El maestro de todos los tiempos

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Sé que este capítulo debí publicarlo antes. De hecho originalmente no lo pensé incluir en la historia, pero después de ver la serie otra vez, pensé «¿por qué no?

Espero que les guste.

Saludos.

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Decir que era el mejor día de su vida sería una exageración; no obstante, el tener un día de descanso (sin tareas ni cazar fantasmas) tan tranquilo como ese ya eran muy escasos en su vida. Incluso había olvidado cómo era divertirse como una adolescente de catorce años normal.

Estaba pasando el tiempo con Sam y Tucker en su lugar favorito: La Hamburguesa Apestosa. Es extraño que una vegetariana, como su amiga gótica, accediera a ir a comer a un lugar así tomando en cuenta su menú: carne. Pero lo que hacía especial el local de comida rápida, es que también ofrecía platillos justamente para el agrado de personas como Sam.

Los tres estaban terminado de comer, disfrutando del momento de paz y diversión.

—¡Ah! La Hamburguesa Apestosa —dijo Danny después de beber su refresco y con un tono de voz tranquilo—. Nuestro gran paraíso, alejados de...

Las puertas del local se abrieron bruscamente seguidos por la voz de su hermana, Jazz, quien se escuchaba alterada.

—¡Danny, corre!

La azabache le daba la espalda a la puerta. Miró sobre su hombro y vio a Jazz acercarse y, como lo imaginó al escuchar su voz, alterada ya que estaba pálida.

—¿Correr? ¿Por qué debería...?

Afuera del restaurante se escuchó el ruido de un auto aparcado en el estacionamiento del lugar. El motor apagándose, puertas abriéndose y cerrándose y las pisadas de dos personas acercándose. Las puertas de la Hamburguesa Apestosa volvieron a abrirse y en ese momento el Danny entendió enseguida porque la preocupación de su hermana y deseo poder usar sus poderes para desaparecer en ese momento: Eran sus padres y llegaron vestidos de la forma más estrafalaria que había visto en su vida (y eso que había fantasmas que lucían igual o peor que sus padres en ese momento momento). Era un horrible estilo de los años ochenta, tan embarazoso que ni siquiera podía describirlos.

Jazz se sentó junto a Sam, haciendo que Tucker se recorriera hasta el final del asiento, chocando contra pared.

—Si preguntan ¡soy familia tuya! —dijo la pelirroja a la gótica, hundiéndose en su asiento para que nadie la viera

—Bien, pero tendrás que ser menor amigable —contestó Sam

Los Fenton vieron a los adolescentes y se les acercaron sin darse cuenta de la vergüenza reflejada en los rostros de sus hijas y sus intentos para que nadie los viera ya que todos en el restaurante se estaban burlando del matrimonio.

—¡Chicas, ahí están! —exclamó Jack, llegando a la mesa de los jóvenes—. Iremos al baile de los ochentas en la «Parrilla Material»

Maddie sacó del bolsillo de su pantalón ajustado la cartera de Danny (negra y con la runa angelical de los Cazadores de Sombras) y se lo tendió a su hija.

—Olvidaste por completo tu cartera, amiga

—Ah... Gracias —dijo Danny sin ganas y tomando su cartera

—Tranquila. Te queremos, chica —dijo Jack tratando de "sonar en onda"

Maddie le dio un abrazo tan fuerte a la azabache que la chica estaba segura de que sus costillas se quebraron. Con dificultad le dijo a Jazz:

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