Cap.4

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Camila P.V.O

Sonó el timbre de la hermosa casa que tenía en una de las mejores zonas residenciales privadas, conocida por su exclusividad en la zona. Osea aquí, nada de tontos estresantes camarógrafos. Cosa que significaba: Nada de peligro con la prensa y nada de peligro con esa chica que me vuelve completamente loca. Termine de ponerme la camisa blanca de escote que tenía hace unos días en mi armario para luego coger el pinta labios color rojo matte y bajar.

Cuando estuve por abrir la puerta un gruñido se escucho haciendo que soltará una pequeña sonrisa.

— ¡Me gustas! — en cuanto entro ella beso mis labios.

— Eso es muy notorio, cariño — dije en cuanto nos separamos. _________ cerro la puerta mientras que tomaba mi mano.

— Lo se, pero me gusta recordarlo — me guiño y sonreí — traje comida — avisó.

— ¡Mierda!, te amo — dije al ver la caja de Pizza haciendo que ella suelte una pequeña risa.

— Eres adorable — beso mi nariz — ¿A tu habitación o... — pregunto confusa.

— Vamos a la sala, por ahora — dije para luego jalar de ella.

Caminaba delante de ella por un propósito. Había comprado un nuevo conjunto de lencería, allá en México, de algo habían servido estas vacaciones. Además de tener un "relajante" descanso, pude comprar varias cosas, como por ejemplo:

1: Juguetes eróticos.
2: Lencería pequeña.
3: Ropa nueva. (La cual ya necesitaba).

Necesitaba tener absolutamente a ___________ Dallas en un abismo absoluto. En este poco tiempo que he estado alejada de ella, parece que ha estado en un ambiente exageradamente romántico con su dulce esposa, o eso es lo que dicen los programas de chismes. Y lo mas claro es que, no me apetece compartir lo que es mío.

— Ve buscando alguna cosa para ver mientras que yo iré por dos vasos — beso mi cabeza para luego levantarse e ir a la cocina.

Rápidamente me levante y fui hasta el gran espejo que se encontraba detrás de una mesita. Mire mi atuendo, el cual se encontraba perfecto. Arregle un poco mi cabello y subí un poco mi falda color rosa pálido que hacía conjunto con unos tacones Brian Atwood.

Tome lugar de nuevo en el sillón y empecé a buscar alguna película de nuestro agrado. Ah, nada, pasaba por los canales pero ninguna película que llamara mi atención, casi todas eran de horror, así que eso se descartaba totalmente. Necesitaba una maldita película erótica o algo por el estilo.

Aveces creo que me he vuelto una adicta a lo desnudo y al sexo.

Pero bueno, esa es la culpa de mis queridas amigas, las cuales insisten en mencionar ese tema en todas nuestras platicas.

— Ya, esta — dijo ella con cierto nerviosismo.

___________ sonrió tímida y dejo los vasos frente a mi para luego sentarse a mi lado y servir jugo en ellos y servir la pizza.

— ¿Que has puesto? — pregunto.

Es que estaba atenta mirando atenta sus movimientos notando como se miraba de mas atractiva ahora. Su cabello estaba poco rebelde ahora, sus mejillas un poco sonrojadas, sus labios apetitosos rosados, sus manos tenían ese maravilloso agarre tan posesivo, su chaqueta estaba entre abierta dejando ver su bien formado abdomen, sus jeans estaban ajustados marcando su..... y mierda con eso. Si con tan solo ver su entrepierna se marcaba su amigo causando un cosquilleo en mi.....

— He.....— llamó mi atención — ¿pasa algo, nena? — preguntó mientras se incorporaba.

— Ah, no. Estaba pensando en que película ver — sonreímos — no quiero ver alguna de miedo — dije al ver su ceño fruncido.

— ¿Por que? Son la mejores — me tendió un plato con pizza — deberíamos de ver una de esas -dijo para luego recargarse.

— Ni lo pienses, quiero dormir ahora tranquila — dije mientras me recargaba en ella.

— Eres una nena — soltó una carcajada y la mire mal — ya, lo siento — se llevo un trozo de pizza.

— Tan deliciosa — murmuré al probar la pizza — lo bueno que has traído dos — dije.

— Todo por ti, preciosa — me guiño, causando un sonrojo de mi parte — buscare una película — dijo cambiando de canales.

Tome un poco de jugo.

— Oh, por cierto. Me ah encantado el vídeo de Havana. Pero tiene unos pequeños detalles — comentó mirando la pantalla.

Frunci el ceño.

— ¿Como cuales? — pregunte interesada.

— Como por ejemplo el que tu... — me miro seriamente — por poco y besas a un tipo — la molestia era evidente.

Ah, ahí esta. Con razón sus mensajes sarcásticos y rudos.

— Con razón tu molestia por el móvil — dije burlona — "¿Sabías que Noah es gay?" " La homosexualidad para el ya no tiene cura" "Lo bueno que tiene novio"..... — ella me miro mal haciendo que empiece a reír.

— Hasta se van a casar — dijo y me reí mas fuerte ante sus celos, ella soltó un gruñido — pero que digo, si tu no te puedes fijar en alguien mas — dijo satisfecha.

Paro de reír y la miro.

— ¿Y por que estas tan segura? — arquee una ceja.

— Porque solamente mueres por mi — dijo con una sonrisa arrogante — ¿o me equivoco? — arqueo una ceja divertida.

Perra. Solamente estaba diciendo toda la verdad.

— Me atrae alguien aparte de ti — decidí jugar un poco. Ella frunció el ceño por un momento.

— ¿No me digas que el idiota de Alessandro? — sonrió — si sabemos tu grande estrés con tan solo verle — dijo sonriente.

— No, no es el — dije y ella hizo una mueca.

— Ah — ella aparto su brazo de mi e inmediatamente una sonrisa se formo en sus labios.

Mordí mi labio inferior al ver como acomodaba su cabello y dejaba su mano izquierda a un lado de su entrepierna.

— Es broma.... — me acerque a ella — si, solamente me gustas tu — su mirada se encontraba en mi.

Me senté en su regazo, coloque mis piernas a sus costados mientras que arqueaba mi espalda y llevar mis manos a su cuello atrayéndola a mi.

— No te resistes o ¿si? — sonrió llevando sus manos a mis caderas.

Yo negué, y como toda perra en celo... La atraje a mis labios, ansiando tenerlos cercas. Se sentía tan bien. Era una sensación tan exquisita y placentera besar a _____________ Dallas.

— Sabes.. — susurré en su oído — compre una nueva lencería por ti y Ansío que las examines de cerca.

Ella tensó su mandíbula y me miró con sus oscurecidos por la lujuria. Su respiración cambió drásticamente y sentí como mi paleta favorita se endurecía haciendo que de mis labios salga un gemido. Así que ahí, supe que desde que entro por esa puerta ella me necesitaba tanto. Gracias a la inocente ropa que he comprado.

En un acto brusco y necesitado, __________ llevo sus manos a mi trasero, deslizando por mi pequeña falda rosa pálido. Tiemble al sentir sus frías manos en mi piel y cerré los ojos.

— Ah. Tu siempre haces que mi estúpido control se vaya al carajo — entonces, tomó mi boca fundiéndola en un determinable apasionado beso.

Mi satisfacción era esto. Amaba sentir sus calientes labios en los míos. Podría jurar como mis bragas se estaban arruinando con tan solo sus caricias sobre mi trasero y su lengua explorando mi cavidad bucal de una manera tan deliciosa. Di por ganada esta tarde cuando ella se levanto sosteniendo mis muslos sin dejar de besarnos y empezar a caminar, a lo que supongo es mi adorada habitación.











The Best Deception (Camila Cabello Y Tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora