►ROCKING MY HEART◄ [Finalizada]

Interventions

Con aún un día de vacaciones, al llegar a mi casa, me dediqué a la única cosa que podía hacer.

Llorar.

Llorar.

Secarme las lágrimas y seguir llorando.

Para luego, después de darle una breve y apresurada explicación de mi relación con Katsuki a mi preocupada amiga -quien no entendía mi repentino ataque-, recibir la peor reprimenda de mi vida.

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ー¡¿Qué demonios Izuku?! Y yo que pensé que tan sólo salían a escondidas. No entiendo... ¡Este no eres tú! ーme gritas y puedo ver en tu rostro tanto rabia como decepción, envueltas en tristeza. Estamos en mi habitación y caminas de un lado a otro, mientras yo aún me limpio la nariz con mi caja de pañuelos de All Might, sentado en la cama como un niño regañado por su madre.

Lo sé, este no soy yo.

Pienso, mas no ne atrevo a hablar. Tengo la garganta agarrotada y tan sólo me limito a negar con la cabeza, sintiéndome cada vez más hundido en mi miseria.

¿Cómo pude ser tan estúpido?
¿Cómo pude rebajarme así?

Los regaños insistentes de Ochako no eran nada comparados a lo que me decía mi amor propio, que luego de botar toda esa pena por mis ojos, iba saliendo a la luz.

¿Qué demonios estaba pensando?

La respuesta por desgracia me era obvia.

Me enamoré. Me enamoré como un idiota de alguien que no quería lo mismo que yo. Siempre lo supe, pero lo ignoré, con la oculta esperanza de que el tiempo diera paso a algo.

Que idea más ridícula.

ー¡Te prohibo hablarle de nuevo!ー sentencias tajante y solo me encojo en mi lugar, repentinamente de estar triste pasaste a volverte furiosa.

ーYa no vamos a hablar...ーintento relajar a mi amiga, que parece al borde de explotar de la rabia.

Siempre ha sido muy sobreprotectora conmigo y sé cómo le duele que no le haya dicho nada de esto. Me daba vergüenza. Sabía que reaccionaría así.

Pero hoy necesito un regaño, y de los buenos, así que sin vergüenza alguna, detallo mis fallidos intentos de concretar algo con el afamado músico, aunque estos me humillen.

ーNo lo puedo creer, de verdad no puedo... ¡Demonios! ¡De haber sabido que esto pasaría nunca los habría presentado!ー exclamas sorpendida probablemente por mi insospechada osadía. Nunca me la había jugado tanto por alguien, y sinceramente, tampoco me había gustado una persona así. Tan intensamente que me comportara como un completo idiota enamorado ー Izuku, cariño, tienes que alejarte de él... ーdices tomándome por los hombros y mirándome con arrepentimiento ーLo siento, amigo.ー te disculpas y alzo una ceja, sin entender tus motivos.

ー¡Oye, espera! Que harás con-

No alcanzo a reclamar cuando ya me quitaste el teléfono del bolsillo y lo hiciste puré contra el suelo. Impactado intento protestar, luego recordando que lo había comprado junto a él, cuando me molestaba porque mi micrófono apenas se escuchaba.

Era lo mejor. Tenía un par de fotos suyas que estaba seguro no iba a tener el valor de borrar. Tengo o más bien tenía, un par de selfies que sé valdrían oro en internet.

¿De dónde salen estos perversos pensamientos?

El despecho es un arma poderosa... Que bueno que ya no tengo nada de ello en mi poder. La tentación es grande.