Polos Opuestos

Especial de Halloween

—Espectro Deflector... Bazuca... Granadas de ectoplasma... termo...

—Ya está todo, cariño. Ya podemos comenzar con nuestra patrulla fantasma

Jack y Maddie Fenton estaban en su laboratorio preparando el equipo anti-fantasma que usarían. Era 31 de octubre, Halloween y era la época del año en la que se concentraba la mayor actividad fantasma.

Su hija mayor, Jazz, rodó los ojos al ver a sus padres cargados con todas esas armas, algunas tan grandes que parecía que fueron diseñadas para estorbar y no ayudar, pero después miró con preocupación las escaleras ya que sus padres no eran los únicos que saldrían a patrullar y cazar fantasmas.

En el segundo piso de la residencia Fenton, la segunda hija del matrimonio, Danny, estaba con sus mejores amigos repasando los últimos detalles de su patrullaje sentados en el suelo.

—¿Estás segura de querer hacerlo, amiga? —preguntó Tucker a Danny—. Tus padres harán patrullaje también y si alguno de ellos te ve...

—Estaré bien, Tuck —contestó Danny, poniéndose de pie—. La ventaja de ser la superheroína de Amity Park es que mis padres no pueden hacerme nada

—¿Pero y si no hay nadie cerca? —preguntó Sam—. Recuerda que no lo hacen solo cuando hay civiles cerca. Cuando están solos...

—Chicos, ya les dije que estaré bien —volvió a insistir Danny—. Hoy más que nada no podemos dejar desprotegida la ciudad, hoy podría haber una mayor actividad fantasmagórica...

—Y espero que esta vez no traigas al Caballero del Terror

—Gracias por restregármelo en la cara, Tuck

—Es un placer

—Pero es necesario mantenerlos a raya, especialmente a los más fuertes

Sam y Tucker se miraron, procesando las palabras de su mejor amiga fantasma.

—En eso tienes razón, Danny —concordó Sam. Se puso de pie, seguida por el moreno—. Iremos contigo

La joven halfa sonrió, no podía pedir mejores amigos que ellos. Se equiparon con lo poco que tenían de armamento fantasma, de tomar más llamarían la atención de los patriarcas Fenton, y salieron de la habitación hacia el laboratorio por algunas armas nuevas recién terminadas. No obstante, mal entró Danny se activó una alarma y lo último que vio fue unas dagas verde fluorescentes disparadas hacia ella.

—¡Danny! —gritaron asustados Sam y Tucker

Los señores Fenton estaban entrando a la cocina cuando escucharon los gritos de los adolescentes, por lo que bajaron corriendo al laboratorio. Vieron al pie de las escaleras a los mejores amigos de Danny con las cabezas en dirección a la pared, no podían verles las caras.

—¡Sam! ¡Tucker! ¿Qué sucede? Los oímos gritar —dijo Maddie en cuanto alcanzaron a los adolescentes

—¿Algún fantasma entró al laboratorio? Instalamos un nuevo sistema a de seguridad que se activa con la mínima señal ectoplasmática. Un ejemplo, que ponga un pie este laboratorio —explicó Jack

El matrimonio Fenton miro hacia dónde lo hacían los jóvenes se pusieron pálidos con lo que vieron: Danny estaba pegada a la pared en una posición extraña y no era para menos, había intentado esquivar las dagas de ectoplasma y algunas estaban cerca de lugares donde no deberían.

—¡Danny! —gritaron los padres de la chica y corrieron hacia ella para liberarla

—¿Cómo rayos terminaste así? —preguntó Maddie mientras quitaba las dagas—. ¡Se supone que esto es solo para fantasmas!