Ayuda y Confesión

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Danny seguía pensando en lo que acaba de hablar con la psicóloga; gracias a que observaba la actitud de sus compañeros, ella podía estar segura de que lo dicho por Spectrum era cierto: los chicos solo se fijaban en las chicas por su físico. Además de que igualmente lo aprendió por las malas gracias a Dash que estuvo a punto de abusar de ella de no ser por Vlad... Sintió brincar su corazón en cuanto el pensamiento del mayor llegó a su mente. Eso hizo que se diera cuenta de algo que no había pensado antes: todos esos cambios habían atraído la atención de chicos de su edad, pero de Vlad no, entonces ¿qué tenía que hacer para llamar la atención del primer halfa? Cruzó los brazos y frunció el ceño en señal de pensamiento.

—Ya a estas alturas deberías de saber que al ir distraída pueden atacarte sin problemas tanto humana como fantasma

Danny sintió de nuevo su corazón dar un vuelco, volteó y se encontró con esos ojos azules que últimamente tenía grabada con fuego en sus pensamientos.

—¿Vlad? ¿Qué... qué haces aquí?

—Buscándote —vio la expresión de confusión de la chica y continuo—. No has llegado a casa a la hora de siempre. Tus padres te han estado llamando y no les respondes.

Al escuchar eso, Danny metió la mano en su mochila, sacó su celular y vio que efectivamente tenía varias llamadas perdidas de los Laboratorios Fenton y mensajes de texto de su hermana.

—Creo que olvide que lo deje en silencio —dijo Danny, cambiando el modo silencioso a sonido de su teléfono. Guardó el aparato y se encaró al mayor—. No me parece normal que te "ofrezcas" a ir a buscarme. Es extraño que alguien como tú, hombre de negocios con muchas responsabilidades, salga a buscar a una adolescente de catorce años.

—Tienes razón en eso —dijo Vlad encogiendo los hombros como quitándole importancia a lo dicho—, sino fuera porque es alguien importante para mí no lo hubiera hecho

Esas palabras hicieron que el corazón de Danny diera un vuelco. Por un momento creyó que realmente Vlad la quería como ella a él, pero la realidad la golpeó en la cara al recordar sus batallas pasadas en la que le recalcaba más de una vez sus verdaderas intenciones con ella. Bajó la mirada y le dio la espalda al adulto siguiendo con su camino.

Al mayor le pareció extraño el cambio de humor de la joven, por lo que simplemente decidió seguirla. Danny sentía la presencia de Vlad detrás de ella, además de escuchar sus pasos, haciendo que su corazón latiera más fuerte e incluso despertando su núcleo fantasma. Siguió caminando sin mirar al frente, hasta que de pronto sintió un jalón de su mochila y frenó de golpe. Volteó dándose cuenta que fue Vlad y estuvo por reclamarle, cuando el adulto le ganó la palabra.

—Si vas a estar perdida en tus pensamientos, mejor hazlo en tu casa. Ya sabemos de sobra que eres muy despistada, pero no creí que podrías llegar a ser un peligro para la vía pública... y para ti misma

Danny al principio no entendió las palabras del mayor, pero solo el mirar al frente fue más que suficiente para comprenderlo, además de querer golpearse la cabeza contra la pared: había llegado a la esquina de la calle y no se había fijado que el semáforo estaba en luz verde y los autos pasaban rápido. Tiró de su mochila para soltarse del agarre de Vlad y se la colgó mejor del hombro. Esperó a que la luz cambiara a roja y cruzó la calle casi corriendo con el hombre pisándole los talones.

El trayecto a su casa nunca le había parecido tan largo sino hasta ahora por tener a Vlad a su lado, o más bien detrás de ella. Finalmente Danny divisó el enorme letrero de los Laboratorios Fenton, aceleró el paso y estuvo a punto de usar intangibilidad para cruzar la puerta de no ser porque esta se abrió de golpe y lo primero que vio fue el cañón de dos bazucas apuntándole a la cara.

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