Especial de Navidad

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—¡Santa Claus existe!

—¡Santa Claus no existe!

Como cada año en Navidad, Jack y Maddie Fenton peleaban por la existencia de Santa Claus. Jazz ya estaba acostumbrada, por lo que los ignoraba; no obstante, Danny estaba que echaba humo por las orejas a causa de su mal humor. Era la misma historia cada año y ella lo único que quería es que, por una vez, tuvieran una Navidad tranquila y Normal; aunque siempre olvidaba que al ser una Fenton, "normal" no formaba parte de su vocabulario y más que ella era mitad fantasma y más de una vez casi muere por los experimentos de sus padres.

La familia estaba en la sala, las hijas sentadas en el sofá y los padres en la chimenea discutiendo cómo es que un hombre gordo podía entrar y salir por una chimenea a pesar de su peso y complexión. Jazz estaba escuchando música clásica mientras leía «Cuentos de Navidad» de Charles Dickers, un clásico literario navideño. Mientras que Danny estaba recostada en el sofá con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados.

—Genial, esta Navidad no podría ponerse peor —murmuró Danny enojada

—¿Dijiste algo, Danny? —preguntó Jazz, quitándose un audífono

—¡Que esta Navidad no podría ponerse peor!

—¿Que puede ser peor que la pelea anual de mamá y papá?

De pronto el teléfono de la casa sonó, haciendo que la familia quedara en silencio y todos miraran el aparato. Con dificultad, Jack salió de la chimenea y fue a contestar la llamada.

—Residencia Fenton. ¡Vladdie, hola! ¡Feliz Navidad!

—Así —contestó Danny frunciendo más el ceño

—¿En serio? ¡Claro, no hay problema! Iremos para allá de inmediato ¡nos vemos! —dijo Jack y terminó la llamada—. ¡Vladdie nos acaba de invitar a celebrar la Navidad en su casa! ¡Que genial!

—Sip... está Navidad se puso peor —murmuró Danny agradeció que nadie la escuchara

Quince minutos después, la familia estaba en la Súper Camioneta y de camino a la mansión del alcalde Masters. Lo único bueno que las hermanas podían decir de esa invitación (en especial Danny) es que sus padres acordaron no pelear por Santa Claus en la casa de Vlad. Llegaron a la mansión y a tres de los cuatro miembros les llamó la atención que no hubiera adornos, ni siquiera una corona navideña colgada en la puerta.

«Algo está tramando el Cabeza de Queso. No me creo que sea de esas personas que celebren la Navidad. Es más, me parece que es la versión espectral de Scrooge, ese del libro de Jazz» pensó Danny bajando de la camioneta y de camino a la puerta.

Jack tocó la puerta y casi enseguida se abrió.

—¡Jack! ¡Maddie! ¡Feliz Navidad! —felicitó Vlad en cuanto abrió la puerta y vio a sus invitados—. A ustedes también. Jazmine, Daniela

—Feliz Navidad, Vlad —felicitó Jazz con una sonrisa

—Feliz Navidad... —felicitó Danny secamente

—Danny, compórtate. Es Navidad —la regañó Maddie

«Irónico que sea ella quien me pide comportarme»

—Tranquilas. ¡Pero pasen, pasen! —invitó Vlad

Danny espero a ver que el halfa mayor le cerrara la puerta en la cara a su padre y dejarlo afuera, pero sorprendentemente no lo hizo, haciendo que la azabache no pudiera disimular su asombro. Al menos el único que lo vio fue Plasmius.

Pasaron a la sala de estar, donde los esperaban unas tazas de chocolate caliente recién hechos, bombones para quien quisiera poner en su bebida y galletas de chocolate con figuras navideñas. Jack se emocionó y casi se abalanza contra la comida de no ser porque Maddie lo frenó y le recordó que se comportara. Como un niño regañado, el patriarca Fenton se sentó en el sillón y esperó a que su esposa le sirviera. Jazz no pudo evitar una pequeña risa al ver a su padre comportarse como un niño pequeño, mientras que Danny sonreía divertida.

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