Rescate medieval

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Solo había pasado mediodía del primero del concurso de belleza y Danny ya quería arrojar la toalla. Habían hecho varias actividades que se podrían catalogar como "entrenamiento para ser princesa"; esas actividades hacían que la joven halfa se irritara porque no era su estilo, además de que como no los hacía bien, se metía en problemas. Las actividades eran:

•Caminar derecha con un libro en la cabeza para la postura: Danny no pudo, por tercera vez se le cayó el libro de la cabeza. Iba a ponérselo, pero al leer el título de éste (El Perfume de Patrick Süskind) le dio curiosidad y empezó a leerlo. Pero al hacerlo se puso a caminar y chocó con varias chicas provocando que estas se cayeran.

•Las acomodaron por parejas y tenían que maquillarse mutuamente; pero al ser muy apegada a una persona gótica, Danny maquilló de esa manera a su compañera. La Srta. Mattingly la reprendió y la hizo repetir el ejercicio, por suerte su compañera se apiadó de ella y le explicó poco a poco cómo hacerlo.

No obstante, en uno de sus errores sucedió algo que hizo que sus sospechas crecieran: Era la prueba de caminar con zapatos de tacón (Danny realmente sufrió con eso), pasaban enfrente de la Srta. Mattingly y ella las corregía en el modo para caminar; cuando de repente Danny dio un mal paso y pisó con fuerza a la mujer por accidente, la escucho quejarse por el dolor, pero pudo ver de reojo que por un segundo sus facciones se volvieron de reptil y su quejido como un gruñido de cocodrilo o algo parecido. Sin embargo, cuando levantó la mirada para confirmarlo, solo se topó con una expresión molesta de la mujer.

En uno de los descansos, Danny se separó de las demás y activó el Comunicador Fenton.

—Amigos ¿me oyen?

Fuerte y claro, Danny —contestó Tucker—. ¿Cómo te va con tus tontos intentos de convertirte en una dama?

Danny frunció el ceño por el comentario. Estaba por contestarle cuando escucho un golpe seguido por un gruñido de Tucker.

¡Auch! ¿¡Y eso por qué, Sam!?

—Insisto: ¿y todavía preguntas por qué no tienes novia? —respondió la gótica enojada

¡Me reclama la única chica que no está interesada en encontrar novio!

—¡Lo que yo haga con mi vida social no te interesa!

—¡Entonces deja de meterte en la mía!

—¡Eso es porque eres un grandísimo cretino!

—¿Qué dijiste...?

—¡YA CÁLLENSE! —gritó fastidiada Danny—. ¡Luego se molestan uno al otro! ¡Estamos en algo serio ASÍ QUE YA COMPÓRTENSE!

Sus amigos se quedaron en silencio un momento. Eran contada las veces en las que su amiga halfa perdía la paciencia y sabían que lo mejor, por ahora, era estar tranquilos.

—Lo sentimos, Danny —se disculparon sus mejores amigos

La azabache se agarró el puente de la nariz y respiró profundamente para calmarse. Cuando lo logró les contó a los chicos lo que sucedió en los ensayos, pero detallando más el ensayo de tacones. Cuando terminó, escuchó la risa de Tucker (cubriéndose la boca, pero aún así se escuchaba), pero Sam estaba en silencio.

—¿Y bien? —preguntó Danny, rompiendo el silencio—. ¿Qué opinan?

—¿Sentiste una presencia fantasmal cerca de ella? —preguntó Sam

—No —respondió Danny, cruzándose de brazos

¿Y a tu alrededor desde que llegaste?

Polos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora