Jinetes de sangre

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EL TRAILER ES NUEVO PARA ESTE INICIO DE LA SEGUNDA PARTE


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Tras la llegada de Rhaegal la actitud de la reina cambió con fuerza, a la Radka le sorprendió lo infantil que era en realidad, a la joven se la veía jugar con el dragón como si fuera un simple canino, muchas veces se la podía encontrar corriendo por los tejados de Meeren con el animal haciéndole sombra por los cielos. Comenzó también una relación con su pueblo, repartiendo a menudo comida y oro entre los más pobres, leyendo cuentos a los niños, y eso que detestaba a los infantes que no fueran de su familia. Ana comenzó a aprender a tocar nuevos instrumentos, cantar nuevas canciones, bailar nuevos bailes, era divertido verla intentando entonar el dothraki o bailar los velos de Mereen, podía encontrársela con facilidad realizando estas cosas en las calles, entreteniendo y divirtiendo a la gente. 

Hubo una ocasión en la que la reina se encontraba desaparecida, Radka la buscaba con energía, totalmente alarmada, fue lógico para ella comenzar fuera de la Pirámide, no había quien retuviera allí dentro a la joven, pero no había ni rastro. Se dirigió al sur de la ciudad, salió por las puertas buscando el hogar que Rhaegal había adoptado, allí encontró ciertamente al animal, durmiendo plácidamente con fuegos ardiendo a su alrededor, pero ni rastro de Ana. Al final, cuando cayó ya la noche, y la joven estaba a punto de alarmar a la Guardia, Radka encontró a Ana abajo del todo, en las cocinas, limpiando los platos junto a las sirvientas, entre risas, empapadas y llenas de jabón hasta el fondo de las orejas, con la espuma corriendo por el suelo mientras cantaban "Asabhad". Una canción que hablaba de una joven que se había enamorado de un joven de Asabhad, una gran ciudad comercial portuaria ubicada en Essos, cerca de Qarth, en las costas del Mar de Jade; un joven bastante popular y diferente a todos los demás, razón por la cual el padre de la joven no aprobaba el enamoramiento, sin embargo la canción era bastante animada, y la joven dothraki debía admitir que la menor sabía usar esas caderas.

-¡Llevo buscándoos todo el día! ¡Estaba a punto de llamar a Daario desde Ghis!

Ana calló y cesó de bailar, con la palangana en las manos, cubierta de jabón, miró a la mayor con ojos infantiles a pesar del rojo.

-¿Lo siento? -musitó dudosa

Radka se echó a reír, y quedó allí con todas ellas, bailando y cantando, limpiando más de una mejilla, recogiendo más de una vez el plateado cabello de la reina.

Pero los momentos de paz acabaron pronto, pues Ana, ansiosa por volver a Poniente y por algo de actividad, comenzó la conquista de nuevos lugares. Los Segundos Hijos fueron enviados a la conquista de Yi Ti, los Inmaculados viajaron hacia Sarnos y, los dothrakis a Ifequev y Jhogwin. ¿Y la reina? Oh, no, Ana no pensaba quedarse esta vez en aquel ridículo trono de granito, se moriría si tenía que quedarse sin hacer nada, allí, encerrada. La conquistadora quitó sus vestidos y tomó sus pantalones de cuero y sus camisas de lana, recogió su cabello en una trenza y pintó sus ojos de khol, sin más compañía que la de Radka voló sobre Rhaegal hasta Ibben.

Radka miró el gran animal con terror, había estado junto a él varías veces, incluso había logrado tocarlo, pero volar sobre él jamás había planeado hacerlo; Ana, subida sobre el lomo de Rhaegal, la miraba riéndose.

-Vamos, Radka, no tengas miedo, Rhaegal ha llegado a llevar a toda mi familia... bueno, casi toda, mis hermanos y hermanas menores no

-Es que... volar no... montar en barco ya fue una hazaña sin precedentes... volar en dragón no...

La joven dothraki se adelantó y volvió varias veces, indecisa, sujetaba sus armas con el pulso alterado, su rostro revelaba un alto estreñimiento, Ana juraría que haría de vientre allí mismo. La menor agarró la muñeca de Radka sin que esta se diera cuenta y tiró de ella, la mayor no tuvo más remedio que subir, estaba ya arriba cuando se percató de que estaba delante.

-No, no... ¿no debería ir detrás?

-No me fío de ti, prefiero sujetarte, y si intentas tirarte, Rhaegal te atrapará -sonrió Ana, envolviendo su cintura hasta sujetar los pinchos del dorsal dónde solía sostenerse, aunque necesitó retirar el arco -Tranquila, no dejaré que te caigas... jamás

Realmente a aquello no se le podía llamar conquista, el gobierno más cercano allí era el granjero más rico, lo cual no era mucho teniendo en cuenta el carácter del clima, y rindió la isla al momento, pues pertenecer al reino de la costa sería mucho mejor para su supervivencia. Sin embargo, a pesar de lo que Radka esperaba, Ana volvió feliz.

-Me recuerda a mi hogar -sonreía -Ahora podré ir cuando lo añore... al menos hasta que logre llegar... y es maravilloso saber que hemos salvado a gente

Tras las conquistas de nuevos lugares, se necesitó un aumento del ejército, por lo que las mujeres comenzaron también a pelear, comenzando por las dothrakis. Khal Joggo le ofreció a sus otras tres hijas, las hermanas mayores de Radka, puesto que no tenían sitio ninguno entre la élite del khalasar, el hombre había decidido que podían estar junto a su hermana.

Reyna, "la que reina", era la mayor de las hermanas, de piel oscura y ojos verdes, su pelo era castaño y largo, labios rosados y redondeados, cara rellenita. Rholla, "famosa loba", lo que hizo gracia a la reina, era la segunda mayor; de pelo negro como el carbón y ojos verdes, su piel era blanca y sus rasgos alargados, con labios finos y rojos. Ragyd, "conocedora de los misterios de la victoria", era la tercera por encima de Radka; de cabello negro y piel clara, ojos verdes y labios encarnados, de cara redondeada como Reyna. Las tres hermanas, al igual que la menor, sabían valyrio y lengua común; manejaban cualquier tipo de armas que un dothraki conocía, así como su uso sobre el caballo, siendo obviamente excelentes amazonas, pero además también conocían la lucha al modo ponientí, pues su madre, que había aprendido de su padre, les había enseñado antes de morir.

-Por los Antiguos Dioses, esto parece el comienzo de háren -rió la joven reina


Esta es la canción que Ana bailaba en la cocina, obviamente necesité cambiar el nombre de la ciudad, pero la que ha sido mencionada es real, aunque no sale mucho de ella en Juego de Tronos. Cuando imagino un baile de Essos, en mi mente aparece la danza de los siete velos, y similares bailes árabes e indios, mientras que para los dothrakis imagino danzas tribales.

 Cuando imagino un baile de Essos, en mi mente aparece la danza de los siete velos, y similares bailes árabes e indios, mientras que para los dothrakis imagino danzas tribales

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El lobo de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora