantal.»

Se mira a sí mismo ahogando un grito de horror al ver que en su emoción, olvidó quitarse el delantal de cocina que le habían advertido no llevar